El microbús del accidente de Castuera circulaba más rápido de lo permitido

El microbús en el que viajaban los cinco menores fallecidos el pasado 8 de mayo en un accidente de tráfico junto a Castuera circulaba a una velocidad superior a la permitida. En concreto, en el momento del choque marcaba 84 kilómetros por hora, 14 por encima de la limitación de 70 que corresponde a un vehículo de transporte infantil en una vía de ese tipo. Así lo desvelan los datos del tacógrafo, que hasta el momento se desconocía dónde estaba y que, según se supo ayer, desde el día del suceso está en poder de la Guardia Civil.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Castuera, que tramita las diligencias previas, acogió ayer la declaración de cuatro agentes de la Guardia Civil que participaron en la redacción de los atestados. En su comparecencia señalaron que el microbús circulaba a 84 kilómetros por hora, pero que el exceso de velocidad sólo supone una infracción administrativa y no explica el accidente. En su lugar, sostienen que se debió a una imprudencia del conductor de la retroexcavadora a la que trataba de adelantar el autobús. Entre ambos vehículos se produjo un roce, tras lo que el vehículo de transporte colectivo perdió el control y volcó. Fallecieron cinco menores de entre 12 y 15 años de edad, todos miembros de un equipo de fútbol sala de Monterrubio de la Serena.

Según los primeros indicios, la retroexcavadora se desvió a la izquierda cuando ya se había iniciado el adelantamiento. No tenía la revisión de la ITV en vigor, y según apuntan fuentes conocedoras del caso tampoco contaba con retrovisores ni con una luz reglamentaria de señalización. A esto se suma que en los primeros análisis en saliva el conductor dio positivo por consumo de cocaína y cannabis.

Todas estas cuestiones motivaron la detención y el ingreso en prisión del conductor de la retroexcavadora, Fernando F. M., un día después del accidente. Sin embargo, en las muestras de sangre (tomadas más de seis horas después del suceso) no se halló suficiente cantidad de droga, lo que motivó su puesta en libertad a principios de junio. Pero se mantiene como único imputado.

Versión del conductor

El abogado de la defensa, José Duarte, considera que la declaración de los guardias civiles demuestra que el microbús circulaba a más velocidad de la permitida. Pero sobre todo destaca que cuestiona la versión del conductor, quien aseguró que durante unos metros circuló detrás de la retroexcavadora antes de iniciar el adelantamiento.

Para Duarte, los datos de la Guardia Civil evidencian que no pudo situarse detrás de la retroexcavadora, lo que le hubiese obligado a reducir drásticamente su velocidad. Sin embargo, otras valoraciones apuntan que pudo mantenerse a cierta distancia y después iniciar el adelantamiento hasta llegar a los 84 kilómetros por hora citados.