Cómo hacer entretenido el Derecho

La moda y los artículos de lujo también han sido objeto de sus estudios y publicaciones en el ámbito del Derecho Internacional Privado y en estos momentos está recabando información porque se dispone a impartir un curso masivo 'on line' ('Mooc') con una visión jurídica sobre el metaverso. «¿Qué pasa si te mueres, pero tu avatar sigue haciendo cosas?», se pregunta Isabel Antón Juárez, una almendralejense de 35 años que es profesora titular en la Universidad Carlos III de Madrid.

Hace unos días fue felicitada en redes sociales por el presidente de la Junta cuando se supo que el premio 'Shining Stars' recayó sobre esta extremeña. Según explica desde Getafe, donde vive, «el premio lo concede una plataforma que nace en Bruselas para reconocer a las mujeres que ejercen en el ámbito académico y trabajan en el Derecho de la Competencia y valoran publicaciones recientes y trayectoria profesional. En mi categoría hay otras cuatro mujeres más».

Es profesora universitaria desde 2009, cuando con 22 años empezó a tener como alumnos a quienes poco antes eran sus compañeros de clase. En 2014 recibió un premio extraordinario por su tesis doctoral sobre la distribución y el comercio paralelo en la UE. «Este tema es interesante porque en Europa había antes del euro mucho comercio paralelo relacionado con productos farmacéuticos y de lujo. En el primer caso los mayoristas compraban fármacos en España y los importaban a Dinamarca o Reino unido, lo que planteaba problemas a la competencia porque desbarata que las redes de distribución. En cuanto a los productos de lujo la clave es mantener cerradas legalmente estas redes porque si cualquiera los puede vender se pierde el aura del glamour, ya que se pueden vender perfumes de Dior en España más baratos y venderlos en otro país con mayor poder adquisitiva. Esto plantea problemas legales y era un tema muy práctico que decidí abordar junto a mis compañeros y mi director de tesis».

Los acuerdos matrimoniales y prematrimoniales también han sido objeto de sus artículos porque se dio cuenta de que apenas hay nada regulado sobre estos asuntos civiles. «Esto le gusta mucho a la gente porque salen mucho en la prensa debido a noticias sobre famosos, ya que quiero que en mis clases los alumnos vean la utilidad práctica».

Pero si hay algo que ha estudiado a fondo es la relación entre el Derecho Internacional y la moda, sobre lo cual dirige un curso en la Carlos III hace tres años, además de otro que desarrolla con Vogue. «Se trata de dar esa visión práctica y asesoramiento jurídico a empresas y particulares relacionados con la industria textil. Es interesante, por ejemplo, para un pequeño diseñador que quiera registrar un patrón, un estampado o una marca. ¿Un vaquero puede ser una obra de arte? Es que ha habido asuntos así que han llegado a tribunales internacionales. O las falsificaciones en el mundo de lujo, la moda sostenible teniendo en cuenta la nueva regulación. Todo eso se ve en estos cursos desde una perspectiva jurídica donde me acompañan los mejores profesionales de cada tema y que interesa a muchos juristas y pequeños empresarios que quieren crecer y para ello el Derecho es clave».

Para esta extremeña, en la Unión Europea aún queda mucho para conseguir este territorio común que a veces suena como utopía. «En relación al Derecho Internacional Privado –dice– hay muchas normas que nosotros no vamos a aplicar el derecho nacional. Con el fin de conseguir ese mercado común desde una perspectiva económica, ya en los años sesenta y setenta se tuvieron que hacer concesiones por parte delos estados. Para conseguir libre circulación de mercancías tienes que saber dónde puedo litigar y que todas las normas sean iguales. Pero hay otros temas que tiene menos regulación entre los estados miembros. Yo creo que se van dando pasos y con una Europa cada vez más uniformada el ciudadano también gana», dice esta extremeña a la que siempre le interesaron las leyes, aunque no hubiera antecedentes en su familia.

«Con trece o catorce años ya sabía que querría estudiar Derecho porque me gustaba leer el periódico para saber cómo era el mundo donde me encontraba y cómo funciona», dice esta almendralejense a la que encanta regresar a su pueblo, donde viven sus padres y al que sus hijos les encanta ir.