El tiempo que haga en junio será clave en la campaña de peligro alto de incendios que empieza el día 1

La época de peligro alto de incendios forestales que comenzará en Extremadura el 1 de junio se presenta con un escenario «similar al del año pasado», sitúa Francisco Castañares, presidente de la Asociación Extremeña de Empresas Forestales y del Medio Ambiente (Aeefor), que anticipa que «la meteorología de junio será clave para el desarrollo de la campaña».

«En lo climatológico –analiza–, ha sido un año con episodios de lluvia copiosa en momentos puntuales, que han ayudado a que en el monte haya combustible suficiente como para alimentar a incendios que puedan llegar a ser importantes». «Lo que pueda ocurrir durante el verano va a depender de una forma importante del tiempo que haga durante el mes de junio, en el que podrían producirse algunos incendios de pastos, que con frecuencia llaman la atención porque son aparatosos, con llamas incluso por encima de los diez metros de altura si hay pastizales, pero que no suelen tener mayor importancia desde el punto de vista del valor de la vegetación que arde, porque afectan a paisajes con poco combustible grueso y que se regeneran antes que aquellos en lo que predomina el arbolado».

Precisamente los árboles son el combustible grueso del que se alimentan los incendios de mayor relevancia medioambiental. En este sentido, la principal preocupación son los incendios de sexta generación o megaincendios, que son aquellos que se generan a partir de la coincidencia de una serie de factores físicos complejos que acaban por conformar fuegos que se alimentan del combustible pero también de su propia energía. Ya ha habido varios en Europa.

«Si la meteorología viene finalmente como se anuncia ahora, ocurrirá que a finales de junio o principios del mes de julio estaremos ya en la situación típica de la época de pleno peligro alto», anticipa Castañares, que estos días está pendiente de las ponencias de la Cumbre Mundial de Incendios Forestales, que se celebra en Estados Unidos. Entre las zonas de la región más expuestas a sufrir incendios importantes, por el combustible que acumulan, el presidente de Aeefor cita «el valle del Árrago, la sierra de Gredos, Monfragüe, Las Villuercas, la zona de monte de La Serena, casi toda La Siberia, Tentudía, la Sierra Suroeste, la Sierra de San Pedro y la campiña de Valencia de Alcántara».