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Los kosovares huyen hacia Europa
La Unión Europea está experimentando un fuerte aumento en el número de ciudadanos de Kosovo que cruzan la frontera con Hungría de forma ilegal. En solo un mes Hungría ha recibido 10.000 solicitudes de asilo, 4.000 más que las solicitadas en 2013. De esto se desprende una relajación en las normas de viaje que permiten a los kosovares llegar hasta las fronteras de la UE a través de Serbia y que ha coincido con la agitación política y los disturbios que se suceden en las calles de Kosovo, causadas por la pobreza, el alto desemplo y la corrupción que está debilitando económicamente a esta región.
Miércoles, 11 de febrero 2015, 21:25
Un hombre de Kosovo lleva a su bebé mientras cruza ilegalmente la frontera entre Hungría y Serbia, cerca del pueblo de Ásotthalom. Fotografía: REUTERS / Lazlo Balogh.
Un hombre de Kosovo lleva a su bebé mientras cruza ilegalmente la frontera entre Hungría y Serbia, cerca del pueblo de Ásotthalom. Fotografía: REUTERS / Lazlo Balogh.
Un hombre de Kosovo lleva a su bebé mientras cruza ilegalmente la frontera entre Hungría y Serbia, cerca del pueblo de Ásotthalom. Fotografía: REUTERS / Lazlo Balogh.
Un hombre de Kosovo lleva a su bebé mientras cruza ilegalmente la frontera entre Hungría y Serbia, cerca del pueblo de Ásotthalom. Fotografía: REUTERS / Lazlo Balogh.
Un hombre de Kosovo lleva a su bebé mientras cruza ilegalmente la frontera entre Hungría y Serbia, cerca del pueblo de Ásotthalom. Fotografía: REUTERS / Lazlo Balogh.
Un hombre de Kosovo lleva a su bebé mientras cruza ilegalmente la frontera entre Hungría y Serbia, cerca del pueblo de Ásotthalom. Fotografía: REUTERS / Lazlo Balogh.
Kosovares tratando de cruzar de forma ilegal la frontera entre Serbia y Hungría, cerca de la ciudad de Subotica. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Una mujer kosovar cubre su bebé después de cruzar ilegalmente la frontera entre Hungría y Serbia, cerca del pueblo de Ásotthalom. Fotografía: REUTERS / Lazlo Balogh.
Una mujer kosovar sostiene a su hijo antes de montarse en un vehículo de la policía de fronteras de Serbia tras ser detenidos cerca de la ciudad de Subotica. al tratar de intentar pasar ilegalmente a Hungría. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Una mujer kosovar sostiene a su hijo antes de montarse en un vehículo de la policía de fronteras de Serbia tras ser detenidos cerca de la ciudad de Subotica. al tratar de intentar pasar ilegalmente a Hungría. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Una mujer kosovar sostiene a su hijo antes de montarse en un vehículo de la policía de fronteras de Serbia tras ser detenidos cerca de la ciudad de Subotica. al tratar de intentar pasar ilegalmente a Hungría. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Una mujer kosovar sostiene a su hijo antes de montarse en un vehículo de la policía de fronteras de Serbia tras ser detenidos cerca de la ciudad de Subotica. al tratar de intentar pasar ilegalmente a Hungría. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Una mujer kosovar sostiene a su hijo antes de montarse en un vehículo de la policía de fronteras de Serbia tras ser detenidos cerca de la ciudad de Subotica. al tratar de intentar pasar ilegalmente a Hungría. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Una mujer kosovar sostiene a su hijo antes de montarse en un vehículo de la policía de fronteras de Serbia tras ser detenidos cerca de la ciudad de Subotica. al tratar de intentar pasar ilegalmente a Hungría. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Una mujer kosovar sostiene a su hijo antes de montarse en un vehículo de la policía de fronteras de Serbia tras ser detenidos cerca de la ciudad de Subotica. al tratar de intentar pasar ilegalmente a Hungría. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Una mujer kosovar sostiene a su hijo antes de montarse en un vehículo de la policía de fronteras de Serbia tras ser detenidos cerca de la ciudad de Subotica. al tratar de intentar pasar ilegalmente a Hungría. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Un policía serbio recoge la documentación de un grupo de habitantes de Kosovo, después de que fueran detenidos cuando trataban de cruzar la frontera hacia Hungría, cerca de la ciudad de Subotica. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Un policía serbio recoge la documentación de un grupo de habitantes de Kosovo, después de que fueran detenidos cuando trataban de cruzar la frontera hacia Hungría, cerca de la ciudad de Subotica. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Un policía serbio recoge la documentación de un grupo de habitantes de Kosovo, después de que fueran detenidos cuando trataban de cruzar la frontera hacia Hungría, cerca de la ciudad de Subotica. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Un policía serbio recoge la documentación de un grupo de habitantes de Kosovo, después de que fueran detenidos cuando trataban de cruzar la frontera hacia Hungría, cerca de la ciudad de Subotica. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Un policía serbio recoge la documentación de un grupo de habitantes de Kosovo, después de que fueran detenidos cuando trataban de cruzar la frontera hacia Hungría, cerca de la ciudad de Subotica. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Un policía serbio recoge la documentación de un grupo de habitantes de Kosovo, después de que fueran detenidos cuando trataban de cruzar la frontera hacia Hungría, cerca de la ciudad de Subotica. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Una familia de kosovares se calienta alrededor de un fuego después de cruzar ilegalmente la frontera entre Serbia y Hungría, cerca del pueblo de Ásotthalom. Fotografía: REUTERS / Lazlo Balogh.
