Heladerías artesanas para enfriar el verano
En Extremadura se pueden tomar cremosos cucuruchos de torta del Casar, de mojito, de pepino e incluso helados de flor de jara
En Madrid, hay helados de aceite de oliva, en Asturias, de fabada y de queso de Cabrales, en Valencia, de tortilla y de verduras... En Extremadura, lo salado llegó al mundo de la heladería con helados de torta del Casar, despachados en Helados Artesanos Laura, en Cáceres. Y es que los helados artesanales extremeños no tienen nada que envidiar a los del resto de España, ni tampoco a los famosos italianos. Vengan con nosotros y En Salsa les enseñará dónde probar estos deliciosos bocados veraniegos, más esperados que el disco de Caribe Mix.
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Desde 1927 lleva la familia de Agustín Mira haciendo helados artesanos y naturales en Zafra. Su bisabuelo, que era de Jijona, salió por aquel entonces a buscarse la vida y recaló en 'Sevilla la chica'. Actualmente, la empresa, que va ya por la cuarta generación, tiene presencia en Zafra, Badajoz, Mérida, Cáceres, Hervás, Fregenal y Almendralejo. Es decir, está repartida prácticamente por toda la región. Y es que al principio a Agustín Mira lo conocían como 'El Valenciano de Zafra', pero ha conseguido que su nombre resuene ya como sinónimo de ricos helados. Tienen entre 50 y 60 referencias de sabores.
Una de las novedades de este año es un helado de stracciatella con láminas de parmesano y una gelée de vino de la Puebla. También va a incorporar en los próximos días uno de caramelo salado, un sabor típicamente francés, que lleva caramelo con nata, mantequilla y un toque de sal. Y destaca uno que, según asegura Agustín, solo lo tiene él: de almendra amarga con cóctel de frutos secos. ¿Es que se pueden hacer helados de todo? Este maestro heladero lo consigue utilizando solo materia prima de primera calidad, esto es, ingredientes nobles. El helado de fresa lleva fresas, nada de preparados.
En este mismo carrito de helados naturales y alternativos está subido Helge Hachenberg, un alemán que vive en Extremadura gracias al amor, pues su mujer es pacense. Él regenta en Alburquerque desde hace cuatro temporadas Heladino, una heladería artesanal. Tras vivir en Berlín, la pareja se mudó a este pueblo pacense, donde Helge percibió que no había ninguna heladería. Así que aprendió con un heladero italiano y ahora él crea sus propias recetas heladeras, una tarea que tiene mucho de artesanía y un poco de química y matemáticas. «Nunca sale un helado a la primera, necesitas cuatro o cinco pruebas para conseguir la calidad deseada», explica.
Entre sus helados llama la atención uno de la flor de jara, tan representativa de nuestros campos, o de queso de cabra trufado de la quesería local Doña Leonor. Pero también tiene otros más festivos como de mojito o de gintonic. No obstante, los paladares tradicionales también ven saciado su antojo veraniego con los típicos helados de vainilla, chocolate, limón, fresa... «Me motiva mucho innovar. Si por mí fuera, haría helados nuevos y diferentes cada semana, pero los clientes mandan», indica Helge en un perfecto castellano.
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Manuel León lleva 32 años haciendo helados artesanos y, cuando le preguntamos que cuál es la clave de su éxito, confiesa que es un apasionado del helado. «El secreto de cualquier profesión es que a la persona que está elaborando, le guste el producto que está haciendo», sentencia. Él no solo degusta, también atiende y, por supuesto, fabrica los helados de Helados Artesanos Laura, en Cáceres.
Para inspirarse, habla con sus clientes. No es que los interrogue, sino que se va quedando con pinceladas, detalles, peticiones, etcétera, pero siempre bajo una premisa: huir de los prefabricados. Ahora acaba de sacar uno para esta temporada de higos ecológicos, y también le gusta mucho el de Torta del Casar. «Pero no tengo un sabor favorito, depende de la época, del día, del momento...». Además, su honradez le impide recomendar. «Cada uno tenemos un paladar diferente, yo lo que hago es enunciar cuáles son los más vendidos y que el cliente elija».
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La heladería Rizzolato, en Castuera, amenaza: «Si no encuentras lo que buscas en nuestra selección, podemos realizar bajo pedido casi cualquier sabor que se te ocurra». De hecho, tienen una sección de helados salados, donde se ven delicias -o rarezas- como helados de aceite de oliva; de pepino; de pimientos del piquillo; de tomate... Los elaboran de manera artesanal, con productos frescos (leches de primeras marcas, cacaos selectos, frutos secos de la región, frutas frescas, zumos naturales...) y sin saborizantes, colorantes ni conservantes. Los más de 40 años de tradición heladera avalan a esta familia -Rizzo-, originaria de la Toscana italiana en la elaboración de esstos llamativos cremosos. ¡Buen provecho!
Más información
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Agustín Mira Tiene heladerías en siete localidades de la región.
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Heladino Avenida Aurelio Cabrera, 15. Alburquerque. 681659348
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Helados Artesanos Laura Plaza América, 1. Cáceres. 927245843
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Rizzolato Calle Sta. Ana, 57. Castuera. 678860928
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