La falta de personal sigue siendo «un problema grave» para recoger la uva
Al predominar las explotaciones familiares, es complicada la gestión de contingentes que encadenen varias cosechas distintas
El presidente de la organización agraria UPA-UCE, Ignacio Huertas, es claro: «sigue faltando mano de obra en la vendimia, es un problema grave». Para él, esta carencia viene de hace tiempo y ha llevado a muchos propietarios a poner sus viñas en espaldera para facilitar su poda y mecanizar la posterior recogida, «pero en Extremadura sigue quedando mucho viñedo que hay que recoger de manera tradicional», dice preocupado al hacer un balance de la vendimia actual, la cual aún no ha concluido. Según sus primeras estimaciones la producción bajará en torno a un 20% respecto al año pasado por culpa de las olas de calor, pero en cambio la calidad de la uva es mejor gracias a las lluvias de la primavera.
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Además de los precios, muy bajos para el representante agrario, Huertas ha observado otro problema, la falta de mano de obra. Esta falta de personas para trabajar en el campo, dice, está obligando a arrancar viñas y reestructurar la propiedad para dedicarse a otros cultivos, principalmente el olivar.
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En cuanto a traer de fuera esa mano de obra que demanda la vendimia, Ignacio Huertas explica que Extremadura tiene unas condiciones específicas que genera unos picos muy concretos de demanda. Por eso, la opción de traer grandes grupos de personal no es sencilla. «Para traer contingentes de un tercer país deben venir con un contrato de trabajo de tres meses como mínimo porque así lo dice la ley, pero el agricultor aquí es de pequeñas y medianas explotaciones y no le salen las cuentas porque debe pagar viaje y alojamiento».
«Hay que encontrar fórmulas»
Debido a estas circunstancias, el representante de UPA-UCE asegura que están buscando fórmulas «para encadenar distintas campañas», señala mientras pone el ejemplo de Huelva, donde ya tienen experiencia en la gestión de contingentes y traen personal para cinco meses que pasan de un cultivo a otro.
La diferencia, concluye, es que en Extremadura tanto el viñedo como el olivar suelen necesitar un momento de recogida que apenas dura quince días, que es cuando la uva y la aceituna están en el momento de su cosecha, «pero se trata de explotaciones familiares que, aun necesitando mucha mano de obra en poco tiempo, no pueden gestionar la traída de contingentes, que requiere mucha burocracia».
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Según Huertas, de momento en la vendimia de este año a él no le consta que se esté perdiendo uva porque no se esté pudiendo recoger debido a falta de personal, «pero en la región hay que gestionar y esto y hace falta dar pasos adelante para solucionar la falta de mano de obra», zanja.
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