Grupo de ciudadanos de Kosovo después de cruzar ilegalmente la frontera entre Serbia Hungría, cerca del pueblo de Ásotthalom. Fotografía: REUTERS / Lazlo Balogh.
Grupo de ciudadanos de Kosovo después de cruzar ilegalmente la frontera entre Serbia Hungría, cerca del pueblo de Ásotthalom. Fotografía: REUTERS / Lazlo Balogh.
Una familia de kosovares se calienta alrededor de un fuego después de cruzar ilegalmente la frontera entre Serbia y Hungría, cerca del pueblo de Ásotthalom. Fotografía: REUTERS / Lazlo Balogh.
Grupo de ciudadanos de Kosovo después de cruzar ilegalmente la frontera entre Serbia Hungría, cerca del pueblo de Ásotthalom. Fotografía: REUTERS / Lazlo Balogh.
Un grupo de ciudadanos de Kosovo espera en una comisaria de policía después de que fueran detenidos cuando trataban de cruzar la frontera a Hungría, en la ciudad de Subotica. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Un grupo de ciudadanos de Kosovo espera en una comisaria de policía después de que fueran detenidos cuando trataban de cruzar la frontera a Hungría, en la ciudad de Subotica. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Un grupo de ciudadanos de Kosovo espera en una comisaria de policía después de que fueran detenidos cuando trataban de cruzar la frontera a Hungría, en la ciudad de Subotica. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
Un grupo de ciudadanos de Kosovo espera en una comisaria de policía después de que fueran detenidos cuando trataban de cruzar la frontera a Hungría, en la ciudad de Subotica. Fotografía: REUTERS / Marko Djurica
La presidenta de Kosovo, Atifete Jahjaga habla con la gente en la ciudad de Vushtrri. Fotografía: REUTERS / Hazir Reka.
La presidenta de Kosovo, Atifete Jahjaga habla con la gente en la ciudad de Vushtrri. Fotografía: REUTERS / Hazir Reka.
Cerca de la población de Backi Vinogradi, un oficial de la policía de fronteras de Serbia comprueba una valla rota junto a una carretera, cerca de la frontera con Hungría. Fotografía: AFP / Andrej Isakovic.
Un par de zapatos de niño encontrados en el campo cerca del pueblo serbio de Backi Vinogradi, cerca de la frontera con Hungría. Fotografía: AFP/Andrej Isakovic.
Polícias de Hungría comprueban los documentos de una familia de Kósovo en la estación de tren de Budapest. Fotografía: REUTERS / Bernadett Szabo
Polícias de Hungría comprueban los documentos de una familia de Kósovo en la estación de tren de Budapest. Fotografía: REUTERS / Bernadett Szabo
Una familia de kosovares esperan en Keleti, la estación de tren de Budapest. Fotografía: REUTERS / Bernadett Szabo
Una familia de kosovares esperan en Keleti, la estación de tren de Budapest. Fotografía: REUTERS / Bernadett Szabo
Una familia de kosovares esperan en Keleti, la estación de tren de Budapest. Fotografía: REUTERS / Bernadett Szabo
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