La Fiscalía pide 19 años de prisión por un homicidio en Campanario en 2018
Las acusaciones afirman que el agresor atacó a la víctima para robarle el móvil tras coincidir en un club en Don Benito y le dejó abandonado
La madrugada del 9 al 10 de agosto de 2018, hacia las 1.30 horas, Antonio T. fue hallado inconsciente a las afueras de la ... localidad pacense de Campanario. Tenía un fuerte golpe en la cabeza y fue trasladado al Hospital de Don Benito-Villanueva de la Serena, pero al día siguiente tuvo que ser trasladado en estado de coma al Infanta Cristina de Badajoz. El 13 de septiembre recibió el alta e inició su recuperación en el centro Casa Verde de Mérida. Pero el día 14 tuvo que ingresar en el hospital emeritense, donde falleció a comienzos de octubre por secuelas del traumatismo craneoencefálico que había sufrido dos meses atrás.
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La Fiscalía solicita 19 años de prisión por estos hechos para T. A., a quien llevaron las pesquisas realizadas tras hallar a la víctima. La defensa niega la participación del acusado y además pone en duda los hechos y la causa del fallecimiento, ya que estima que pudo producirse por una negligencia médica. El juicio, con jurado popular, comenzó este lunes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, con sede en Mérida, donde se celebrará a lo largo de esta semana.
Según el escrito de acusación, en la noche del 9 de agosto la víctima y el presunto agresor estuvieron juntos en un club de alterne en Don Benito. Después abandonaron el local en un coche, con el que se desplazaron al polígono industrial de Campanario. Con la intención de robarle, el agresor atacó a la víctima y le golpeó en la cabeza, tras lo cual le quitó el móvil y le dejó abandonado. Acto seguido, regresó al club.
El acusado, de nacionalidad rumana, vendió el móvil de la víctima pocos días después de los hechos. Entre finales de 2020 y mediados de 2023 vivió fuera de España, hasta que fue localizado en Bélgica y trasladado al territorio español.
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La Fiscalía reclama una condena de 14 años de prisión por homicidio, más otros diez de libertad vigilada, y cinco años por robo con violencia, un delito en el que además el acusado era reincidente. También pide su expulsión del país. En cuanto a la responsabilidad civil, pide 42.000 euros para la madre del fallecido y 16.000 para cada uno de sus dos hermanos.
La acusación particular coincide con el relato de los hechos. En su petición de condena añade un año más por homicidio, 15, y mantiene cinco por el robo con violencia. Respecto a las indemnizaciones, eleva a 100.000 euros la cantidad a pagar a la madre y 50.000 a cada hermano.
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Por su parte, la defensa pide la absolución del único imputado, ya que no considera probado el relato de los hechos de las acusaciones. Asimismo, destaca que no tiene sentido que matara a alguien por robar un móvil y que después acudiera al club en el que estaba al inicio de la noche. También apuntó que su cliente dejó España por motivos laborales, no porque quisiera huir. Y puso en duda la causa de la muerte, apuntando a una posible negligencia médica y a otras causas. La magistrada de la Audiencia Provincial aclaró que esa cuestión no forma parte del juicio.
«Yo no le he golpeado»
Tras la formación del jurado y la exposición inicial, la práctica de la prueba comenzó con la declaración del acusado, que negó su participación en la agresión que causó la muerte de Antonio T.
Según su relato, llegó al club cerca de las doce de la noche. En varias ocasiones el fallecido le pidió que le llevara a su casa en Castuera, ya que afirma que estaba bebido y no tenía dinero para un taxi. Debido a su insistencia accedió, aunque «ni siquiera sabía cómo se llamaba».
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La víctima viajaba en el asiento del copiloto pero estaba medio inconsciente. Sin embargo, el acusado dijo que en un momento dado agarró el volante del coche. Por eso paró el vehículo y le pidió que bajara, pero como no le hizo caso condujo hasta una gasolinera en Campanario, donde le tuvo que sacar del automóvil por su estado de embriaguez. Aunque aseguró que le dejó de pie en un lugar bien iluminado y que no le agredió. «Yo no le he golpeado». El fiscal le preguntó cómo se explicaba que apareciera con el cráneo roto. «No lo sé», afirmó.
En cuanto al móvil de la víctima, apuntó que lo encontró en su coche varias semanas después de los hechos y que, como no sabía de quién era, lo acabó vendiendo por 50 euros.
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