«Mi casa está en Mérida, que es el lugar donde he parido prácticamente todas mis novelas»
Susana Martín Gijón. Escritora criada en Villanueva de la Serena, autora de once libros
Hay quien dice que Agatha Christie ya tiene quien la guarde el trono. De hecho, muchos se refieren a Susana Martín Gijón como la reina de la novela negra, un título que se ha ido labrando con trabajo. A sus 42 años, esta licenciada en Derecho ha publicado 11 novelas. Entre ellas destaca la exitosa saga protagonizada por la inspectora Camino Vargas y compuesta por 'Progenie' (2020), 'Especie' (2021) y 'Planeta' (2022), una trilogía con la que ya se ha consolidado como una escritora referente a nivel nacional e internacional. Su niñez y adolescencia están ligadas a Villanueva de la Serena y su casa está en Mérida, aunque ahora vive en Madrid por cuestiones de promoción de su carrera literaria. En noviembre ha visitado más de una decena de ciudades con 'La Babilonia, 1580', un thriller que publicó en agosto y está ambientado en la Sevilla de finales del siglo XVI. Con él hace un pequeño giro de guion y podría dar el salto a la novela histórica.
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–¿Cuándo empezó a escribir?
–He sido muy lectora desde pequeñita porque mi madre nos lo inculcó a los tres hermanos. Mi hermano mayor es filólogo y también escritor. Yo tiré por la vertiente de Derecho, pero siempre escribí para mí. Mi madre guarda relatos, colecciones de cuentos que escribía de pequeña y algunos que alguna profesora presentó al concurso Felipe Trigo y quedó finalista. Pero es cierto que como he tenido una vida profesional muy intensa no comencé a escribir una novela para el público hasta lo 30 años. Fue en 2011, con 'Más que cuerpos', que se publicó en 2013.
–¿Y cuándo da el salto a dedicarse exclusivamente a la escritura?
–Eso sucede cuando llevo ya siete novelas publicadas. Estuve durante muchos años compatibilizando mi carrera como asesora jurídica y la de escritora. Llegó un momento en que era insostenible mantener los dos oficios. Con la salida de 'Progenie, que además me había fichado Alfaguara, que es una gran editorial y le iba a dar una distribución muy buena, pues me lancé a ver qué pasaba. Siempre sabiendo que es una carrera con mucha incertidumbre y complicada. Ser autónomo es difícil en cualquier sector, pero en la cultura quizás un poco más. Pero la verdad es que desde entonces me ha ido bien y con cada uno de los libros ha ido creciendo más mi público.
–¿Qué factores le han acompañado para construir su carrera literaria?
–Perseverancia, constancia y profesionalidad. En el imaginario sigue presente que los escritores nos ponemos a ratitos, o cuando nos viene la inspiración. Y no es eso para nada. Es una carrera de fondo, muy dura. Es un caminito en el que he ido paso a paso y se me ha ido conociendo. Con cada novela he ido creciendo. Cuando estoy en el proceso de escritura hago mi jornada laboral en el ordenador. Yo me pongo a escribir todas las mañanas y tardes. Hace falta tomarse muy en serio tu trabajo para armar novelas de 400 páginas, con tramas que se entrecruzan, personajes y, en mi caso, poniendo también mucho énfasis en la documentación del tema que voy a abordar.
–¿Por qué su inclinación hacia la novela negra?
–Fundamentalmente por tres razones. Por una parte, mi abuela fue siempre muy lectora de novela criminal. A ella le encantaban las novelas de Agatha Christie. Siempre les regalábamos novelas y tenía su pequeña biblioteca llena de estos libros y yo acudía a ellos también. Ha sido una lectura que me ha apasionado y, de alguna forma, tenía interiorizada la estructura de este tipo de novelas. Con lo cual a la hora de escribir mi primera novela me salió de forma natural. También me gusta el juego del gato y el ratón entre autor y lector. El público tiene que averiguar quién es el culpable y el escritor te va a ir dando pistas, pero intentando que no sea más lista que él y no se descubra hasta el final. Como autora me parece un reto intelectual muy interesante. Por otra parte, la novela negra es un buen vehículo de transmisión para destapar problemas de la sociedad actual.
