María Guardiola reclama «estabilidad» frente al «oportunismo político» en su discurso de Fin de Año

Guardiola ha tenido, además, unas primera palabras de recuerdo para todos los afectados por la Dana, sufrida especialmente en Valencia, y ha subrayado la solidaridad despertada en Extremadura ante la catástrofe del pasado mes de octubre, en la que también fallecieron extremeños residentes allí y otros padecieron importantes daños materiales.

En una interrvención marcada por el tono político de reivindicación de «consenso» frente al «laberinto del oportunismo político», la presidenta extremeña ha remarcado primero los buenos datos económicos que ha dejado 2024, un ejercicio, según ha dicho, en el que se han registrado «cifras históricas» de empleo y récord en las exportaciones o en la llegada de turistas a la región, logros que ha querido compartir porque son consecuencia de la «paciencia y tesón de cada autónomo, empresario y trabajador extremeño». «Los Gobiernos somos personas al servicio de lo importante: la vida de nuestra gente y sus aspiraciones», ha añadido.

En esta misma línea, Guardiola ha anticipado que 2025 también mantendrá una senda de crecimiento económico. «Servicios de estudios como BBVA Research ya avanzan que 2025 será un buen año, y prevén que Extremadura crecerá por encima de la media de España, algo que llevaba años sin suceder».

Sin embargo, este buen momento económico parece contrastar, como ha sugerido la presidenta de la Junta, con las desavenencias en el ámbito político. Así, Guardiola ha reivindicado que «es tiempo para el diálogo y el compromiso». «Nuestra región no puede encallarse en el ruido y en el rencor», ha añadido antes de proclamar que Extremadura «necesita unión, porque si no estamos juntos, difícilmente llegará el progreso».

En este sentido, la presidenta del ejecutivo extremeño, que pronunciaba su segundo discurso de Fin de Año pero esta vez con un gobierno sin mayoría tras la ruptura de Vox con el PP el pasado verano, ha asegurado que «las instituciones públicas deben estar por encima de las siglas y de los intereses partidistas», y se ha comprometido a llevar a cabo una «gestión responsable, pegada a la realidad y respetuosa con los ciudadanos», sin «crispación, desplantes, ni revanchas».

María Guardiola no ha hecho mención expresa a ningún partido durante su alocución, ni a las dificultades que está teniendo para sacar adelante los Presupuestos regionales de 2025, lo que ha dado pie a pensar en un posible adelanto electoral. Esta coyuntura política sí parece haber estado presente entrelineas en su discurso al asegurar que «Extremadura avanza, hemos sentado las bases del cambio y ahora toca dar un salto más. Pero es muy difícil hacerlo sin consensos. Debemos concentrarnos en la gestión: planificar, organizar y seguir poniendo en marcha reformas y medidas valientes».

La presidenta de la Junta también ha subrayado: «No podemos perder tiempo. No podemos perdernos en el laberinto del oportunismo político y de los intereses creados. Todo nuestro esfuerzo, todo nuestro tesón, toda nuestra capacidad, debe estar al servicio de las extremeñas y de los extremeños. Sin matices, sin chantajes y sin excusas», en unas frases que parecen especialmente dirigidas a la posición mantenida por Vox, su antiguo socio de gobierno y al que necesita para aprobar las cuentas.

Frente a este bloqueo, la presidenta extremeña ha reinvidicado con énfasis «que esta tierra necesita estabilidad; necesita seguridad y necesita certidumbre para seguir creciendo», y en esta tesitura ha remacardo su papel al frente del Gobierno: «Yo me comprometo a darle ese horizonte de confianza».

Tras este alegato político y antes de finalizar su discurso de Fin de Año ante los ciudadanos, Guardiola ha defendido «una Extremadura moderna, inclusiva, igualitaria y sostenible», y ha deseado que en 2025 «en nuestra tierra reinen la igualdad, la solidaridad y la justicia».