Guardiola y García-Page reclaman a Sánchez el AVE Madrid-Lisboa para 2030

Los presidentes de las dos comunidades autónomas, la extremeña María Guardiola y el manchego Emiliano García-Page, han celebrado este lunes un encuentro institucional en Mérida en el que han llegado a acuerdos en materia de infraestructuras y en cooperación en la gestión de servicios públicos.

Guardiola y García-Page han firmado una declaración institucional en la que piden que la línea de alta velocidad que conectará Madrid con Lisboa a través de Castilla-La Mancha y Extremadura esté terminada en 2030. La presidenta extremeña ha pedido al Gobierno que agilice, licite y ejecute las obras para que esa mejora sea una realidad en ese año.

«Ni Extremadura ni Castilla-La Mancha merecemos llegar al 2030 sin la alta velocidad», ha afirmado la presidenta extremeña, quien ha subrayado que no se trata de un avance sólo para estas dos comunidades, sino para los españoles y los europeos.

Esa conexión aún debe definir el recorrido por Castilla-La Mancha y especialmente el paso por Toledo. La propuesta del Ministerio de Transportes ha sido rechazada por la comunidad autónoma, que espera que se atiendan sus propuestas en el plazo de alegaciones que está actualmente abierto y que concluirá el 18 de marzo.

Sobre esto, García-Page ha señalado que «estamos bastante hartos de que se vaya contando un cuento» sobre que el AVE está bloqueado por culpa de Navalmoral de la Mata o de Toledo. Como ha recordado, hace tres años su gobierno ya presentó unas alegaciones que aún no se han resuelto.

El presidente manchego ha pedido que este proyecto se solucione cuanto antes, ya que «España necesita con urgencia hacer una mirada peninsular» y prestar más atención al oeste del país tras años de inversiones en la zona este.

En la rueda de prensa posterior al encuentro también se ha preguntado a ambos mandatarios sobre la autovía A-43, que conectará Mérida con Ciudad Real para completar el eje Badajoz-Valencia, y sobre la que se plantean dos recorridos: seguir el trazado actual de la N-430 por la comarca extremeña de La Siberia o plantear un nuevo recorrido por la Serena, más al sur.

Guardiola ha señalado que las dos comunidades tienen una «posición compartida», y es que el Ministerio de Transportes defina qué trazado quiere y que ejecute las obras. «La solución tiene que venir dada por el Gobierno», ha afirmado.

Por su parte, García-Page se ha mostrado una vez más a favor de la opción sur, pero sin renunciar a la mejora de la N-430, para la que el Ministerio de Transportes ya propone una inversión millonaria para adecuar variantes de población y renovar el trazado. «Es perfectamente posible que se desarrolle la A-43 y que se mejore la carretera del norte», ha añadido. «¿Es que sólo puede haber una autovía?».

El encuentro entre Extremadura y Castilla-La Mancha se suma al celebrado a finales de febrero entre la presidenta de la Junta y su homóloga madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Aunque Guardiola y García-Page han mostrado buena sintonía, no han mostrado tanta complicidad como la que exhibieron las dos líderes populares. Especialmente en lo referente a la energía nuclear.

La presidenta extremeña ha insistido en la necesidad de mantener en activo la central de Almaraz, cuyo cierre está previsto para 2028. El mandatario castellanomanchego no se ha pronunciado sobre este asunto, pero ha pedido al Gobierno que dialogue con las empresas y con las comunidades autónomas sobre los planes de desmantelamiento en un momento en el que la energía nuclear está cobrando un nuevo auge.

En cuanto a otras cuestiones, han dejado la puerta abierta a nuevos acuerdos en materia de gestión sanitaria y en el nuevo sistema de financiación autonómica, en el que ambas comunidades tienen puntos en común.