¿Qué ha pasado este viernes, 5 de diciembre, en Extremadura?

¿Qué es verdad?

EL ZURDO ·

Antonio Chacón

Badajoz

Domingo, 9 de abril 2023, 08:08

Cuenta el Evangelio de Juan en su capítulo 18 que cuando apresaron a Jesús de Nazaret y las autoridades judías lo llevaron ante Poncio Pilato, ... este le espetó: «¡Así que eres rey!». A lo que el nazareno contestó: «Eres tú quien dice que soy rey. Yo para esto nací, y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz». Y el gobernador romano le replicó retóricamente: «¿Y qué es la verdad?»

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Y aquí estamos más de dos mil años después haciéndonos aún la misma pregunta sin encontrar una respuesta unívoca. Sí, porque la cuestión de las cuestiones de la filosofía ha recibido múltiples y variadas respuestas antes y después de Cristo, pero ninguna concluyente.

El filósofo por antonomasia, Aristóteles, expone su concepción de la verdad con un trabalenguas que parece una perogrullada: «Es falso afirmar que lo que es no es o que lo que no es es. Pero es verdadero afirmar que lo que es es y lo que no es no es. La falsedad y la verdad no se dan en las cosas, sino en el pensamiento».

Después, san Agustín de Hipona sentenciaría que Dios es la Verdad, con mayúscula. Pero luego, llegaría Nietzsche con un martillo y mataría a Dios y soltaría rotundo: «No hay hechos, solo hay interpretaciones». Y a la pregunta de marras respondería: «La verdad es el tipo de error sin el cual ciertas especies no podrían vivir… Lo que en realidad se necesita es que algo sea considerado verdadero, no que algo sea verdadero. Las convicciones son prisiones. No ven lo que hay más allá. Son enemigas de la verdad, más peligrosas que las mentiras». Y concluiría que la verdad es la que la voluntad de poder impone.

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Por esa senda continuarían sus epígonos posmodernistas, como Foucault, que sostendrán que la realidad es solo una percepción individual y la verdad es una construcción del poder de turno. Y en esas estamos en estos tiempos líquidos en los que el posmodernismo es a la filosofía lo que la física cuántica es a la ciencia. Unos tiempos que quizás sean los más relativistas de la historia y que se resumen en el título de la película triunfadora de los Oscar: 'Todo a la vez en todas partes'.

Lo preocupante es que lo mismo que la tergiversación de las ideas de Nietzsche sirvieron de justificación a nazis y fascistas, ahora la filosofía posmodernista sirve de coartada a los nacionalpopulistas para justificar que sus bulos son «verdades alternativas» o «posverdades» que merecen el mismo respeto que las verdades «oficiales».

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Para más inri, el desarrollo de la inteligencia artificial (un oxímoron), con herramientas como ChatGPT, nos hace cuestionarnos no ya qué es la verdad, sino qué es verdad. Porque dan la razón a Platón cuando advertía que los sentidos no reflejan la realidad ni permiten conocerla porque muestran un mundo imperfecto y cambiante.

En nuestro auxilio ha venido una nueva corriente filosófica, el nuevo realismo, encabezada por el alemán Markus Gabriel, que, frente a estos tiempos de noticias falsas, hechos alternativos y realidades virtuales y paralelas, reivindican la búsqueda de verdades comunes y de una ética universal. Porque ética, bien y verdad van de la mano. Así lo sostiene el filósofo José Ramón Ayllón, quien explica que la ética, por definición, busca el bien, y el bien se logra cuando se conoce y se respeta la verdad, pues «¿qué hace bueno el diagnóstico de un médico?, ¿qué hace buenas la decisión de un árbitro y la sentencia de un juez?». Él mismo responde: «Solo esto: la verdad».

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