Soledad González García-Castro, defensora de la creatividad
Autónoma dedicada al comercio artesanal
J. López-Lago
Lunes, 24 de abril 2017, 07:59
Se define como una bióloga sevillana que dio un giro de 180 grados a su vida apostando por la creación artesanal en una nueva ciudad, Badajoz. «Me pirra organizar y amenizar eventos y todo lo que huela a movimiento cultural y creativo», dice su presentación en la web de la tienda Galandainas, un negocio que se sale de lo habitual pues además de vender organiza actos culturales y talleres sobre disciplinas artesanales varias.
Publicidad
ALGUNOS DATOS
-
Biográficos.
-
Nació en Sevilla en 1983, pero vive en Badajoz desde el año 2007 con su marido. «No tengo hijos, pero sí tres gatos, dice».
-
Profesionales.
-
Estudió la carrera de Biología, pero apenas ejerció. El 11 de abril de 2014 abrió Galandainas-Espacio Creativo, una tienda en la calle Virgen de la Soledad del Casco Antiguo de Badajoz junto a su socia, Cándida Mendoza. Soledad pertenece además a la junta directiva de la Asociación de Empresarios del Casco Antiguo de Badajoz (Aecab).
Como bióloga ejerció poco tiempo, y cuando conoció a su pareja, al ser él de Badajoz, decidió venirse a vivir a esta ciudad extremeña. De aquella decisión hace ahora diez años. Aquí fue donde se convirtió en pequeña empresaria de la nada, sin experiencia previa más allá de vender algunas creaciones suyas de manera amateur, pero muy convencida de que en el Casco Antiguo pacense hacía falta un espacio así.
«Aquello fue como una mezcla de ganas de hacer algo y de una coyuntura económica con pocas perspectivas de estabilidad laboral. Además, encontré a una compañera, Candi, mi socia, que coincidía con mi manera de pensar y teníamos por tanto el mismo objetivo. Pero entonces no sabíamos nada de montar un negocio, así que hicimos cursos de formación en emprendimiento, sobre comercio minorista y finalmente nos asesoraron en un Punto de Activación Empresarial. Pasaron seis meses entre que nos decidimos y nos pusimos en marcha», relata ahora tres años después de inaugurar su tienda.
Una peculiaridad es que dentro de su negocio no solo venden ellas, sino mucha más gente que tenga algo que ofrecer. Allí se alquilan microespacios para particulares que deseen ofertar sus creaciones artesanales sin necesidad de estar presentes. Se cobra una mensualidad asequible que ronda los cuarenta euros y una cuarta parte del precio de venta al público, un formato que estimula la iniciativa de todo aquel que sabe hacer algo especial y quiere obtener algún ingreso con ello. Hay quince microespacios ocupados ahora mismo y cambian bastante, lo que da diversidad a la zona de exposición. En general, ofrecen productos de moda y complementos para hombre, mujer, niños y bebés, decoración, diseño gráfico, bisutería y cosmética natural.
Se puede decir que en un momento en el que el comercio lo acaparan las grandes cadenas y los productos hechos en serie, ella y su socia riegan cada día su pequeño oasis de creatividad a contracorriente de las tendencias actuales.
Publicidad
En su opinión, el Casco Antiguo está despegando y mucha ayuda ha venido desde las administraciones, pero Soledad González destaca sobre todo el impulso que da la iniciativa privada cada vez que un empresarios arriesga y monta un negocio de hostelería o una tienda.
Según cuenta, arrancar un comercio en Badajoz no es fácil. «En el Casco Antiguo pacense los alquileres son excesivamente elevados y los pocos propietarios que hay no se bajan del burro, así que ni las grandes marcas pueden aguantar, pero es que además la estabilidad económica no ha llegado a Extremadura y Badajoz es una ciudad complicada donde a los negocios nuevos les cuesta, y eso que esta calle está volviendo a tener actividad comercial. En nuestro caso la mitad de la gente que entra no sabía ni que existíamos (...) Me gustaría que la gente sea consciente de lo que compra y que reflexiones sobre por qué algunos artículos son tan baratos».
Publicidad
Además de talleres variados -fotografía, encuadernación creativa, serigrafía y estampado o cosmética ecológica, entre otros-, en el salón anexo al espacio de venta se han presentado libros, exposiciones de cuadros o exhibido cortos.
Público femenino
«Nuestro público reconozco que es mayoritariamente femenino, tanto las clientas como las asistentes a los talleres. Es como si el hombre concibiera el ocio de otro modo. En cuanto a quienes compran o venden aquí, parece que a las mujeres se les haya potenciado más el interés por la moda o la creatividad, aunque la realidad es que esto último está cambiando poco a poco y hay chicos que diseñan cosas para chicas y chicas que diseñan para chicos».
Publicidad
Lo que sí observa esta empresaria es que sigue abundando la imagen de ese hombre que entra a buscar algo para regalar a su pareja y anda muy desorientado, por lo que recurre a los consejos de la dependienta. «Ayudamos encantadas, pero a veces pienso que quien realmente debe conocer los gustos de ella es él. Ahí los hombres siguen teniendo una asignatura pendiente», dice.
Impulsa 'La ciudad tejida'
Pero si hay una actividad con la que se ha dado a conocer Galandainas (esta palabra significa adorno cursi) es por su iniciativa 'Urban Knitting', que viene a significar 'la ciudad tejida'.
Publicidad
Este movimiento surgió en Estados Unidos y consiste en tejer lanas para adornar determinadas zonas de una ciudad para llamar la atención sobre el estado de abandono que sufren.
Sole y su socia Candi afrontaron el pasado sábado su tercera edición de 'La ciudad tejida' y ya han impulsado eventos similares en Villafranca de los Barros y Castuera por dos veces. En el caso de Badajoz cuentan con la colaboración de las concejalías de Cultura y Comercio y lo hacen en la Plaza de España, por lo que se visualiza un arte, el de hacer ganchillo y punto, que antes era muy popular pero ahora es minoritario.
«Siempre me han gustado las labores y las técnicas tradicionales, y aunque no las practico mucho procuro impulsarlas. A nuestros talleres viene mucha gente, creo que porque tejer relaja muchísimo. Lo llaman lanaterapia y te aseguro que hay muchos más hombres que tejen en casa de los que imaginas, pero no lo dicen», revela.
Primer mes sólo 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión