El jurado absuelve al acusado de un homicidio en Campanario en 2018

En la madrugada del 10 de agosto de 2018 Antonio T. fue hallado inconsciente en una gasolinera situada a las afueras de Campanario. Fue llevado al Hospital de Don Benito-Villanueva de la Serena con un fuerte golpe en la cabeza, pero tuvo que ser trasladado al Infanta Cristina de Badajoz en estado de coma. El 13 de septiembre recibió el alta e inició su recuperación en el centro Casa Verde de Mérida. Pero una complicación hizo que fuera ingresado en el hospital emeritense, donde falleció a comienzos de octubre, dos meses después de sufrir la agresión.

Las investigaciones llevaron a T. A., un ciudadano rumano con el que la víctima había coincidido en un club de alterne de Don Benito. El acusado afirmó en el juicio celebrado en Mérida que no conocía a Antonio T., pese a lo cual accedió a llevarle en coche a su casa en Castuera. Sin embargo, durante el viaje la víctima, que iba en el asiento del copiloto, cogió el volante, por lo que casi se salieron de la carretera. Por ese motivo, paró en una gasolinera en Campanario y le hizo bajar del vehículo. Pero negó que le agrediera. Asimismo, reconoció que vendió el móvil del fallecido, pero que lo hizo porque lo encontró en su automóvil tres o cuatro semanas después de lo ocurrido y porque no sabía de quién era.

Sin embargo, para la Fiscalía y la acusación particular T. A. atacó a Antonio T. con el objetivo de robarle el móvil. Tras parar cerca de Campanario, le dio un fuerte golpe en la cabeza y le dejó abandonado. Por ese motivo, pedían hasta 20 años de prisión por homicidio y robo con violencia, así como una indemnización para la madre y los dos hermanos del fallecido.

El juicio ha concluido este jueves con el veredicto del jurado, que por cinco votos a favor de la absolución y cuatro en contra ha declarado no culpable al acusado. Su abogado, Santiago Ortega, señala que no ha quedado acreditado que T. A. fuera el causante de la agresión que llevó al fallecimiento de Antonio T. por falta de pruebas concluyentes. Tras esto sólo falta redactar la sentencia de la Audiencia Provincial de Badajoz.