Devolverá a plazos los 160.000 euros que estafó a tres ancianos en Medina de las Torres para evitar la cárcel

«Si incumple un solo plazo, irá a prisión», advirtió la letrada poco antes de comunicar a los jubilados que, cuando menos, podrán recuperar de forma periódica una pequeña parte del dinero que desapareció de sus cuentas.

Junto a los ancianos, varios familiares escuchaban atentos las explicaciones. Era el final a la triste historia que han vivido tres ancianos –dos son hermanos– que depositaron toda su confianza en un vecino de mediana edad al que conocían por los trabajos que realizaba en el pueblo.

A uno de ellos le dijo que necesitaba su cartilla bancaria para evitar que la compañía telefónica contratada por el anciano le siguiera cobrando «comisiones indebidas». El ahora condenado le ofreció contactar con un amigo que era abogado, a lo que accedió la víctima, que no sabía leer ni escribir.

De ese modo realizó múltiples extracciones de dinero en los cajeros automáticos de Ibercaja de Zafra, Medina de las Torres y Puebla de Sancho Pérez entre el 1 de octubre de 2020 y el 21 de julio de 2021. En total, 40.651 euros.

Igualmente estafó a una hermana de este anciano. En este caso le dijo que iba a cerrar la oficina bancaria en la que tenía su dinero, la sucursal de Ibercaja de Medina de las Torres. Logró así que esta anciana sin estudios le diese su cartilla, con la que se apoderó de 15.200 euros.

Eso sucedió entre los meses de junio y julio de 2021. Pero unos meses antes, en una fecha indeterminada de 2020, ya había actuado de modo similar con otra mujer vecina de esta localidad a la que le ofreció contactar con su amigo abogado para que le abonasen los intereses correspondientes al dinero que había ingresado en el banco tras vender una casa. Con la cartilla logró apoderarse de un total de 134.345 euros.

Finalmente se descubrió la estafa y dos años después había sido señalado el juicio en el que iba a ser vista esta causa en la Audiencia de Badajoz. Para la Fiscalía, se trataba de un delito continuado de estafa agravada para el que proponía 6 años de prisión y el pago de una multa de 3.300 euros.

A ello sumaba la obligación de devolver los 162.563 euros de los que se apoderó, cantidad algo inferior a la estafada inicialmente porque antes de celebrarse el juicio ya había entregado 23.113 euros al primero de los afectados y 4.520 al segundo.

La acusación particular también era dura en su solicitud, pero antes de comenzar el juicio se abrió una negociación para encontrar una solución que convenciera a todas las partes.

De este modo fue pactada una sentencia de conformidad que reduce a dos años la pena de prisión, una condena que acepta dejar en suspenso la Fiscalía siempre que abone mensualmente una cantidad de 1.300 euros.

El delito que se castiga es el mismo, estafa continuada agravada, pero se le aplican las atenuantes de reparación parcial del daño y de ludopatía. La revocación de la pena de prisión tiene una condición clara: abonar puntualmente las 125 entregas de 1.300 euros a lo largo de los próximos diez años y medio. A ello se une un segundo condicionante: si en el plazo de cinco años vuelve a delinquir irá a prisión.