El lujo se rinde a la artesanía extremeña

La firma de moda Loewe se ha rendido a la creatividad del pacense y le ha encargado 700 piezas para enseñar su colección de primavera-verano en las tiendas que tiene repartidas por los cinco continentes.

Con este trabajo, el extremeño ha dado el salto definitivo al mundo de la moda, llevando su artesanía contemporánea a las cotas más altas del lujo, de la mano de la firma española que nació en 1846 como un taller de marroquinería y que hoy es una de las casas de moda más prestigiosas del mundo.

El proyecto le llegó a Javier Sánchez Medina a través de Jonathan Anderson, diseñador de Loewe desde 2003, quien llamó a su puerta unos meses después de que se declarara el coronavirus como pandemia mundial. Le encargó una pieza muy especial: un tótem de tres metros de altura hecho a mano con las cabezas de tres animales: un elefante, un león y un cerdito. La intención era exponerlo en la feria internacional del mueble de Milán, el escaparate de mayor proyección mundial del sector. Sin embargo, la covid ha trastocado su celebración y la pieza del extremeño finalmente se exhibirá en la tienda que Loewe tiene en Shanghai.

A partir de ahí, llegó el otro encargo de la casa de lujo madrileña, el que ha hecho que el confinamiento de Medina haya sido en su taller del barrio madrileño de Malasaña. Allí ha trenzado en el último año los que él ha bautizado como 'trofeos ecológicos', los mismos que han conquistado a celebridades de todo el mundo, como Sarah Jessica Parker, la actriz de 'Sexo en Nueva York', que tiene en su casa una cabeza de búfalo hecha por el extremeño.

Las cabezas de animales que ha elaborado para Loewe las ha trenzado con pleita, la misma fibra que usaba su abuelo para hacer persianas exteriores, y las ha cosido con hilo de bramante utilizando las mismas herramientas con las que su padre reparaba zapatos.

Para la firma de lujo ha realizado 700 cabezas de animales, además de peanas también de fibra natural para poner las prendas de ropa, que le han obligado a incorporar a tres personas a su taller, que él mismo ha formado.

El trabajo, dice, ha sido ingente no solo de producción sino también de logística para hacer llegar las piezas a las tiendas de todo el mundo. Un esfuerzo que –dice– ha valido la pena porque supone, en sus palabras, «el reconocimiento a mi trabajo a nivel mundial y de la mano de una firma como Loewe, que es un sueño. Lo que yo hago no deja de ser un producto artesanal y que se reconozca en todo el mundo es precioso».

Con este proyecto, el extremeño ha logrado colocar la artesanía en el mundo del lujo y lo ha hecho poniendo las técnicas tradicionales al servicio de su creatividad. De hecho, se sigue formando en estas técnicas con un artesano que lleva 40 años haciendo bolsos y cestas y que él adopta luego a piezas que ya pueden calificarse de culto.

Esta no es la primera incursión de Javier Sánchez Medina en el mundo de la moda con su artesanía, aunque sí la de mayor proyección internacional. Hace unos meses, sorprendió al mundo saltando a las portadas de las revistas de moda con la elaboración artesanal de una chaquetilla de torero, que hizo para la diseñadora española afincada en Londres Carlota Barrera, que llevó a las pasarelas de la semana de la moda de Madrid.

Para confeccionar esta prenda utilizó una fibra muy parecida al esparto, a la que dio forma trenzándola con sus manos y cosiéndola después con hilo de bramante.

La exitosa trayectoria del extremeño no puede achacarse a la suerte. Desde que dejó Badajoz, abandonando un futuro que pasaba por sacarse una plaza de bombero, y se fue a Madrid a abrirse camino en un oficio con el que había crecido en casa, Javier Sánchez Medina ha trabajado duro para reivindicar la artesanía en mundo digital del siglo XXI.

La originalidad de sus cabezas de animales o de sus espejos de fibras naturales le ha abierto las puertas del mundo del interiorismo, la decoración y ahora también de la moda, dando el salto de artesano a artista, aunque él se reconoce más como artesano.

Uno de sus proyectos más sonados fue su participación en la exposición que se hizo en Nueva York en 2018 por el 90 aniversario de Mickey Mouse, para la que realizó las manos del famoso ratón de dibujos animados de Disney.