«Badajoz es estimulante y ofrece mucha cultura, incluso gratis o a precios irrisorios»

Antonella Trotta nació en el sur de Italia en 1978, y llegó a Extremadura en septiembre de 2005 tras vivir en varios sitios de Italia. Residió en Cáceres una temporada y actualmente vive en Badajoz, donde regenta su propia clínica veterinaria, Antovet.

–¿Por qué vino a Extremadura?

–Después de acabar la carrera de Medicina Veterinaria en Perugia (Italia), realicé un proyecto en la Facultad de Veterinaria en Cáceres, donde conocí a un chico, que finalmente fue mi marido durante años y padre de mis hijas. Después de mi estancia en Cáceres volví a Roma, donde estuve trabajando, y posteriormente me mudé a Badajoz para empezar el proyecto personal de vivir junto a mi pareja. Empecé trabajando en una clínica de la ciudad por una sustitución por baja maternal y desde entonces nunca dejé de trabajar en Badajoz, pero luego ya con mi propia empresa.

–¿Qué impresión tuvo cuando llegó?

–Cuando llegué a Cáceres por primera vez recuerdo que me impactó muchísimo el panorama durante el trayecto en autobús desde Madrid... parecía Texas, muchas áreas abiertas, semidesiertas y con unas tiendas de chapa que finalmente me explicaron que son para los cerdos criados en extensivo. La ciudad de Cáceres me fascinó, es preciosa y tengo muy buenos recuerdos de mi época cacereña. Cuando llegué no tenía ni idea de castellano, intentaba comunicarme en inglés, pero entendí que tenía que aprender el idioma rápidamente. Por suerte, italiano y castellano son parecidos, por lo menos en la parte oral. En Badajoz me instalé en un barrio de casas bajas, parecía un pueblo muy pequeño, me resultaba extraño pero me adapté enseguida.

–¿Cuál es la mayor diferencia que ha encontrado entre el modo de vida de aquí y el de Italia?

–Al margen de la covid-19, en España, y particularmente en el sur del país, la gente adora «vivir la calle». En Italia somos más de reuniones en casa, con amigos y familiares. Pero aquí, incluso en invierno, se ponen unas estufas de exteriores y se permanece en las terrazas lo que se pueda.

–¿Cómo le recibieron aquí?

–Genial. Soy una persona muy extrovertida y me encanta conocer gente, sus costumbres, y hago amistad con relativa facilidad. De pequeña mi padre siempre nos decía a mi hermana y a mí: «Sois ciudadanas del mundo», y creo que esto me marcó bastante porqué jamás me sentí fuera de lugar ni en España ni en ningún sitio donde viví anteriormente. Aquí la gente me resulta muy acogedora y me he sentido integrada desde el primer momento.

–¿Tardó en acostumbrarse a vivir aquí o se adaptó enseguida al ritmo de vida?

–Soy de un pueblo con playa del sur de Italia y estoy acostumbrada a vivir en varios sitios, por lo que me adapté enseguida a la vida de Badajoz. Lo que quizás cambiaría son los horarios de comer y cenar, son demasiado tardíos y no facilitan la conciliación familiar.

–¿Cómo ha cambiado su visión de la región en el tiempo que lleva aquí?

–Creo que tiene muchísimo potencial aún sin explotar. En los últimos años he descubierto que Badajoz es culturalmente viva y estimulante; ofrece mucha cultura incluso gratis o a precios irrisorios.

–¿Podría definir Extremadura con tres palabras?

–Dimensión humana, económica y con calidad de vida.

–¿Qué es lo que más le conquistó de esta tierra?

–La cantidad de horas de luz, esto viene bien sobre todo porque los horarios de trabajo son muy largos y por lo menos en verano cuando sales no te sientes un murciélago. El norte de la región me tiene enamorada. Su frondosa flora y la fauna tienen un atractivo muy especial. Además, el turismo rural, hoy más de moda que nunca, ofrece unos paisajes espectaculares.

–¿Y lo que menos?

–La falta absoluta de medios de transporte, como el AVE o un aeropuerto que funcione de verdad. El hecho de que no se apoye el potencial empresarial y artístico de los extremeños me da mucha pena y rabia. Y ya puesta... me encantaría que hubiera playa, sería mi ciudad ideal.

–¿Qué destacaría de los extremeños?

–Son abiertos y muy acogedores, desde el primer minuto me he sentido como en casa.

–¿Qué cree que necesita Extremadura para su desarrollo?

–Urge la puesta en marcha de medios de transporte eficientes, y más apoyo a los pequeños comercios. Por ejemplo, el río tiene un potencial increíble en Badajoz, tendría que estar alborotado de locales y actividades deportivas. Deberían crear en Badajoz una pista para bici realmente funcional.

–¿Cuáles son sus sitios favoritos de la región? ¿En qué sitios le gusta perderse?

–La Vera, el Jerte... el norte de la región.

–¿Qué echa de menos en Badajoz?

–Transporte y apoyo al turismo.

–¿Los servicios públicos con los que cuenta son suficientes? ¿Y las propuestas culturales y el comercio?

–Totalmente insuficientes. Es un freno para el turismo y para que la gente piense en vivir aquí.

–¿A qué dedica su ocio?

–A hacer deporte al aire libre, leer, ir al teatro, al cine...

–¿La cercanía con Portugal es un aliciente? ¿Suele viajar con frecuencia al país vecino? ¿Dónde va?

–Por supuesto que lo es. Estar 'a caballo' entre dos países es un lujo. Sí, voy a menudo, sobre todo en verano.

– ¿Le gusta el clima extremeño?

–Si fuera algo más suave el calor del verano también me gustaría.

–¿Suele recomendar a sus familiares y amigos que vengan de vacaciones o a vivir a Extremadura?

–Es una lástima, pero no suelo recomendarlo como sitio de vacaciones ni para vivir (más allá de para visitarme) porque es demasiado complicado llegar aquí. El tiempo es oro.

–¿Hay algunas costumbres o tradiciones que le hayan llamado especialmente la atención?

–La celebración de los Reyes Magos y el Carnaval de Badajoz, que es impresionante.

–¿Suele acudir a fiestas de interés turístico o a acontecimientos culturales?

–Sí, desde hace tres años acudo puntual al Festival de Teatro de Mérida. Tenemos un tesoro al alcance de todo el mundo.

–¿Qué es lo que más le gusta de la gastronomía extremeña?

–Es un tópico pero la tortilla de patatas me encanta, los guisos, la carne... vamos, casi todo. La cocina extremeña me gusta mucho. Lo que echo de menos es la presencia de verduras, es muy complicado en restaurantes que te pongan verduras de acompañamiento. Solo patatas fritas, bravas... En Portugal es más fácil comer verduras.

–¿Dónde ha viajado o va a viajar este verano?

–A Alange, que es precioso, y a Portugal.

LAS FRASES