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–Muchos la consideran ya la nueva reina de la novela negra. ¿Le gusta que le digan eso?
–Es un honor. Hay grandes escritoras y escritores en este género, pero es cierto que me he hecho mi caminito y que tengo ya una voz propia y un sello de identidad quizás muy arraigado al retrato social que hago. No son simples novelas trhiller, ágiles y trepidantes, sino que también incluyen ese poso social.
–Aunque la reina de la novela policiaca ha sido Agatha Christie, es un genero dominado por hombres. ¿Eso está cambiando?
–Además los protagonistas solían ser masculinos y con una masculinidad muy instaurada. El papel de las mujeres estaba muy estereotipado y muy en segundo plano. Afortunadamente eso ha ido cambiando. No sé si podemos hablar ya de equilibrio, pero se han incorporado muchas autoras y muchas protagonistas muy diversas que han enriquecido el género.
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–Annika Kaunda es uno de los personajes inspirados en Extremadura o mejor dicho es una extremeña con origen namibio. ¿Qué lugares de esta región le inspiran para escribir?
–Cuando empecé mi primera novela, una de mis motivaciones era poner en el mapa de la novela negra a Extremadura. No habían ficcionado como escenario a Extremadura. Me apetecía que los extremeños nos pudiéramos ver reconocidos en esas novelas. El centro ha sido Mérida, pero ido pasando a lo largo de los libros por poblaciones como Montijo, Torremejía, Calamonte, Badajoz, Villanueva o Trujillo. Como lugar de mi trabajo, me quedo con mi estudio, delante del ordenador y un café. Ahora mismo estoy en Madrid, pero mi casa está en Mérida, que es el lugar donde he parido prácticamente todas mis novelas.
–Fue directora del Instituto de la Juventud de Extremadura de 2007 a 2011. ¿Cómo ve a la generación de jóvenes actualmente?
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–Sigue predominando esa visión negativa, cuando con temas relacionados con el cuidado del planeta y el cambio climático son los jóvenes los que nos están poniendo las pilas a nosotros. Hay que seguir reivindicando escuchar a la gente joven y darles ese espacio. No esperar que cumplan más años porque tienen muchas cosas que decir y aportar.
–Tiene redes sociales. ¿Qué le parecen?
–Para mí son una herramienta muy importante porque al otro lado están mis lectores, que me hacen reseñas, me hacen llegar sus impresiones. Es un espacio muy bonito para sentirme cerca de mis lectores. En la época de la pandemia era la forma seguir cerca de ellos. Es una herramienta que está bien siempre que se le dé un buen uso. Todos los 'bookstagramers' y 'bookstuber' están haciendo una labor impresionante en cuanto a fomento de la lectura. Es gente muy joven con miles de seguidores que leen decenas de libros al año y los comentan con entusiasmo. Realmente hacen más por el fomento de la lectura que muchas instituciones.
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Prensa digital
–¿Cómo se informa habitualmente?
–A través de periódicos digitales. Los extremeños son los primeros que sigo viendo aunque esté fuera.
–En 2033 el Diario HOY cumplirá un siglo. ¿Cómo se imagina el mundo de la información dentro de diez años?
–Me gustaría que se le diera un mayor espacio a la cultura. Ojalá se pusiera en el centro y no tanto en los márgenes porque realmente es lo que nos hace avanzar como sociedad. También me gustaría que se regulara el tema de las 'fakenews' y los bulos, ya que sino cada vez será más difícil diferenciar lo que es real de lo que no. Y eso es un riesgo para el periodismo actual y futuro que debería tomarse muy en serio.
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