¿Qué ha pasado este viernes, 5 de diciembre, en Extremadura?

El escorpión, la rana y Marco Aurelio

EL ZURDO ·

Antonio Chacón

Badajoz

Domingo, 12 de noviembre 2023, 08:12

Tras los acuerdos rubricados esta semana con Junts, PNV y Coalición Canarias, Pedro Sánchez se garantiza su investidura. Después tocará lo más difícil: gobernar en ... una legislatura sobre la que penderá la espada de la inestabilidad, pues la llave de la gobernabilidad la tendrá alguien tan veleidoso y envanecido como Puigdemont.

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Los socialistas insisten en que el pacto con Junts, que tiene la cacareada amnistía como piedra angular, es de legislatura. Pero los junteros matizan, como se refleja en el texto, que la estabilidad de la legislatura está «sujeta a los avances y cumplimiento de los acuerdos que resulten de las negociaciones» para abordar tanto el encaje de Cataluña en España como la financiación futura de la comunidad.

En realidad, ambas partes han acordado, básicamente, que están en desacuerdo, como deja claro el documento: «Para la consecución de estos acuerdos, y dadas las profundas discrepancias sobre la forma final de la resolución del conflicto (en Cataluña), además de las desconfianzas mutuas reconocidas por ambos, el PSOE y Junts han acordado dotarse de un mecanismo entre ambas organizaciones». Dicho mecanismo es una mesa de diálogo entre partidos con un mediador internacional, y en la que Junts reclamará un referéndum, pero dentro de la Constitución, amparado por el artículo 92, aunque el PSOE lo rechaza y apuesta por desarrollar o reformar el Estatuto catalán de 2006. Asimismo, el texto expone un relato del 'procés' muy sesgado hacia las tesis independentistas, ya que culpa sobre todo al Gobierno del PP por no negociar, y Junts insiste en que no renuncia a la legitimidad del referéndum del 1-O de 2017. El PSOE niega toda legalidad y validez al referéndum y a la declaración de independencia, y mantiene su rechazo a cualquier acción unilateral. No obstante, constatan que pueden llegar a acuerdos importantes sin renunciar a las respectivas posiciones.

En definitiva, este muy discutido y discutible pacto es más un armisticio que un tratado de paz que refleja las declaraciones de intenciones de sus firmantes cara a una negociación que parece condenada a ser un diálogo de sordos.

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Me ha traído a la memoria la fábula 'El escorpión y la rana'. Cuenta que el escorpión le pidió a la rana que lo cargara para cruzar el río y la rana le dijo: «¿Cómo sé que no me picarás?». El escorpión respondió: «Porque haría que ambos nos ahogáramos». La rana aceptó y a mitad del río el escorpión picó a la rana. Cuando esta le preguntó: «¿Por qué?, si los dos vamos a morir». El escorpión contestó: «Es mi naturaleza».

Temo que la rana sea Sánchez y el escorpión, Puigdemont. Con todo, quizá hasta alguien tan poco fiable como el 'expresident' merezca una segunda oportunidad. Llámenme iluso, pero solo intento seguir una de las meditaciones del estoico Marco Aurelio: «Al despuntar la aurora, hazte estas consideraciones previas: me encontraré con un indiscreto, un ingrato, un insolente, un mentiroso, un envidioso, un insociable. Todo eso les acontece por ignorancia de los bienes y de los males. Pero yo, que he observado (...) que la naturaleza del pecador mismo es pariente de la mía, (...) no puedo enfadarme con mi pariente ni odiarle. Pues hemos nacido para colaborar, al igual que los pies, las manos, los párpados, las hileras de dientes, superiores e inferiores. Obrar, pues, como adversarios los unos de los otros es contrario a la naturaleza. Y es actuar como adversario el hecho de manifestar indignación y repulsa».

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