Cuadro que muestra la batalla de Mactán, donde murió Magallanes. / HOY

Los extremeños que dieron la vuelta al mundo con Elcano

Hernando de Bustamante y Juan Rodríguez se embarcaron en el viaje del que este martes se cumplen 500 años

Martes, 6 de septiembre 2022, 08:49

Este martes se cumplen 500 años de la llegada de Juan Sebastián Elcano a España después de completar la primera vuelta al mundo. Fue entre 1519 y 1522 cuando la expedición de Magallanes y Elcano protagonizó la gesta de circunnavegar el globo terráqueo. Con el objetivo de abrir una ruta comercial con las islas de las especias por occidente, cinco naves partieron de Sevilla el 10 de agosto de 1519. Tras casi 80.000 kilómetros de travesía y tres años después, de los 243 hombres que partieron con esa incierta misión solo 18 sobrevivieron. Entre ellos había un extremeño. Él era Hernando de Bustamante y Cáceres. Mérida y Alcántara se disputan el honor de ser su tierra natal.

Publicidad

Posiblemente era el marinero más importante de los 18 que volvieron, después de Juan Sebastián Elcano. Era el babero y eso significa que en aquellos tiempos era el cirujano, es decir, el que se encargaba curar a la gente.

María Belén Bañas, profesora de Antropología de la UEx, contó a HOY en 2019 que durante el viaje con Magallanes y Elcano protagonizó una de las acciones más destacadas. Fue él quien se adentró en el Estrecho de Magallanes junto a tres compañeros y divisó por primera vez el Mar del Sur, al que rebautizaron como Pacífico por la tranquilidad de sus aguas. Lo hicieron en una chalupa para ascender a un monte cercano y divisar desde lo alto. Para la antropóloga extremeña, Bustamante es el que descubre el Estrecho de Magallanes porque fue el primero en avistar que había agua al otro lado. «Eso lo prueba un documento que cobró y consta en el Archivo General de Indias», detalla Bañas, que lleva investigando sobre la figura de Hernando de Bustamante más de tres décadas.

«Tuvo un gran protagonismo en la expedición. Independientemente de que su función era la de barbero, era una persona culta e incluso él mismo se definía como un filósofo», matiza.

En él, entre otros aspectos, dejará clara la astucia que caracterizaba a este personaje que hizo una segunda expedición a las Molucas, también conocidas como islas de las especias. En ese caso salió desde La Coruña en 1525. Por aquel entonces ya era rico, pero su espíritu aventurero hizo que emprendiera otro viaje. Falleció en 1533 durante la travesía de Malaca (Malasia) a Goa (India).

Publicidad

Pero Hernando de Bustamante no fue el único extremeño que se enroló en la expedición.

Al menos hubo otro. En aquella epopeya también estuvo Juan Rodríguez Serrano, natural de Fregenal de la Sierra. Fue capitán de la nao Santiago y al morir Fernando de Magallanes pasó a liderar la expedición junto a Duarte Barbosa, aunque el cargo le duró solo tres días porque murió en una emboscada. Al menos eso es lo que se cree, relata Tomás Mazón, uno de los mayores expertos en la primera vuelta al mundo. Nació en Alicante pero vive en Villanueva de la Serena, donde se afincó tras casarse con una extremeña. Desde hace años, el tiempo libre que le deja su trabajo como jefe de obras -es ingeniero de obras públicas- se lo dedica a www.rutaelcano.com, la web que creó y dirige.

En 2019, Mazón repitió algo que ya había hecho más veces: sentarse al ordenador y entrar en el Archivo Nacional Torre do Tombo, que está en Lisboa pero tiene sus fondos digitalizados, de modo que se pueden consultar en Internet. Allí encontró sin querer el documento 'Auto das perguntas que se fizeram a dos espanhóis que chegaram à fortaleza de Malaca vindo de Timor na companhia de Álvaro Juzarte, capitão de um junco'. En español: 'Auto de las preguntas que se hicieron a dos españoles que llegaron a la fortaleza de Malaca (actual Malasia) venidos de Timor (antigua colonia portuguesa) en compañía de Álvaro Juzarte, capitán de un junco (un tipo de embarcación pequeña)'.

