Educación ha confirmado 45 denuncias por acoso escolar y ha constatado dos
Padres y sindicatos avisan de otras conductas no recogidas en el protocolos que afectan a más alumnos y también a docentes
Vistas como estadísticas son simples cifras, pero cada caso es un drama en muchas familias. La Consejería de Educación de la Junta de Extremadura ha ... registrado en lo que va de curso 45 denuncias por presuntos casos de acoso escolar. De todos ellas solo se activó el protocolo 27 veces. En 12 ha sido contra una niña y en 15 contra un niño. Al final, tras llamar a todas las partes implicadas e indagar en los hechos, en Extremadura, donde van a clase en torno a 100.000 alumnos entre Primaria, Secundaria y Bachillerato, la Consejería de Educación lleva registrados de manera oficial dos casos de acoso escolar en lo que va de curso. Uno tiene que ver con un alumno y el otro con una alumna, en ambos casos de segundo curso de la ESO (13 años) y los dos en la provincia de Badajoz, uno en un pueblo y otro en la capital.
Publicidad
Antes de que existiera un protocolo sobre cómo actuar, el cual se aprobó en 2016, en todo el curso 2014/15 la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura detectó 150 posibles casos de acoso o violencia escolar, de los que confirmó 87 como reales. De éstos, 18 fueron producidos por el uso de las nuevas tecnologías. El ciberacoso, normalmente perpetrado a través de los móviles, empezaba ya a preocupar en la comunidad educativa, que precisamente esta semana se ha puesto de acuerdo para restringir el uso de teléfonos en los centros.
Los últimos datos de un curso completo, referidos al 2021/22, hablan de 87 denuncias de acoso escolar entre Primaria y Secundaria obligatoria, las cuales dieron lugar a 14 casos constatados (5 de ellos de ciberacoso), la mayoría en la ESO. En el curso 2018/19, el anterior al de la pandemia, registró 99 denuncias en Primaria y ESO (entonces dos terceras partes fueron en Primaria) y constató 31 casos de acoso, es decir, prácticamente uno de cada tres se confirmaron.
«Lo que se denuncia existe a nivel estadístico, pero un alumno esquinado hay que tenerlo en cuenta»
Alfredo Aranda
Sindicato PIDE
Todos los datos anteriores pertenecen al último informe del Observatorio regional para la Convivencia Escolar en la Comunidad Autónoma de Extremadura. Entre sus conclusiones afirma que «en general, el estado de la convivencia en los centros educativos extremeños no presenta datos alarmantes». Se basa en que la curva estadística sobre acoso escolar es descendiente.
Publicidad
Sin embargo, personas que pertenecen a ese Observatorio opinan que hay episodios más leves que no son detectados, y esto empaña la idea de que la convivencia ideal en los centros escolares de la región está cerca de conseguirse. Hablan de una especie de lluvia fina que termina calando en algunos alumnos y docentes y que no queda registrada en las estadísticas.
Ese Observatorio tiene una comisión permanente de once miembros en la que además de la Administración están sindicatos y las ampas (madres y padres de alumnos). A algunos de sus integrantes los datos y las conclusiones no terminan de cuadrarles.
Publicidad
Alfredo Aranda, perteneciente al sindicato educativo PIDE, aplaude que al fin se haya elaborado un protocolo para abordar los casos de acoso. «Antes los centros no sabían qué hacer. El protocolo ha venido bien porque le ha dado un marco de solución al problema», dice. Sin embargo, es consciente de que aún deja desprotegidos a muchos alumnos y, sobre todo, a docentes.
Noticia relacionada
«Mamá, ven a recogerme, por favor, porque me quieren pegar»
«Siempre distingo –prosigue Aranda– las conductas gravemente perjudiciales, las cuales no hay tantas, de esas conductas disruptivas de baja intensidad que no llegan a ninguna parte, pero entorpecen el transcurso de la clase. Son esos dos o tres alumnos que no dejan dar clase una hora y otra y otra y terminan generando estrés al docente. Eso existe».
Publicidad
Hay que tener en cuenta que para que se active un protocolo anti acoso primero que hay que atender a la definición de acoso: «Se considera que existe acoso escolar cuando un estudiante recibe un continuo y deliberado maltrato verbal, físico y/o psicológico por parte de otros escolares que se comportan con él o ella cruelmente con el objeto de someterlo, apocarlo, asustarlo y/o amenazarlo atentando contra su dignidad. Cuando este acoso se produce a través de tecnologías digitales, se habla de ciberacoso», dictamina el último informe sobre convivencia escolar.
