La presidenta de la Junta pide a Sánchez que recapacite sobre el cierre de Almaraz

Según ha podido saber HOY, la petición de Guardiola llegó en el turno de ruegos y preguntas. La presidenta extremeña expuso que una decena de países europeos han abandonado los planes de cierre de sus centrales nucleares o incluso han apostado por aumentar su capacidad, mientras que España apuesta por el cierre.

María Guardiola puso sobre la mesa la importancia de la central para el tejido económico de la zona, ya que genera 3.000 empleos directos e indirectos, a lo que se suman otros 1.200 trabajadores en cada recarga, a lo que se suma la aportación a la comarca y a toda la región a través del pago de impuestos. En concreto, afirmó que la actividad de la central supone 450 millones de euros en ingresos para las arcas públicas españolas.

Pero sobre todo incidió en lo que considera «una cuestión de política de Estado», que tiene que ver con la necesidad de hacer frente a la demanda de energía eléctrica de los ciudadanos y las empresas. Para Guardiola, hay que combinar el desarrollo de las energías renovables con el mantenimiento de la nuclear para poder alcanzar los objetivos establecidos en materia climática.

Asimismo, ensalzó el papel esencial de la energía nuclear para garantizar la estabilidad de la red eléctrica en el mercado europeo. En el caso de España, subrayó que el 7% de toda la energía que se consume en nuestro país procede de la central de Almaraz.

Por ese motivo, solicitó al final de su intervención que se reconsidere la decisión de cierre, para lo que se hizo eco de las declaraciones de la comisaria europea Teresa Ribera, quien considera necesaria la energía nuclear. Para la Junta, no tendría sentido que la exministra del Gobierno de Pedro Sánchez flexibilice su posición para todos los países europeos menos para España y Extremadura.

Según ha podido saber HOY, tras la intervención de la presidenta extremeña Pedro Sánchez ha señalado que el cierre de la central de Almaraz se ha acordado con el sector privado. Las instalaciones pertenecen a un consorcio de empresas formado por las multinacionales Iberdrola, Endesa y Naturgy.