La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. EFE

Bruselas urge a Ucrania a acelerar su lucha contra la corrupción para entrar en la UE

La Comisión Europea elogia sus avances en el proceso de ingreso, pero no prevé que la negociación termine antes de final de 2028

Olatz Hernández

Corresponsal. Bruselas

Martes, 4 de noviembre 2025, 13:06

Cada año la Comisión Europea revisa los progresos de los países candidatos a entrar en la UE en un informe que sirve para acercar o ... alejar las aspiraciones comunitarias de estos Estados. En su último repaso anual, dado el martes a conocer, Bruselas concluye que Ucrania ha llevado a cabo avances significativos, pero debe «acelerar» sus reformas –por ejemplo, en la lucha contra la corrupción– para cumplir su objetivo de cerrar las negociaciones de adhesión para finales de 2028 (el segundo de los tres trámites para convertirse en miembro). Del resto de naciones que esperan unirse al bloque destaca la valoración positiva de Montenegro y el suspenso de Georgia, que está «saboteando» su camino para ampliar los Veintisiete. La institución trasladará ahora sus recomendaciones al Consejo Europeo, que decidirá los siguientes pasos en el proceso de ingreso de los diez aspirantes.

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A pesar de que ya han pasado cerca de cuatro años del inicio de la agresión rusa, y las complicaciones que eso supone incluso en lo burocrático, Bruselas subraya que Kiev «sigue fuertemente comprometida a su proceso de adhesión a la UE». Detalla que las autoridades ucranianas han adoptado una hoja de ruta sobre el Estado de derecho, la Administración pública y el funcionamiento de las instituciones democráticas, así como un plan nacional para las minorías, todas ellas medidas que pedía el Ejecutivo comunitario. Observa, igualmente, que la exrepública soviética –que obtuvo el estatus de candidato a entrar en el bloque a finales de 2023– ha cumplido las condiciones que requerían los clústers abiertos y espera que el país supere los requisitos que faltan para finales de este mismo año.

El Gobierno de Volodímir Zelenski ya ha demostrado su compromiso con este proceso al marcarse como objetivo el cierre provisional de las negociaciones para finales de 2028. Una vez terminada esta etapa, la Comisión deberá emitir un dictamen que concluirá si Ucrania está lista para entrar en el bloque. De ser así, se preparará un tratado de adhesión –donde se especifica la fecha de ingreso en la UE– que debe recibir el visto bueno de la Comisión, de los Veintisiete y del Parlamento Europeo. Este paso se complica en el caso de Kiev debido a la firme oposición de Hungría a su entrada y de los cambios de gobierno en otros socios, como la República Checa, que tampoco ven con buenos ojos el apoyo comunitario a la antigua república soviética.

Proceso ralentizado

Bruselas se ha mostrado dispuesta hasta ahora a respaldar la ambición ucraniana de formar parte de la UE, pero considera que el país «debe acelerar las reformas necesarias, sobre todo las relacionadas con el Estado de Derecho» si quiere cumplir ese objetivo. El refuerzo de la lucha contra la corrupción es una de las cuestiones que se siguen con atención desde el corazón de Europa, sobre todo desde que, el pasado verano, Zelenski promoviera cambios en la oficina nacional y la Fiscalía encargada de estos asuntos que recortaban su independencia, lo que desató protestas en las calles ucranianas que obligaron al presidente a renunciar al plan. El mandatario sugirió el martes que le gustaría ver a Kiev en el bloque comunitario antes de 2030.

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El proceso de adhesión de nuevos miembros a la UE es largo y se ha ralentizado en los últimos años, en especial desde la gran ampliación de comienzos de siglo. Entre los mejor posicionados para unirse al bloque aparece, según la última revisión, Montenegro, que protagoniza «un progreso significativo» que demuestra «su dedicación a la integración europea». Está «en el camino correcto» y a finales de 2026 podría terminar la negociación. Aprueban también con nota Albania y Moldavia, mientras que se constata el compromiso de Macedonia del Norte y Kosovo para su ingreso. En el último caso, sin embargo, la normalización de relaciones con Serbia supone «una parte integral de las perspectivas europeas» del país.

Serbia, Georgia y Turquía se encuentran al final de la cola de entrada en la UE. El caso de Tiflis es de los más preocupantes. El Consejo Europeo concluyó en 2024 que las acciones llevadas a cabo por las autoridades del país «saboteaban el proceso» para su adhesión y poco después advirtió de que si no revertía sus políticas y promovía reformas clave no recomendaría abrir las negociaciones para su entrada.

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Montenegro es ahora el país mejor posicionado para unirse a las filas comunitarias

En Georgia y también en Serbia, avisa la Comisión, se observa un acercamiento al Kremlin. El Ejecutivo de Tiflis no se ha alineado con la mayoría de las sanciones europeas contra Moscú y replica las tácticas que usa Vladímir Putin y los suyos contra los periodistas. En cuanto a Belgrado, apunta que sigue siendo muy dependiente del gas y del petróleo de Rusia y que la posibilidad de que los ciudadanos rusos puedan viajar sin necesidad de visadp al país supone un «riesgo potencial para la UE». Las reformas en Bosnia, por su parte, se han visto lastradas por la crisis de la región Republika Srpska, mientras que las conversaciones con Turquía están estancadas desde 2018.

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