El vaciado de la presa de Montijo 'seca' el río Guadiana en un tramo a su paso por Mérida
Confederación del Guadiana indica que antes de Navidad espera que concluyan trabajos de reparación del embalse y, con ello, el río recupere su imagen habitual
De nuevo una imagen llamativa desde hace unos días. El río Guadiana a su paso por Mérida entre el Puente de Hierro, el del tren, ... ahora en obras, y el de la autovía, parece un arroyo. Un hilillo de agua. Una enorme mancha de tierra en la que se perciben charcas salteadas y un caudal bastante escaso. Contrasta esta imagen del viejo Anas como lo bautizaron los romanos a un Guadiana con la habitual, que en este tramo del casco urbano de la ciudad se desparrama de lado a lado y se presenta como un río con millones de litros cúbicos de agua.
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La Confederación Hidrográfica del Guadiana ha explicado a HOY por qué esta imagen del Guadiana que ven a diario miles de personas, tanto desde la propia Mérida como desde la autovía. Una instantánea que volvió a verse hace justamente un año. Otra vez.
El motivo que lleve tan poca agua y se vea tanta tierra no es la sequía. De hecho, no la hay. Ni tampoco una actuación extraordinaria como la vivida justamente hace nueve años para combatir la plaga de camalote. Al igual que entonces pero por otro motivo la Confederación ha vaciado el llamado embalse de Montijo (que en realidad está en el término municipal de Mérida).
Ha decidido esta actuación, autorizada por el comité permanente de la Comisión de Desembalse, para para realizar labores de conservación y mantenimiento de la presa, ha informado a este diario. Unas labores que van a durar no mucho tiempo porque, según el organismo hidrológico, antes de la fecha de Navidad se espera que los trabajos estén finalizados. Entonces se comenzará a llenar el embalse de Montijo de nuevo de nuevo y otra vez el río Guadiana se verá en todo su esplendor entre el puente de la autovía y el Puente de Hierro. Una imagen, por cierto, que es la que se sigue viendo ve sin problemas entre el puente Fernández Casado y el Puente Lusitania. Ahí el Guadiana sigue tan esplendoroso como siempre.
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La presa de Montijo es. en realidad, un gigantesco azud de casi un kilómetro de longitud en coronación y 22 metros de altura, incluidos los cimientos. Construida en 1954, es una de las infraestructuras básicas para el riego de 42.000 hectáreas de las Vegas Bajas. La capacidad de la presa es de 11 hectómetros cúbicos y con su desembalse se queda con menos de 3. Con su vaciado el río a su paso por Mérida ha disminuido notablemente su nivel, tanto que el Guadiana ahora parece un gran arroyo.
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