Publicidad

En esa declaración, Martín de Ayamonte, que había desertado junto a Bartolomé de Saldaña y fue apresado por un navío portugués, hace un relato que incluye aspectos que han enriquecido la información que se tenía sobre el viaje de Magallanes y Elcano. «La historia de la expedición -escribe Mazón en su web- no puede ser contada sin tener presente este documento. «Una de las cosas reseñables que Martín de Ayamonte cuenta -añadió el experto a HOY al poco de realizar el descrubrimiento- es precisamente la procedencia de Juan Rodríguez Serrano, que fue un hombre importante en el viaje».

La traducción al español del relato del viaje que hizo el grumete de la nao de Elcano acredita que el capitán Juan Rodríguez Serrano era de Fregenal

«Castellano natural de Frixinal», declaró el joven Martín de Ayamonte al referirse al capitán de la nao Santiago.

Publicidad

A la mención de «Frixinal» como el lugar de origen de Rodríguez, los autores de la traducción añaden una nota a pie de página. «Se trataría de Fregenal de la Sierra (Badajoz, España), siendo la primera referencia directa de su procedencia, que solo sabíamos por la crónica de López de Castanheda 'O Livro da Historia do Descobrimento e Conquista da India pelos Portugueses' (Coimbra, 1554'), aunque otras fuentes hablen de él como luso. No obstante, en la Relación de (Antonio) Pigafetta (un cronista) ya se le decía español».

El único capitán y piloto

«La relación de Pigafetta -explica Mazón- nos cuenta que a la muerte de Magallanes se eligió a dos capitanes, que fueron Duarte Barbosa y Juan Rodríguez Serrano. Sin embargo, la relación de Ginés de Mafra, que fue otro tripulante, nos dice que 'de común consentimiento, eligieron por capitán de todos a un Duarte Barbosa, que dicen que era primo de la mujer de Magallanes'. Ante estos documentos, no queda claro que Rodríguez Serrano sustituyera a Magallanes en el puesto de capitán general, pero sí podemos decir que tras la muerte de este, el extremeño pasó a encabezar el mando de la expedición junto a Duarte Barbosa».

Publicidad

«Rodríguez Serrano -sitúa el investigador residente en Villanueva de la Serena- era un hombre de confianza de Magallanes. De las cinco naos que partieron de Sevilla el 10 de agosto de 1519, él era el único que era capitán y también piloto, aunque la suya, la Santiago, era la embarcación más pequeña. Él era piloto de la Casa de la Contratación de Indias, lo que deja claro que tenía un nivel cultural elevadísimo para la época». Sabemos también que «en el puerto de San Julián, en la Patagonia, hubo un motín en el que participaron varios capitanes, pero no Rodríguez Serrano, que a la pregunta de si estaba con Magallanes o con el Rey, contestó que estaba con los dos».

Mazón cuenta también que el de Fregenal fracasó en una incursión marítima ordenada por su jefe, que sin embargo, le mantuvo la confianza. «La embarcación que dirigía -relata- encalló en el río Santa Cruz, uno de sus ocupantes murió y el resto fueron rescatados, y pese a este episodio, Magallanes le nombró capitán de la nao Concepción». Tras cruzar el océano Pacífico, llegaron a Filipinas, donde Magallanes murió. Fue en el combate de Mactán, el 27 de abril de 1521. «En desagravio por la muerte de Magallanes, las autoridades locales invitaron a las españolas a comer, y Juan Rodríguez Serrano acudió a esa cita junto a su hijo Francisco. Él recelaba de aquella invitación, pero fue porque le pareció que no hacerlo podría interpretarse como un gesto de cobardía. Y lo que ocurrió fue que allí le apresaron. Los indios le mostraron herido y maniatado, y pidieron un rescate por él. Los españoles pagaron, pero no fue entregado. Volvieron a pedir rescate una segunda vez, de nuevo los españoles pagaron y otra vez no fue entregado. Al final, a la tripulación no le quedó otra opción que abandonar a su jefe. Por mucho que les doliera, no tenían otra opción. En esa emboscada murieron 27 personas, entre ellas se supone que también el capitán extremeño».

Noticia Patrocinada

Todo ocurrió el 1 de mayo de 1522 en Cebú (Filipinas), detalla Tomás Mazón, que aporta otra clave para entender la trascendencia histórica de Rodríguez Serrano. «Que fue una figura importante -concluye- lo prueba también el hecho de que creyéndole muerto, el emperador Carlos V mandó a Hernán Cortés (extremeño de Medellín) a buscarle».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Primer mes sólo 1€

Publicidad