La herida extremeña en los campos de concentración del Holocausto
Aunque ningún nacido en Extremadura estuvo en Auschwitz, la mayor fábrica nazi de la muerte, 310 sí padecieron el horror en otros lugares como Mauthausen o Dachau
Francisco Chamorro Corvillo nació en Granja de Torrehermosa el 26 de marzo de 1908, fue militante socialista durante la II República y cuando su ... localidad natal cayó en manos de las tropas franquistas, en septiembre de 1936, se enroló en el ejército republicano. Cruzó la frontera francesa en febrero de 1939 y fue detenido en Marsella en 1941.
Publicidad
A partir de ahí pasó por varios campos de internamiento franceses y, en julio de 1944, le trasladaron en un convoy desde Toulouse al campo de concentración nazi de Dachau, cerca de Múnich. Allí estuvo hasta que fue liberado en abril de 1945, aunque nunca regresó a España. Eso sí, consiguió que María Gisbert Abril, su antigua novia del pueblo, se trasladara de Cataluña a Francia y contrajeron matrimonio. Él falleció el 3 de febrero de 1972.
Su historia, la del horror, la huida, la supervivencia o la búsqueda del amor tras la barbarie, es la de muchos extremeños que estuvieron en los campos del Holocausto y que en este 2025 regresan a la memoria con motivo del 80 aniversario de la liberación de Auschwitz, la mayor fábrica nazi de la muerte donde más de un millón de personas fueron asesinadas.
En uno de los escenarios del terror de la Alemania nazi. Allí, donde las cámaras de gas y los hornos crematorios mataron a 5.000 personas por día, no hubo extremeños según los historiadores que han buceado en este negro capítulo del pasado.
Publicidad
De hecho, solo 33 españoles estuvieron internados en el que es el ejemplo del horror de aquellos campos, pero hubo muchos más que sí conocieron los extremeños, como el de Mauthausen (Austria), Dachau (a 13 kilómetros al noroeste de Múnich), Neuengamme (Hamburgo) o el de Sachsenhausen (Brandeburgo).
En total, hubo 310 nacidos en esta tierra que fueron deportados a campos de concentración, todos ellos hombres según la documentación encontrada hasta el momento. Se sigue investigando y podrían aparecer nuevos casos. De ellos, 96 fueron liberados, de nueve no se tiene conocimiento de lo que sucedió y 205 fallecieron.
Publicidad
Entre los muertos hay historias como la Manuel Vicente Martín, de Miajadas y fallecido con tan solo 23 años, según las memorias recuperadas por la Amical de Mauthausen en Extremadura a través de sus familiares. Fue el preso número 3592 en Mauthausen y el 11717 en Gusen, un campo en el que se experimentaba con los prisioneros.
Su corta biografía representa el camino por el que acabaron tres centenares de extremeños en manos de los nazis. Tras la derrota republicana en enero de 1939, Manuel Vicente pasó a Francia huyendo de la represión franquista y, una vez allí, estuvo en varios campos de internamiento. Luego se incorporó a una Compañía de Trabajadores Extranjeros, una especie de servicio militar, pero el ejército alemán le capturó el 4 de junio de 1940 en Dunkerque y fue trasladado a varias prisiones hasta llegar a IB Hohenstein, desde donde partió en un convoy con 165 republicanos con destino a Mauthausen. Tras varios meses allí se lo llevaron a Gusen, un campo en el que terminaban muriendo o eran gaseados si estaban demasiado débiles.
Publicidad
De Azuaga otros 18 estuvieron en campos nazis, de Ribera del Fresno nueve, de Don Benito ocho, de Alía cinco… Casi todos fueron trasladados a Mauthausen y procedían de 121 localidades extremeñas. Más de 7.000 españoles fueron enviados a ese campo de trabajo que representa la herida de Extremadura en la Alemania nazi y donde, precisamente, este año también se conmemora el 80 aniversario de su liberación.
El momento de la liberación
Las fuerzas americanas liberaron Mauthausen el 5 de mayo de 1945. Ese día, los prisioneros dejaron una imagen para la historia cuando recibieron a la 11ª División Acorazada de los Estados Unidos bajo una pancarta escrita en español sobre sábanas castrenses. 'Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas liberadoras' decía el mensaje que también representaba a 69 extremeños, los liberados en ese campo. 195 no corrieron la misma suerte y fallecieron.
Publicidad
«Auschwitz estaba en Polonia y hasta allí llegaron polacos en sus inicios, luego soviéticos y después judíos y gitanos. Era un campo destinado a prisioneros del este y, además, en España había pocos judíos. Los extremeños fueron a los del oeste», explica José Hinojosa Durán, doctor en Historia y delegado en Extremadura de la Amical de Mauthausen y otros campos, que detalla que los más de 300 extremeños deportados procedían de 74 municipios de la provincia pacense y 47 de la cacereña.
El más afectado fue Fuente de Cantos, con un total de 22 prisioneros, de los cuales 18 murieron en manos de los nazis y solo cuatro sobrevivieron.
Las escaleras de la muerte
«El campo de Mauthausen se hace porque hay una cantera gestionada por las SS. Allí, lo extremeños que estuvieron eran forzados a subir 186 escalones con bloques de granito. Era lo que se conocía como la escalera de la muerte. Se levantaban a las cinco de la mañana, estaban pasando revista una hora y de allí a la cantera a trabajar. Luego volvían y siempre con mala alimentación. Caían enfermos y morían», relata Hinojosa.
Noticia Patrocinada
«Hay extremeños que cuando enfermaban eran trasladados a Gusen, al este de la ciudad de Linz, otro campo donde morían casi todos. Sobrevivían los más jóvenes, que intentaban evitar la cantera y hacían trabajos de textil o incluso en oficina. El caso más llamativo, el del fotógrafo español Francesc Boix, ha sido llevado al cine», detalla Hinojosa, que apunta que, a través de Amical, dos centros educativos extremeños visitarán el campo de concentración de Mauthausen en el mes de mayo con motivo de su liberación.
«En Mauthausen los extremeños trabajaban en una cantera y eran forzados a subir 186 escalones con bloques de granito»
José Hinojosa Durán
Doctor en Historia y delegado en Extremadura de la Amical de Mauthausen y otros campos
Es una forma de conocer qué ocurrió, de recuperar la memoria, tal y como hacen las asociaciones de investigadores hoy en día. Existe mucha documentación de ello, sobre todo en los Archivos Arolsen, un centro de información e investigación sobre el Holocausto nazi en Alemania y las regiones ocupadas. El archivo contiene 30 millones de documentos de campos de concentración, detalles de los trabajos forzados, y archivos sobre personas desplazadas. Conserva las fichas originales que indican el destino de los perseguidos. Solo con poner el nombre se obtienen datos como el número de prisionero, el lugar del que procedía o el campo en el que estuvo retenido.
Publicidad
A través de su página web se pueden consultar los datos de las víctimas. Así se comprueba que extremeños como Francisco Chamorro Corvillo fueron durante un tiempo solo un número. En su caso, el preso 94137 en Dachau, el primer campo de concentración nazi abierto en Alemania apenas unas semanas después del nombramiento de Adolf Hitler como canciller del Reich. Allí más de 30.000 prisioneros fueron asesinados. Él sobrevivió, pero nunca regresó a Extremadura.
Primer mes sólo 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión