Estado de un tramo urbano del río Guadiana a su paso de febrero de 2016 por la actuación contra el camalote. HOY

Un tramo del Guadiana por Mérida, casi seco por el embalse de Montijo

Las obras de mejora en ese embalse provocan un descenso del caudal en el tramo urbano emeritense del río a partir del puente de hierro

Lunes, 11 de noviembre 2024

No es la primera vez que sucede ni será probablemente la última. Que un tramo del río Guadiana a su paso por Mérida casi desaparezca ... ya se vivió en la capital de Extremadura cuando la eclosión del camalote aconsejó una actuación de ese calado. Ahora, la Confederación del Guadiana va a volver a dejar bajo mínimos -en realidad, su caudal real- durante unos días para el arreglo de una compuerta de la llamada presa de Montijo. Este embalse, en el término de Mérida, es clave para el regadío de unas 42.000 hectáreas de las Vegas Bajas del Guadiana.

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Según ha informado la Confederación, ayer comenzó a bajar de forma gradual el nivel del río a su paso por la capital extremeña. Pasado el puente de hierro, tras el azud, se verá claramente. El azud permite regular el flujo del río y mantiene la cota de nivel en la zona más urbana de Mérida.

Se debe hacer una obra declarada de emergencia en la presa de Montijo. Según lo aprobado por el Ministerio para la Transición Ecológica, cuenta con un importe de 5,2 millones y su plazo de ejecución es de 18 meses. «Corregirá el estado de deterioro que presentan los elementos metálicos de las compuertas del embalse», construido en la década de 1950, se resume. Se retirarán y sustituirán estos elementos de regulación que se encuentran en avanzado estado de oxidación, con abolladuras y defectos de alineación y la colocación de nuevos anclajes.

La presa de Montijo es capaz de retener 11 hectómetros cúbicos. Es, en realidad, un gigantesco azud de casi mil metros de longitud en coronación y 22 metros de altura, incluidos cimientos.

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