Una reválida cara y polémica

La Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) establece cuatro pruebas de evaluación. Aunque una de ellas, la que se deberá realizar en segundo curso de Bachillerato, sustituye a la selectividad, las otras tres se están incorporando de forma paulatina al sistema educativo. Son las previstas en tercero y sexto de Primaria y en cuarto de Educación Secundaria Obligatoria.

Las dos primeras no tienen consecuencias académicas para los alumnos, pero la de ESO sí. Los alumnos deberán superarla para pasar al siguiente nivel educativo.

La implantación de las llamadas reválidas de la Lomce, en realidad pruebas externas que evalúan el nivel de conocimientos de los escolares, comenzó el pasado curso. Entonces en Extremadura los alumnos que cursaban tercero de Primaria estrenaron la primera reválida.

De nuevo este curso, los escolares que ahora hacen tercero realizarán esta prueba. La Consejería de Educación informa que la reválida será los días 17 y 18 del próximo mes de mayo.

Afectará a 10.800 alumnos, que serán evaluados de dos competencias: competencia lingüística en lengua castellana y competencia matemática. El coste de esta prueba es de unos 13.000 euros, para el diseño, la impresión y la distribución de las bolsas de seguridad con los exámenes.

El departamento que dirige Esther Gutiérrez ya ha elaborado la instrucción que regula esta prueba externa que en la región se celebra por segundo año.

Sin embargo, otros tantos alumnos, más de 10.000 también según los datos facilitados por Educación, que ahora cursan sexto de Primaria, deberían estrenar este curso la reválida fijada en el calendario de aplicación de la Lomce, de tal modo que la prevista para cuarto de ESO se llevaría a cabo el próximo curso. Siempre y cuando la consejería no logre, como pretende, suspender el calendario de aplicación.

El coste económico de esta segunda reválida asciende a 185.000 euros, en base a los alumnos matriculados y el número de pruebas a realizar: competencia lingüística, competencia matemática y competencia en ciencia y tecnología. Un alto coste, según Educación, porque se exige que tanto los aplicadores de la prueba como los correctores sean personal docente ajeno al centro en el que se celebran los exámenes. «Y esto nos obliga al desplazamiento entre centros de aproximadamente unos 680 docentes, a lo que debemos sumar el coste de redactores de ítems, coste de corrección de las pruebas e impresión y distribución de cuadernillos de evaluación».

Los nuevos responsables de la consejería no quieren continuar con la aplicación de la Lomce y han llevado a cabo, desde que el PSOE llegara al Gobierno regional por ello, diversas medidas para lograr, en primer término, suspender la reválida de sexto. Con este fin Educación ha recurrido al Tribunal Supremo, para que derogue el decreto que la regula. Además ha solicitado al Ministerio que convoque la Conferencia Sectorial de Educación, donde están representadas todas las comunidades autónomas, con el mismo fin. Y esta misma semana, tras autorización del Consejo de Gobierno, ha pedido una reunión urgente y extraordinaria de la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado para pedir la suspensión del calendario de aplicación de la Lomce.

«Desde su presentación ha provocado grandes desencuentros en la comunidad educativa, no solo por su contenido, sino también por el calendario de implantación que, además de precipitado, se está ejecutando con falta de respuesta a las incertidumbres planteadas por las comunidades autónomas, resultando absolutamente inasumible, tanto por la administración educativa como por los propios centros educativos», argumenta.