Una voladura en las obras de la autovía Cáceres-Badajoz obliga a cortar la N-523 este jueves

La razón del corte es «la primera voladura de las obras de la futura A-58», detallan.

Las obras con maquinaria pesada se retomaron el pasado mes de julio y hasta esa fecha apenas se han ejecutado dos millones de euros del presupuesto destinado al primer tramo de la autovía, según confirmó Marta Serrano, secretaria general de Transporte Terrestre del Gobierno de España, a finales del pasado mes de mayo en una respuesta en la Comisión Transportes y Movilidad.

Esa cifra supone tan solo un 2,5% de la cuantía total destinada al proyecto que se ha invertido pese a que en julio ya había transcurrido más de una tercera parte del plazo que marca el contrato para terminar la obra. Y durante varios meses no se trabajó en el terreno. «Las obras no están en plena ejecución» fue el eufemismo utilizado por Serrano en la misma comisión.

El tramo que ya está en obras, el primero de los siete en los que se dividió la construcción de la autovía, está proyectado entre la unión de la actual nacional N-523 con la A-66 y el río Ayuela. Tiene una longitud de 13,5 kilómetros.

El contrato fue adjudicado a la UTE (unión temporal de empresas) formada por Gévora Construcciones y Rover Infraestructuras en marzo de 2023. Con lo que han transcurrido más de 19 meses de los 40 que marcaba el pliego de condiciones para la ejecución de la obra.

Si ese plazo se mantiene pese a los parones, la obra debería estar terminada antes de que concluya 2026.