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Pulpo, plato típico de O Carballiño y de su CD Arenteiro. E.R.
Un país que nunca se acaba

Fútbol, pulpo y chuletones

Una 1ª RFEF muy apetitosa. Mérida y Cacereño jugarán en el grupo más gastronómico

Martes, 8 de julio 2025, 07:22

La última vez que pedí dinero prestado a un amigo fue en 1987. Me dejó mil pesetas para poder asistir a un partido de fútbol ... entre el Arosa y el Pontevedra. Jugaban en 2ª B, era Día del Club y se disputaban el liderato. El equipo de la ciudad donde vivía entonces, Vilagarcía de Arousa, ganó 2-1 y fuimos líderes unas jornadas. En esos años, aún se podía decir aquello de que pasas más hambre que un maestro, pero durante esa temporada, 87-88, los profesores hicimos 22 días de huelga, nos subieron el sueldo considerablemente y me pude hacer socio del Arosa.

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Esta temporada, el Pontevedra visitará el Príncipe Felipe, aunque ya no tendré que pedir dinero para verlo porque mi pensión me da para sacarme incluso el carnet oro. Pero eso será allá por febrero. Antes, en el primer partido de la temporada, el Cacereño jugará en el mítico estadio de Pasarón, donde el Pontevedra del «hai que roelo» disputó seis temporadas (1963-70) en Primera División. Era un equipo rocoso, difícil de roer, y llegó a ser líder de Primera en noviembre de 1965. El 31 de agosto será el Cacereño quien intentará roer al Pontevedra. Será un buen pretexto para visitar la llamada Ciudad del Lérez y disfrutar del chiquiteo y el buen marisco en el Fidel o en el Pitillo.

El Mérida y el Cacereño jugarán la próxima temporada en el grupo norteño de la Primera RFEF y desde que supe la noticia estoy entusiasmado. Será una temporada nostálgica en la que podré ver a equipos de ciudades que seguí durante mi adolescencia y juventud y de los que incluso fui socio, caso del Zamora (50 pesetas por toda la temporada para los alumnos de la Universidad Laboral), o socio por préstamo: el cura de mi colegio mayor, el Hernán Cortés, me dejaba su carnet para que fuera a ver al Salamanca de Alves en la 76-77, aunque esta temporada nos visitará el Unionistas, no la U.D. Salamanca.

El grupo donde les ha tocado jugar al Cacereño y al Mérida es el más gastronómico del fútbol español. No hay otro en las tres categorías punteras donde se puedan hacer excursiones tan apetitosas. Aquellos chuletones zamoranos que comía con mis padres cuando iban a verme; los hornazos y los farinatos salmantinos; el botillo, la cecina y los pimientos asados antes de ir al Toralín a ver a la Ponferradina, donde jugaba el Cacereño de los 60, en el «grupo del frío», y, me contaba Tomás Pérez, inolvidable locutor que tanto hubiera disfrutado narrando esta temporada, que viajaban al Bierzo en la furgoneta de Magantos haciendo fuego dentro del vehículo, prendiendo algodones con alcohol para calentarse.

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El primer partido del Mérida será contra el Barakaldo (asadores, parrillas, kokotxas) y el primero del Cacereño en casa, contra el Arenteiro de O Carballiño, donde nacen las grandes pulpeiras de Galicia, en la parroquia de Arcos. Pero no hay partido sin atractivo culinario: «Para comer Lugo», reza un dicho gallego; los bares del casco viejo de Avilés y sus extraordinarios menús del día; los percebes y el rape a la americana en Cedeira cuando juguemos en Ferrol. Si es que hasta los vegetarianos podrán disfrutar de los productos de la huerta navarra cuando visitemos El Sadar.

Fútbol y gastronomía… Nunca olvidaré la primera vez que el Atlético Astorga visitó el Príncipe Felipe (temporada 2015-2016) y sus jugadores lanzaron cajas de mantecadas al público. El siguiente equipo visitante era el Guijuelo y esperábamos de sus futbolistas, si no jamones, sí estuchados de ibéricos, pero no, los jamones solo los tenían estampados en la camiseta. En fin, va a ser una temporada difícil en lo futbolístico, pero extraordinaria en lo gastronómico.

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