El sorteo del 'Euroculebrón'

El culebrón, un nombre popular para referirse al herpes zóster, esa erupción epidérmica provocada por el virus de la varicela zóster, un sarpullido en forma de pequeñas ampollas en la piel, normalmente en el torso, aunque también puede aparecer en abdomen, piernas y cara. El problema no es solo sufrir dolor durante un tiempo, sino que se convierta en crónico. El sistema inmunitario normalmente mantiene el virus bajo control, pero cuando las defensas del cuerpo bajan, por ejemplo en la vejez o a causa del estrés, el sistema inmunitario deja de controlar el virus y se reactiva.

Se calcula que una de cada tres personas mayores de 50 años que hayan padecido varicela en la infancia sufrirá este herpes, que no solo nos tiene en vilo por la crueldad del dolor, sino porque, según diversas investigaciones, padecer el herpes zóster aumenta el riesgo de sufrir demencia senil. Los estudios son determinantes y las autoridades sanitarias han empezado a vacunar a los mayores contra el herpes malito: no solo les evitan dolores insoportables, sino también una degeneración que los lleve a la senilidad.

Como la vacuna es cara (400 euros), conviene vacunarse en la sanidad pública. Y ahí empiezan los problemas salvo si vivimos en el País Vasco, donde, a partir de los 65, vacunan a todos. ¿Y si no eres vasco? ¡Ay, amigo o amiga! En ese caso hay que tener suerte. Porque a la Bonoloto y al Cuponazo, hay que sumarle un nuevo sorteo en el que nos va más la vida que la pasta: el 'Euroculebrón'. Si te toca la vacuna, te salvas de la demencia y del dolor y si no, que Dios reparta suerte.

El 'Euroculebrón' es un juego con trampa. Si juegas en el País Vasco, te toca siempre. Si juegas en Ceuta, te toca hasta los 83 años, lo cual no es garantía de nada, mi padre lo tuvo a los 91. En el resto de España, es como jugar al bingo con trampas: te toca más fácilmente si vives en Madrid, Cantabria o Baleares. En Asturias, Cataluña y Castilla y León, tienes más posibilidades de ser agraciado. En el resto de España, el 'Euroculebrón' toca con dificultades y donde peor lo tienen es en Andalucía.

En Extremadura, el sorteo o lo que sea, supongo que una decisión aleatoria, ha sacado los números de la suerte y aparecen en las cristaleras de los centros de salud: el 1958, el 1959, el 1960, el 1944, el 1945… ¡Bingo! ¿Pero cuál es la razón por la que mi hermana se puede vacunar y yo no? ¿Por qué los nacidos en el 61 no se vacunan y los del 60, sí? La explicación es sencilla: el sorteo del 'Euroculebrón'. Si tu año sale del bombo, te salvas del dolor y la degeneración. Si sale otro, te quedas a merced del maldito herpes.

Claro está que también podemos hacer trampa, empadronarnos unos meses en casa de tío Ramón, que emigró a Rentería, acudir al centro de salud de Beraun, en la avenida Galtzaraborda (abre de 08.00 a 20.00 horas), y que nos salve del culebrón el Osakidetza (Servicio Vasco de Salud). Por si en el próximo sorteo extremeño del 'Euroculebrón' no sale mi año, estoy aprendiendo a decir: «Egun on, txertoa jarri nai dut zosterra (edo herpesa) aurka». Y adiós al sarpullido, al dolor estremecedor y al peligro incierto de la demencia senil. Y gora Euskadi y gora lo que sea.