La vuelta de las comuniones reactiva los restaurantes y las tiendas de ropa
Los padres afirman que las celebraciones se han encarecido hasta un 20% respecto a las de antes de la pandemia
Un impulso para la economía. La celebración de las comuniones, que se ha recuperado en los meses de abril y mayo, es bienvenida por los ... restaurantes, las tiendas de ropa y los fotógrafos. «Se está volviendo a la normalidad», reconoce el fotógrafo Andrés Rodríguez.
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Aunque no del todo. Todavía existen limitaciones, por ejemplo, en el número de invitados por familia en algunas iglesias y se pide a los asistentes a los templos que permanezcan con la mascarilla puesta.
Esas restricciones ya han desaparecido en los banquetes. La organización es más sencilla, porque no hay que separar a los comensales en números fijos por mesa, y los restaurantes pueden completar su aforo. «Estamos muy contentos con la vuelta de los eventos; se llenan los establecimientos», expone José Luis Iniesta, propietario del hotel Río de Badajoz, que añade que los meses de mayo y de diciembre son los más potentes para la restauración.
La suspensión de las celebraciones en 2019 y 2020 hizo mucho daño a los sectores vinculados con los eventos. «Fue un palo muy gordo», detalla Rodríguez, que recuerda que el primer confinamiento se produjo gusto en marzo, cuando tenía hecha la planificación de los siguientes meses. «La gente empieza a contratar a los fotógrafos en septiembre u octubre del año anterior, por lo que fue un auténtico caos de llamadas, cambios y cancelaciones», remarca.
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«Hemos vivido un caos de llamadas, cambios y cancelaciones; fue un palo económico muy gordo»
Andrés Rodríguez, Fotógrafo
«Es una alegría porque estamos volviendo a vender a los mismos niveles que lo hacíamos en 2019»
Reyes Caballero Reyes, Confección
«Los precios de los menús han subido entre un 10% y un 12%, pero no repercutimos todo el aumento de los costes»
José Luis Iniesta, Hotel Río
Lo mismo vivieron las tiendas de ropa que venden trajes de comunión y los restaurantes. Porque estos eventos se comienzan a programar con mucho tiempo de antelación. «Casi un año antes», detalla Mamen García, la madre de un niño que hace hoy su primera comunión. «A nosotros nos confirmaron la fecha en septiembre del año pasado y ya estaban llenos todos los restaurantes», asegura Gema Merino, que tiene preparada la celebración para el próximo sábado.
Reservar el lugar de la comida es lo primero que hacen las familias. «No hay muchos sitios y hay que hacerlo lo antes posible», repite García.
Menús y cáterin
Ambas cuentan con experiencia. Es la segunda vez que organizan una comunión. Por eso son más conscientes del aumento de los precios que se ha producido. «Los menús en los restaurantes que he preguntado están un 30% más caros que en 2019; los menús de 35 euros ahora cuestan 48 euros», aporta Merino.
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Si la opción es un cáterin, porque hay familias que o bien tienen parcela o alquilan una finca para ese día, también se nota la subida. Un 25% más caro, certifican los padres consultados.
A esto hay que añadir los tiques para las bebidas o la barra libre.
Desde el sector de la restauración creen que el aumento en los precios ha sido menor. «Los menús se han encarecido entre un 10% y un 12%», indica Iniesta, que defiende que a pesar de esa subida los empresarios están renunciando a buena parte de sus márgenes de beneficio. «Las materias primas están un 25% más caras; el precio de los suministros se ha duplicado, y la reforma laboral penaliza las contrataciones extraordinarios que hacemos para estos días», remarca el propietario del hotel Río, que apostilla que no es posible repercutir todo eso a los clientes.
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En general, las familias cifran el incremento total de los precios en torno al 20%. «Está todo muchísimo más caro», dice García, que tiene un hijo mayor que hizo la comunión hace cinco años.
La celebración tiene muchos otros aspectos vinculados que también se han encarecido. El carro de chucherías se ha convertido en un elemento imprescindible. «Puede costar hasta 350 euros», según esta madre, que ha optado por prepararlo ella. «Me ahorro bastante».
Los trajes
Las tiendas de ropa también han vuelto a vender trajes de comunión. Tras un 2020 en el que las cancelaciones y los aplazamientos de las celebraciones les obligaron a realizar arreglos en vestidos, pantalones y chaquetas que ya tenían vendidos y un 2021 con muy pocas ventas, en 2022 están trabajando con cierta normalidad. «Es una alegría, porque estamos volviendo a los niveles de 2019», afirma Reyes Caballero, propietaria de Reyes Confección, en Plasencia, cuyo negocio ha sentido que en los dos últimos años haya habido menos celebraciones.
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Los precios también han subido en este sector, aunque menos. «De media, un niño se viste por 250 euros y una niña, por 350», según Caballero.
La ropa es de lo último que se cierra, porque a esas edades, entre los nueve y los once años, los niños crecen. Es habitual que, aunque las pruebas se hagan a principios de año, en la semana previa a la celebración se tengan que hacer algunos arreglos.
Lo que prácticamente no se ha movido ha sido lo que cobran los fotógrafos. Eso sí, el coste varía mucho dependiendo de lo que se contrate. «Hay fotos en la iglesia, fotos antes con las familias, fotos de estudio y vídeo», repasa Rodríguez. La Unión de Consumidores Extremeños (UCEx) calcula que en función de lo que se quiera, los precios pueden ir de los 130 euros a los 550 euros.
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En la mayoría de los casos, el fotógrafo que accede al templo es común para todos los niños y o lo designa la parroquia o se ponen de acuerdo entre las familias. Con lo que ese gasto es fijo y ronda los 120 euros por cabeza.
Un último aspecto son los regalos para los protagonistas de la celebración, en los que ha ganado protagonismo la tecnología y siguen teniendo presencia el material deportivo, y los recuerdos que se entregan a los invitados.
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