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Camelios y casas de piedra
Bello rincón. Un americano ha abierto un hotel, Baroja noveló la zona y su aceite triunfó en París
J. R. Alonso de la Torre
Hoyos
Viernes, 21 de abril 2023, 08:28
Visitamos esta semana tres pueblos preciosos e inesperados de la Sierra de Gata: Trevejo y Hoyos, conjuntos histórico artísticos, y Villamiel, el pueblo extremeño más ... pequeño con más casas rurales: 66 viviendas turísticas, 392 habitantes y un hotel boutique lujoso y escondido, Aqua Oleum, enclavado en una magnífica finca que pudo ser de la teniente de alcalde de Burdeos y ha acabado siendo de un americano emprendedor y soñador.
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Villamiel... En 1833, pasó a depender de la provincia de Cáceres junto con otros municipios, hasta entonces salmantinos, como Descargamaría, Robledillo de Gata, San Martín de Trevejo y Trevejo. Coqueta la plaza, aunque llena de coches. Se puede desayunar en el restaurante Boada, donde también sirven una comida mestiza, española, japonesa y peruana (está recomendado por En Salsa y también por la guía Repsol). Otro restaurante donde se come bien es La Azuela.
La plaza de Villamiel es coqueta, aunque está llena de coches. En el súper Boadas, venden miel de azahar de la sierra de Gata. Detrás del ayuntamiento, callejas y casas con encanto y en un lateral de la iglesia, mensajes tétricos grabados en piedras centenarias: «No hay cossa que más despierte que dormir sobre la muerte... Haz aquello que quisieras aber hecho quando mueras».
En Villamiel, la familia Berjano elabora el vino Trasantier de la Hacienda Nava del Rey, un gran blanco verdejo con un golpe olfativo que evoca la memoria del pitarra. El aceite de esa hacienda es heredero del aceite manzanilla cacereña con el que el tatarabuelo Daniel Berjano ganó la medalla de oro en la Expo de París de 1900. De Villamiel era el médico personal de Carlos II y Felipe V. También era de este pueblo Andrés González de Barcia, uno de los fundadores de la RAE, y un Sande que presentó a Felipe IV un plan para invadir China, que si hubiera fraguado habría cambiado la historia del mundo. De la presencia de tanto personaje ilustre queda en Villamiel un poso aristocrático sustanciado en sus mansiones señoriales y sus buenas casas burguesas.
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Trevejo... La referencia visual y monumental de esta zona de la Sierra de Gata es el castillo y la aldea de Trevejo, precioso enclave semejante a las aldeas históricas portuguesas del otro lado de la frontera. Trevejo fue municipio hasta que, a causa de las desamortizaciones del siglo XIX, se quedó sin ingresos para mantener su independencia y, en 1859, fue anexionado a Villamiel. Domingo Domené, alcalde de Villamiel entre 1979 y 1982, prohibió en Trevejo la construcción de casas con fachada de ladrillo y el encalado de las paredes de piedra, conservando de esta manera el encanto de este pueblo y su castillo, que aparecen en «Los recursos de la astucia» de Pío Baroja, uno de cuyos capítulos se desarrolla en el castillo de Trevejo. Además de pasear por la aldea, tras aparcar a la entrada, se puede tapear y comprar vino, aceite y otros productos serranos en El Buen Avío, que abre de 18.30 a 20.30 horas de jueves a viernes y de 11 a 23 horas sábados, domingos y festivos.
Hoyos... Es uno de los pueblos más bellos de Extremadura. De la bondad de su clima dan cuenta los camelios que florecen en sus calles acabando el invierno. Es centro de servicios y tiene un restaurante en la carretera, El Redoble, con uno de los mejores menús del día de Extremadura. Hoyos: naranjos, limoneros, casas de piedra, balcones floridos, calles con resonancias medievales, hiedra en los muros y silencio. Hoyos recuerda a Santillana del Mar, pero sin gente. Para comprar, espléndidos quesos en La Rozay, a un paso del pueblo en la carretera de Perales, y riquísimas trufas, bombones y chocolates artesanos (llamar al 654 549 780).
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