Pero Alfredo Aranda incide en lo que él llama acoso de baja intensidad. «Hablo de dejar de lado, de que a alguien no le dejen participar en los juegos, de aislarle. No le estás pegando, pero emocionalmente le estás afectando. Lo que se ve y lo que se denuncia es lo que existe a nivel estadístico, pero lo que no se ve ni se denuncia es como si no existiera. Un alumno esquinado no se detecta, pero emocionalmente ese niño o esa niña está sufriendo y hay que tenerlo todo en cuenta», analiza.
Publicidad
En base a la anterior reflexión, Aranda cree que la estadística solo muestra la punta del iceberg. «La primera pulsión del alumno es callarse y muchos adolescentes lo hacen. El que se atreve a denunciarlo aflora y sale en la estadística. Pero que luego de 45 denuncias solo dos sean casos de acoso no me cuadra. Lo que no ha sido considerado acoso, ¿qué ha sido considerado? Debería tener alguna etiqueta, 'exageración', 'conducta disruptiva leve', 'conducta impropia', ... Sería interesante saber cómo han sido estudiadas».
«No le tiene que doler a los centros aplicar el protocolo anti acoso»
Gonzalo Blanco
Freampa
El último informe del Observatorio para la convivencia escolar, el que en el curso 2012/22 constató 14 casos tras 87 denuncias, detalla que la mayoría de los casos confirmados se dieron en la segunda mitad de cada trimestre. También que la cifra de niños acosados fue el doble que la de niñas. En cuanto a la autoría, «salvo en dos de los catorce casos constatados, en el resto se alude a alumnado del centro, bien del mismo grupo-clase de la víctima (cinco) o de cualquier otro grupo del centro». Por último, en el apartado 'Tipos' refleja lo siguiente: «Los insultos, las amenazas, la agresión verbal y física, la difusión de imágenes y la exclusión del estudiante acosado son los tipos registrados en el módulo de convivencia de la plataforma Rayuela».
Noticia Patrocinada
Del 'meme' a la IA
Gonzalo Blanco es diputado autonómico del PP y representante de la Federación Regional de Asociaciones de Madres y Padres de alumnos (Freampa) en esa comisión permanente sobre convivencia escolar. «El mensaje que hay que lanzar es que por pocos casos que haya, para nosotros como familias es importante trabajarlos. Creo que vamos en buena sintonía con las autoridades educativas porque hay escucha por parte de la Junta y quieren que las familias participemos, que es lo que venimos pidiendo hace mucho tiempo», señala Blanco.
Según dice, hay casos muy puntuales de gente que se queja, «pero no hay percepción de desamparo frente a la administración por parte de las familias, aunque seguro que el protocolo siempre se puede mejorar. No sé si 89 denuncias en un curso son muchas o pocas, lo que no le tiene que doler a los centros es aplicar ese protocolo anti acoso».
Publicidad
El problema viene –apunta este padre de familia– en que a veces se identifica como acoso la acción, pero no la omisión. «Me refiero a hacer el vacío, a dejar intencionadamente fuera del grupo de 'whatsapp' a alguien, a que no llamen a un alumno para salir, y eso no queda reflejado en ningún sitio. ¿Como demuestras ese vacío que duele mucho más que el insulto? Muchas veces se encadenan las acciones: aislamiento, insulto y agresión, pero otras no. Y en esos 89 casos no están esas denuncias, pero ha surgido un tipo de acoso, por eso animo a que todas las familias lo manifiesten», señala el representante de la Freampa.
Con todo, Gonzalo Blanco es consciente de que este es un tema complejo porque a veces los menores no comunican que la relación con sus compañeros es penosa para no generar más conflicto, el profesor tampoco se da por aludido aunque lo sospeche y el agresor se ve reforzado. «El tema está muy de actualidad, igual que el ciberacoso, que empezó con los 'memes' y hoy ha llegado a la Inteligencia Artificial. Por eso es muy importante trabajar sobre el acoso y sus niveles con la familia», concluye.
Primer mes sólo 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión