Dori, viuda: «Deberíamos mentalizarnos para cuando nos toque vivir solos»
J. L. G.
Lunes, 28 de enero 2019, 08:14
Dori Barco tiene 70 años y vive sola desde hace catorce, cuando falleció su marido. Reconoce que entonces lo pasó muy mal. «Pero entonces recapacité y vi que podía tomar dos caminos, o hundirme o seguir adelante». A estas alturas de su viudedad Dori asegura haber rehecho su vida por su cuenta y ha intentado buscarle ventajas a vivir sola. Su principal ocupación, dice, son los ensayos del Orfeón Ciudad de Plasencia, así como el Coro de Mayores del Hogar de la avenida de la Vera. Además, tiene pareja aunque no convive con ella.
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«La soledad es muy triste y yo lo he pasado fatal porque era de las personas que iba con mi marido a todos lados, pero luego te acostumbras y remontas. Todos deberíamos estar mentalizados para cuando nos toque estar solos y aprender a llevarlo lo mejor posible», dice Dori, quien reflexiona con humor sobre su condición, ya que entre otras ventajas, dice, no tiene que discutir con nadie sobre qué canal se ve en la televisión o el menú de la cena.
Dori no tiene hijos, pero sí hermanos. «Ahora viven nueve, pero llegamos a ser trece y yo era la mayor», cuenta para resumir a qué ha dedicado gran parte de su vida. Estos le han dado muchos sobrinos, si bien asegura que ella es perfectamente autónoma. De hecho, conduce su propio coche. «Lo que me fastidia es que me operaron de cataratas y ahora me renuevan el carné cada tres años en vez de cada cinco», declara esta placentina.
Según se define, «soy una persona activa, me considero ágil todavía y además de estar en coros, he sido voluntaria del comedor social de Cáritas en Plasencia y estuve en la Universidad de mayores del 2005 al 2010, y así los días se me pasan volando. Sin embargo, entiendo que otras personas de mi edad o más mayores sí necesiten ayuda», dice antes de citar una lista de casos que conoce en los que enfermedades como el párkinson o el alzhéimer dificultan una vida en soledad. De hecho, ella cuenta cómo estas personas son ayudadas a diario bien por servicios de atención a domicilio o bien por sus hijos.
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