El humo de los incendios de Canadá llega a Extremadura

Ayer por la tarde ya ocupaba los cielos de algunas zonas de Portugal y Galicia y esta mañana ya era visible en ciudades como Badajoz. Según explica el delegado de la Aemet en Extremadura, Marcelino Núñez, ha entrado por el oeste de la Península a través de las corrientes de aire. «Tenemos la falsa sensación de que lo que está en la atmósfera desaparece. Esto sería como si hubiera mucha pintura en un río, que fluiría a lo largo del agua», ilustra. «Como el polvo del Sáhara que llega con las corrientes de aire», añade.

Canadá se enfrenta a la peor temporada de incendios de su historia, ya que ha registrado un aumento de focos sin precedentes. Hay 400 fuegos activos y la mitad de ellos están fuera de control. Unos 100.000 canadienses han tenido que abandonar sus hogares, ya han ardido 3,8 millones de hectáreas y con las altas temperaturas y la sequía persistente, se prevé que los incendios puedan continuar durante varios meses más.

El humo comenzó a expandirse y Nueva York se vio envuelta por un manto naranja y por un aire insalubre. Después, fue el turno de otras ciudades del este de Estados Unidos y a medida que pasaron los días, otros territorios comenzaron a percibir partículas de cenizas debido a la gran magnitud de los incendios. Por ejemplo, el Instituto de Investigación Climática y Medioambiental (NILU) informó del olor a humo y paisajes brumosos en la costa oeste de la península escandinava hace un par de semanas.

«Lo que sucede en determinadas zonas del planeta puede acabar notándose en lugares muy distantes», explicaba anoche la Agencia Estatal de Meteorología. Un caso muy destacado fue el de los incendios forestales del año 2020 en Australia. La nube de humo recorrió más de 12.000 kilómetros, llegó hasta Chile y Argentina, y dio la vuelta al planeta.