La gigafactoría sigue pendiente de la modificación del proyecto seis meses después de la primera piedra

El proyecto para producir baterías de litio desde Extremadura continúa avanzando, según la empresa promotora y el Ayuntamiento local, pero sin pruebas visibles sobre el terreno. Aunque desde AESC sí deslizan que en el primer trimestre de 2025 comenzarán los trabajos en las parcelas de ExpacioNavalmoral sobre las que la multinacional asiática hizo la reserva del suelo industrial, como confirmó Extremadura Avante, antes el acto de colocación de la primera piedra.

En el Ayuntamiento de Navalmoral prefieren no precisar una fecha para el inicio de la construcción, pero también aseguran que «muy pronto habrá noticias sobre los avances». Por el momento, detallan que siguen trabajando junto a AESC en la modificación del proyecto que se planteó por deseo de la propia empresa.

Esa versión definitiva es fundamental de cara a la concesión de la licencia de obra, pero también para definir aspectos como las necesidades de agua de la planta. De hecho, la declaración de impacto ambiental positiva que recibió la industria estaba vinculada a la construcción de una estación depuradora de aguas residuales (EDAR) y en su momento se proyectó derivar agua desde el pantano de Valdecañas a ExpacioNavalmoral, incluso se licitó el contrato de asistencia técnica para esa canalización. «Estamos a la espera de que la empresa presente el proyecto definitivo», aporta el Gobierno regional al respecto de ambas obras, al mismo tiempo que reconoce que se mantienen reuniones constantes con la empresa y el Ayuntamiento. «Estamos a su disposición», remarcan.

Las modificaciones en el proyecto están vinculados, como ya informó el Ayuntamiento local a principios de verano, a la necesidad de adaptar las líneas de producción a los clientes de las baterías que se fabriquen en la planta.

Sin embargo, hasta la fecha no ha trascendido ningún destino concreto para las baterías extremeñas de AESC.

Sí ha firmado el grupo acuerdos con Renault para convertirse en colaborador prioritario de la marca francesa en su camino a integrar el litio en las baterías que montan sus vehículos.

Igualmente, un documento interno que Mercedes-Benz envió a sus accionistas en el último trimestre de 2023 reflejaba el interés del fabricante alemán por llevar en sus automóviles baterías fabricadas en gigafactoría de Navalmoral.

Pese a estos acontecimientos y a que AESC ha evitado por ahora referirse a compradores de su producción en Extremadura, Renault y Mercedes sí parecen posibles clientes. Más aún cuando el pasado martes, el grupo Stellantis –propietario de las marcas Opel, Citröen o Peugeot, entre otras– informó que tiene intención de construir en Zaragoza una gigafactoría de baterías de la mano de la corporación china CATL.

En esta nueva instalación, para la que se prevé una inversión superior a los 4.000 millones de euros, se producirán baterías LFP (litio-ferrofosfato), que son las mismas que AESC pretende fabricar en Navalmoral de la Mata, según su proyecto inicial.

Si el grupo Stellantis tiene en proyecto elaborar sus propias baterías de litio, no es muy probable que sus marcas compren las de AESC.

Ese anuncio, lejos de incomodar, es visto de manera positiva desde la división española de AESC. «La entrada de nuevos actores al mercado es muy buena noticia», apuntan, ya que consideran que la elección de más productores de baterías de aterrizar en España les refuerza en su idea. «Nos confirma en nuestra apuesta por el país», detallan.

Más allá de la ubicación de su proyecto empresarial, en AESC entienden que la decisión de grandes grupos del sector de la automoción de comenzar a producir baterías de litio es una señal que habla muy positivamente en términos de transición energética. «Todo esto viene a demostrar que tenemos razón», insisten.