Los acusados del crimen de Feria tenían claro cómo entrar: «Hay que ir a hierro»
«El 'mono' pendiente de la tía, tú apuntándole al tío y los dos a registrar», decían en uno de los audios hallados en sus teléfonos móviles
El asalto al cortijo de Feria no fue improvisado. Lo advirtió la Guardia Civil en la vista del martes y quedó confirmado este jueves con ... los audios que fueron intervenidos en los teléfonos móviles de dos de los principales sospechosos. «Que haya 100.000 euros, que haya 20 o que haya 30, no lo sé. Pero billetes hay», dijo Antonio Jesús en uno de los mensajes que envió a José Manuel.
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Antonio, extrabajador de la finca, es considerado el principal inductor del robo, y José Manuel su principal apoyo. «Hay que pegarle el pechugazo y amarrarla» y después hay que decirle «o me dais el dinero o le cortamos los dedos», se escucha en otro de los audios que se intercambiaron a través de whatsapp.
«La vieja para mí, la vieja para mí», añadían mientras se iban envalentonando en una carrera sin freno que finalmente acabó con la muerte del ganadero.
Pero aunque todo estaba preparado al milímetro, en algún momento consideraron la posibilidad de que algo saliese mal. «A lo mejor vamos detenidos los tres. Los tres no, los cinco», dijeron uno de los días.
Y mientras esos mensajes circulaban por sus teléfonos móviles se escuchaba de fondo a los hijos de algunos de los procesados, un detalle que no pasó desapercibido para los miembros del jurado elegidos por sorteo. Las expresiones de asombro y las muecas de sus caras –a veces se mordían los labios– hablaban de la estupefacción que les provocaban las conversaciones.
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«Mañana le voy a rezar al señor y a todos los santos que haya, a ver si alguno me echa una mano», decía uno de los procesados.
«El mono (Daniel) pendiente de la tía, tú apuntándole al tío y los dos a registrar». «Hay que cogerlos bien para no hacerles daños, se amenaza y se les deja por la noche con una mantita para que no cojan frío», dicen en otro pasaje. «Se amarran, se juntan en los 'sofares' y si hace falta les corto jamón y les pongo una cerveza», añadían riendo a carcajadas a veces. En otra de las conversaciones el extrabajador hablaba de la ropa que vestían sus futuras víctimas. «El puto viejo tiene buena ropa y la tía vieja tiene unos trajes buenos, buenos, de El Corte Inglés».
Aunque lo que realmente les interesaba era el dinero que Antonio Jesús había visto manejar al ganadero, de quien decía que siempre pagaba con billetes de 500 euros. «El viejo decía que los bancos iban a quebrar y se iban a quedar con el dinero», por eso suponía que tendría una buena cantidad de billetes en la caja fuerte que había en la nave.
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En esas semanas previas al robo tenía claro que el ganadero opondría poca resistencia, «el viejo no vale un duro, además no ve na». Pero no tenían la misma opinión de su esposa, a quien consideraban peligrosa por ser bastante más joven.
«Los tres a una, hay que ir a hierro, a 'jierro' porque vamos a repartir entre los tres», concluían convencidos después de hacer otro tipo de comentarios, casi irreproducibles, en los que se planteaban agredir sexualmente a la mujer.
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La Fiscalía pide 28 años de cárcel y la acusación particular casi 40
La Fiscalía de Badajoz mantiene unas peticiones de prisión que elevan a 28 años y seis meses de cárcel la pena que solicita para los tres varones acusados de matar al ganadero de Feria y secuestrar a su mujer para sustraer un importante botín económico que todavía no ha aparecido.
Con respecto a los varones la calificación definitiva no experimenta cambios con respecto a la realizada antes de iniciarse el juicio, pero sí introduce variaciones en lo referido a sus parejas, para quienes propone una reducción de penas tras considerar que su participación fue secundaria.
Para Ana María, que fue la persona que llevó a los tres ladrones a la finca en su coche por ser la única de las mujeres que tenía carné de conducir, propone una pena de prisión de 36 meses, mientras que para las otras dos mujeres el castigo solicitado lo fija en 24 meses al considerar que participaron en menor medida de los hechos.
Más contundente es la solicitud que realiza Miguel Cristo Tinoco, el abogado que representa a la familia del ganadero. En su caso eleva a 38 años y 9 meses de prisión la pena para los tres hombres, mientras que para Ana y Victoria pide 21 años y 4 meses de cárcel. Por el contrario, reduce a tres años la solicitud para Laura, la entonces pareja del hombre que confiesa haber realizado el disparo, tras saber que los indicios que pesan contra ella son menos contundentes.
Por parte de las defensa, el letrado que tiene un mayor número de representados es José Duarte, que defiende los intereses de José Manuel y a las tres mujeres que se sientan en el banquillo.
En su caso rechaza que se condene a José Manuel por el delito de homicidio porque no fue él quien disparó, sino Daniel. Si fuese atendida su solicitud la pena que se le impondría sería muy inferior a la que piden las acusaciones, que consideran a los tres hombres responsables de la muerte aunque sólo uno de ellos apretó el gatillo.
En cuanto a las mujeres, Duarte acepta las penas que pide la Fiscalía, superior para Ana por ser quien condujo el coche camino de la finca.
Inmaculada Badajoz, la abogada de Daniel, asume que fue él quien apretó el gatillo pero pide que se le aplique la atenuante de confesión y que se tenga en cuenta «que fue un instrumento en manos de otras personas».
Finalmente, Isabel María Moreno Canseco solicita que Antonio Jesús, el extrabajador de la finca, sólo sea condenado por el robo con violencia e intimidación y no por el homicidio. El veredicto del jurado comenzará a estudiarse este viernes.
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