La Junta prevé ayudas complementarias para los sectores más perjudicados por los aranceles de Trump

Con representantes de esos sectores se ha reunido Santamaría en la mañana de este jueves y antes de entrar en la reunión ha defendido la necesidad de ayudas directas para las empresas más afectadas por la aplicación de nuevos gravámenes -por el momento de un 10%- a las exportaciones a Estados Unidos.

Según el consejero, en la respuesta por parte de la Unión Europea a los aranceles estadounidenses se deben incluir reformas, medidas de financiación y ayudas directas a las empresas implicadas. «Parece que el Gobierno de la nación plantea únicamente medidas de financiación», ha lamentado antes de entrar en la reunión con los empresarios.

Ante esa situación, en una respuesta a la oposición en la sesión parlamentaria, Santamaría se ha mostrado dispuesto a plantear que la Junta de Extremadura conceda los sectores más afectados de la región ayudas complementarias a las que apruebe la Unión Europea y el Gobierno central.

Ha justificado esa necesidad de ayudas en las complicaciones que tendrán algunos sectores concretos. Ha puesto como ejemplo el de aceite de oliva: «No tiene mercado de sustitución», ha dicho, ya que no hay otro destino que pueda asumir el gran volumen de aceite que demandan los consumidores estadounidenses. «Estados Unidos consume el 50% de toda la producción mundial», ha insistido.

Precisamente el aceite extremeño es uno de los productos que llegan al mercado norteamericano de manera indirecta. Extremadura exporta graneles a destinos intermedios, que luego terminan en Estados Unidos. Esa exportación indirecta, que también sucede con los vinos o con componentes de vehículos, es la que lleva a la Junta de Extremadura a calcular que el impacto económico de los aranceles para la región ronda los 179 millones de euros.

Es decir, ese impacto triplica el valor de las exportaciones, que en 2024 fueron de 57,6 millones de euros. «Si tenemos en cuenta el efecto indirecto de lo que se sale de Extremadura, se transforma fuera de Extremadura y se acaba exportando a Estados Unidos, podemos estar hablando de 179 millones de euros entre efectos directos e indirectos en nuestra economía», ha declarado Santamaría.

Ante las decisiones de Trump, el consejero ha afirmado que la unión Europea debe responder de manera responsable, inteligente y profunda. «Y con una única voz», ha apostillado. «Creemos profundamente en la diplomacia y entendemos que en una guerra comercial las dos partes pierden», ha añadido.

Por eso, pese a la pausa de 90 días que el Gobierno de Trump ha aprobado para elevar los aranceles al 20%, Santamaría ha puesto el foco en que la Unión Europea debe tener su propia hoja de ruta. «Debemos hacer a la industria europea más competitiva», ha manifestado.

Dentro de esa respuesta coordinada, el consejero entiende que es fundamental conocer las demandas de los sectores más afectados y poder trasladar así al Gobierno central la situación real en los territorios. «Esperamos que el Gobierno recoja tanto las reformas como las ayudas directas a los sectores implicados y que lo haga sin desequilibrio territorial», ha pedido