«Vamos muy ajustados. Si nos pisan un poco, nos asfixian»

Con 30 hectáreas, 25 de viñedo y cinco de olivar tradicional, el almendralejense Juan Antonio Álvarez Lázaro, de 39 años, tiene clara las cuentas. «Este año el kilo de aceituna para aceite nos lo han pagado a 30 o 32 céntimos. Producirlo cuesta 1,40. Así es imposible seguir adelante. El año pasado al menos tuvimos un precio medio decente», recalca. Mientras, en su explotación vitivinícola, al menos no ha perdido dinero en esta campaña. «Me han pagado 20,21 céntimos por kilo de uva blanca y el coste de hacerlo anda por ahí. Por aquí no he perdido casi nada», resalta.

Con parcelas en el término municipal de Almendralejo y de Mérida, Álvarez Lázaro remarca que los agricultores están cada vez más con apreturas económicas. «Vamos ajustados. Muy ajustados porque ya se está viendo la enorme diferencia entre lo que nos pagan por nuestros productos y lo que nos cuesta a nosotros producirlos. Eso así durante mucho tiempo no se puede aguantar. Estamos tan ajustados que en cuanto te pisan un poco te asfixian», señala el agricultor, concentrado este martes desde las nueve y cuarto de la mañana en el aparcamiento del Hotel Vetonia antes de iniciar el corte de la carretera N-630 y la A-66.

El almendralejense es viticultor de cava, uno de los productos agrarios que mejor precio ha recibido en las últimas campañas pero también empieza a bajar. «Tienes que tener explotaciones grandes para amortizar mejor los costes. Y echarle muchas horas», concluye.