Las farmacias extremeñas alertan de la falta de más de 2.000 medicamentos
El desabastecimiento afecta en estos momentos a ansiolíticos, laxantes, fármacos para la tensión, la artritis o la epilepsia entre otros
Ana B. Hernández
Miércoles, 18 de octubre 2023, 07:02
El desabastecimiento de medicamentos en las farmacias de la región no deja de aumentar. «No es un problema exclusivo de Extremadura, ni siquiera de España, ... pero lo cierto es que va a más», afirma Cecilio Venegas, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz.
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En las 680 boticas con las que cuenta la comunidad autónoma el desabastecimiento afecta ya a más de 2.000 fármacos. «Porque aunque es una situación que se viene dando desde el final de la crisis sanitaria por la covid, en los dos últimos meses se ha producido un alza importante y son, por tanto, cada vez más los medicamentos que faltan», añade el presidente del COF de Badajoz.
Orfidal, Tegretol, Daparox, Lactoferrina, Condrosulf, Condrosan, Fluidasa u Ozempic son algunos de los fármacos que no hay en las boticas de la región en estos momentos. Ansiolíticos, laxantes, antiepilépsicos, hipnóticos, cardiacos, antiartrósicos... «El desabastecimiento afecta a toda clase de medicamentos y de forma general al conjunto de las farmacias; aunque no son siempre los mismos los que faltan ni se da en todos los casos, el problema es claramente generalizado», asegura Venegas.
La solución, además, «no está nada clara». Porque la situación viene de lejos y porque se trata de una cuestión «que forma parte de la macropolítica», frente a la que poco se puede hacer desde las farmacias. «Los farmacéuticos de a pie dedicamos al menos 10 horas semanales a la búsqueda de medicamentos, a mendigarlos a la industria por nuestros pacientes, porque nosotros conocemos cuál es su situación real».
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La sustitución de unos genéricos por otros es la solución habitual que se viene dando, «aunque no siempre es sencilla porque no pocas veces el desabastecimiento afecta a todos». Pero es mucho más complicada cuando se trata de fármacos nuevos, «de los que no hay por tanto aún genéricos que se puedan intercambiar», explica Venegas. En ese caso, «no queda otra que volver al médico para que cambie el tratamiento al paciente».
Los puntos de generación de los principios activos, de la química sin la cual la fabricación de los fármacos no es posible, están cada vez en menos manos y más alejadas. «Se producen en China y en la India», detalla Venegas, «en países sensibles a los cambios y crisis que se vienen sucediendo y que han encarecido la producción».
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Pero, además, «los medicamentos cada vez tienen criterios más altos de calidad, seguridad y eficacia que van en favor del paciente pero en detrimento de la fabricación masiva». De tal modo, señala el presidente del COF de Badajoz, que cada vez que se produce un mínimo error en la producción, en los análisis diarios que afectan a toda la cadena de fabricación, «se inmoviliza el lote, se para el proceso y se inicia desde el principio».
La posibilidad de derivar su fabricación a otro lugar apenas es una opción factible. «Porque son muy pocos los puntos de generación de los principios activos», recuerda Venegas, «y la demanda con la que cuentan deja poco margen para asumir otra».
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El precio más económico
Sin olvidar el aumento de costes que se viene produciendo tras la covid, por la crisis energética, la guerra de Ucrania, ahora la de Israel, «que afectan a todos los sectores, también al farmacéutico, a los envases de cartón, a los blísters, a las botellas de los inhaladores...».
Problemas globales que se suman al particular de España para la industria farmacéutica, que no para los ciudadanos. «No es un país atractivo para poner medicamentos en el canal farmacéutico porque tiene el precio de registro más barato de Europa y también el más financiado».
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El medicamento en España solo tiene un mínimo copago para una gran parte de la población, «de media y en conjunto unos 8 euros por persona y mes» detalla Venegas, de tal modo que a la industria le es más rentable colocar sus fármacos en lugares en los que el rendimiento económico que obtiene por ellos es más alto, «en países en los que el precio no está intervenido». Es el motivo por el que «la industria abastece nuestro mercado a regañadientes» y lo que contribuye a que la carencia vaya a más en una coyuntura global que dificulta la producción.
Por eso de los 25.000 fármacos registrados en el país, de 8.000 principios activos, el desabastecimiento alcanza ya a más de 2.000 medicamentos en las boticas extremeñas.
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