En la mente de los otros confinados
Extremadura en Femenino ·
Lourdes Iglesias Sequedo | Psicóloga de Cruz Roja en centros penitenciariosTras un intento fallido en Biología, esta pacense se adentró en la carrera de Psicología y descubrió una vocación que en la actualidad lleva hasta uno de los rincones más olvidados de la sociedad, los centros penitenciarios.
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Lourdes Iglesias Sequedo (Badajoz, 1974) completó la carrera de Psicología en la Universidad Pontificia de Salamanca en 1998. «Me fascinó desde el principio. Me gustaba comprender a las personas, sus relaciones y ayudar a crecer. Creo que me llamó la atención conocer todo lo que tenemos por dentro», dice.
ALGUNOS DATOS
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Personales Nació en Badajoz hace 45 años, se crió en un pueblo de la provincia, Torrefresneda, y estudió en el instituto Rodríguez Moñino de la capital pacense. Es madre de una niña y tiene un perro. Le gusta la lectura y escuchar música y estos días disfruta con el atardecer gracias a las vistas de su casa mirando al Guadiana.
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Profesionales Estudió la licenciatura de Psicología en la Universidad Pontificia de Salamanca. Trabajó en Cáritas a través de Proyecto Vida y desde 2007 lo hace con Cruz Roja en un programa que presta atención psicológica a internos de los centros penitenciarios de Cáceres y Badajoz.
Nada más licenciarse, hizo un máster de pareja y después una compañera la animó para ejercer como voluntaria de Proyecto Vida, un programa de Cáritas que trabajaba con adicciones. Su compañera lo dejó, pero ella se quedó. Desde 1999 empezó a hacer sustituciones hasta que entró a trabajar de manera profesional a través de diferentes programas.
«Un interno es de las personas más preparadas para este confinamiento y ahora nosotros los entendemos mejor»
Fue en junio de 2007 cuando empezó a ejercer en la prisión de Badajoz, donde Cruz Roja realizaba intervenciones en este campo desde 1995. Sin embargo, cuando ella accedió a ese puesto, tanto en el centro penitenciario de Cáceres como en el de Badajoz, reforzaron el programa para coordinar una misma metodología actualizada a la realidad de los pacientes gracias a la Secretaría Técnica de Drogodependencias de la Dirección General de Salud Pública del Servicio Extremeño de Salud, que firmó un convenio con Cruz Roja para desarrollar un programa más integral y con continuidad. Inicialmente eran 12 técnicos entre terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales y psicólogos, pero cuando llegó la crisis la plantilla se redujo a casi la mitad.
Como psicóloga, ella es una de las integrantes de este equipo que ahora ha interrumpido sus sesiones debido al estado de alarma decretado por el coronavirus. Una resolución ha zanjado la visita de familiares y oenegés a las prisiones para evitar contagios. En el último año han atendido, dice, a 299 internos entre Cáceres y Badajoz, una cantidad que calcula es la mitad de toda la demanda que hay.
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Trabaja las adicciones
Según explica, trabajar con personas privadas de libertad obliga a ser muy versátil como psicóloga. «Cuando empecé en prisiones entré como en shock. No es un entorno terapéutico donde controlas todas las variables porque allí lo que prima es la seguridad, así que hay que cambiar algunos planteamientos. Uno de ellos fue tratar de hacer con ellos y ellas todo el acompañamiento».
En cuanto a que muchos llegan a estos programas para superar su adicción por presiones externas, no por convencimiento propio, afirma que eso ocurre tanto en la calle como en el interior de una prisión. «Pero a mí lo que me interesa es que empiecen y luego acompañarlos para que esa motivación cambie. La parte de la reinserción es complicado trabajarla desde dentro, por eso creo que lo ideal es que esa persona pida ayuda, un recurso cuando está fuera para continuar, ya que el momento en que pisan la calle es para muchos una situación de riesgo».
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En estos días de aislamiento en que la asistencia psicológica personal ha quedado detenida está aprovechando para teletrabajar en aspectos para los que antes no tenía tiempo, como revisar la metodología que siguen o tratar de adaptar modos de trabajo. Estos suelen estar basados en el consumo de drogas y ahora hay que actualizarlos con adicciones como el juego, que, según cuenta, todavía no ha llevado a demasiadas personas a prisión, pero intuye que ocurrirá. No obstante, si la opción de videconferencia pudiera implantarse para retomar la atención a los reclusos, ella estaría dispuesta. «Aunque el contacto humano es importante, una pantalla también ayuda».
Bulos que generan angustia
Según esta profesional, «un interno es de las personas más preparadas para afrontar este confinamiento. Están acostumbrados mentalmente y tienen más herramientas y estrategias para soportarlo. Estoy segura de que en las llamadas que realizan sus familiares pueden ser ellos un factor de ayuda para gestionar esta situación, y de paso es una oportunidad para nosotros de entenderlos mejor a ellos».
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Sobre la cantidad de consejos que pueda aportar como psicóloga para soportar en las mejores condiciones esta cuarentena, Lourdes Iglesias habla de los ya difundidos como tratar de mantener las rutinas. En el caso de necesitar una atención más específica recomienda acudir a fuentes oficiales como colegios de psicólogos o el Servicio Extremeño de Salud. «Lo que sí me asombra es la cantidad de bulos que circulan por las redes, lo cual genera angustia y desconfianza en las personas. Esto me preocupa».
Por otro lado, sabe que el día que acabe el confinamiento y todo vuelva a la normalidad la mayoría de la población necesitará un periodo de adaptación. «A algunos les pasará como a las personas privadas de libertad, que cuando salen a la calle se agobian en espacios abiertos o donde hay mucha gente. Lo que también se espera es un cambio de mentalidad en la ciudadanía, más solidaridad, y que se pongan en valor recursos como la educación ahora que no tenemos profesores o la sanidad».
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