Qué se puede hacer en el campo con la últimas prohibiciones

Por culpa del calor, la Junta ha prohibido desde mañana las quemas de restos vegetales amontonados, como las podas agrícolas, forestales y las piconeras. Sin embargo, el hecho de que no se haya declarado la época de riesgo alto de incendios permite realizar otras labores en el campo.

Por ejemplo, hay que recordar que la consejería no ha aprobado ninguna medida especial con respecto a la quema de rastrojos. Hay que recordar que con carácter general para la quema de rastrojos siempre hay que pedir autorización, primero a sanidad vegetal y con el perceptivo informe fitosanitario luego pasa por el infoex, que valora si los autoriza o no«. Pero cuando en la práctica nunca se permiten cuando se declara el riesgo alto, que suele ser a comienzos de junio.

Aunque se suelen confundir, son dos cosas distintas. La quema de rasatrojos implica prenderle fuego a las mieses (los tallos) que quedan en el suelo después de la siega, normalmente de cereales. La poda de restos implica amontonar y quemar las ramas de los árboles frutales o de bosques una vez podadas de los mismos.

Asimismo, todavía se pueden hacer barbacoas en el campo con toda la precaución posible, de acuerdo a lo previsto en la Orden de Peligro Bajo, y después de suscribir una declaración responsable. Con carácter general, se podrá encender fuego con llama y diámetros menores a 1 metro, disponiendo de algún auxilio para su uso inmediato en el control de algún escape o conato. Según el DOE, deberá estar siempre a la vista y alejado de vegetación inflamable como pasto seco o especies leñosas y sus restos, suspendiéndose cuando haya riesgo de alcanzarla por viento o pavesas, o de causar daños, y apagando o aguardando hasta que se consuman las brasas o rescoldos.

Para el encendido de equipos de gas en campo, los usuarios dispondrán medidas para evitar el riesgo de inflamación de la vegetación, ya sea por alcance o caída al suelo.

Asimismo, la Junta informó a HOY que aún no está decidido cual es la fecha para declarar el peligro alto. «Dependerá de la evolución meteorológica», afirman. Otros años se suele publicar en torno a comienzos de junio.

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