«Nos dijeron que la única solución es abrir ventanas para ventilar»

Que en el museo Pérez-Comendador Leroux de Hervás hay radón se lo dijeron a Manuel Díaz Pérez hace casi un año, durante su visita a este centro cultural. El lugar le causó «una grata impresión», por «la información que nos proporcionaron las trabajadoras que allí se encontraban, que fue fundamental para entender la obra que el edificio contiene y ofrece al visitante», escribe en su carta dirigida a HOY. Y también por la profesionalidad de las empleadas y el trato tan agradable que nos dispensaron», añade, antes de contar lo que les ocurrió durante el recorrido.

«Tras comenzar la visita, adentrándonos en la fuerza creativa de Ángel Duarte para continuar por las salas donde se nos ofrecía la obra escultórica y pictórica de Pérez Comendador, así como la de familiares y amigos, nos pareció percibir un espacio bien dispuesto, bien iluminado y en unas condiciones muy aceptables. Solamente un hecho insólito nos llamó la atención, y fue el frío que empezamos a sentir por momentos». «A pesar de que ese día se produjo un repentino descenso de las temperaturas -continúa relatando-, inexplicablemente todas las ventanas estaban entreabiertas».

Al preguntar por el motivo, se le indicó que era el gas radón. «Al parecer -explica Díaz Pérez-, desde hace años se conoce la presencia en el edificio de este gas, radiactivo y letal, sin que se hayan tomado medidas, por lo que abrir las ventanas para ventilar es lo único que pueden hacer». «Según nos informaron -concluye el texto-, a pesar de haber puesto este hecho en conocimiento de responsables, de haberse realizado mediciones dando como resultado altos niveles de concentración de gas, no se han tomado medidas urgentes destinadas a corregir esas concentraciones y así eliminar la exposición gratuita, tanto del personal que allí trabaja como de los visitantes del museo».