Una deliciosa cita con la cocina pacense

¿Quién dijo que las segundas oportunidades no eran buenas? Badajoz Gastronómica solo lleva dos ediciones, pero este evento organizado por En Salsa se acaba de consolidar como uno de los actos gastronómicos más importantes de toda la provincia pacense.

El Hospital Centro Vivo de Badajoz fue este viernes el restaurante en el que 300 personas –150 a mediodía y otras tantas por la noche– disfrutaron de las creaciones de algunos de los mejores cocineros de la provincia en un menú degustación irrepetible.La inauguración oficial tuvo lugar a las 13 horas, una hora antes de que llegasen los primeros comensales al histórico recinto, concretamente al Patio de los Pozos. Este fue el escenario ideal para acoger la buena gastronomía en un día primaveral en el que el sol hacía apariciones casuales por los resquicios del edificio.

La directora de HOY, Mar Domínguez, y el director general del diario, Álvaro Rodríguez Guitart, fueron los anfitriones de esta apetecible jornada y dieron la bienvenida a Juan Antonio González, portavoz de la Junta de Extremadura (patrocinador principal del acto) y a Ricardo Cabezas, vicepresidente primero de la Diputación de Badajoz, además de a otras autoridades. Asimismo, acudieron representantes de Cruzcampo y Caja Rural de Extremadura, partners estratégicos de Badajoz Gastronómica.

Todos ellos se interesaron por los stands que allí había y conocieron datos tan curiosos como que la firma Reborto afina sus quesos de oveja en una cueva a cuatro metros bajo el suelo, que Heineken es la única cervecera que se abastece al 100% de energías sostenibles o que Rabitos Royale exporta el 80% de su producción a países como Rusia o Ucrania. También contemplaron cómo Vicente González, maestro cortador de jamón de Señorío de Montanera, laminaba con precisión de cirujano una pieza ibérica de bellota. Coca Cola expuso su gama Royal Bliss, mientras que Cabrito de Extremadura, Corderex y Queso de la Serena también quisieron estar presentes en un stand compartido.

«La primera edición de Badajoz Gastronómica fue un éxito de organización y de público, por eso hemos querido volver a estar presentes», enunció el portavoz de la Junta de Extremadura. «Además, esto es una gran promoción para los restaurantes de la región y para nuestros productos, que son de primera calidad», apostilló JuanAntonio González. También repitió José María Martínez, propietario de Galaxia. «El año pasado, en la cena, me gustó tanto cómo había salido todo, que ya me comprometí y avisé que contasen conmigo para la próxima edición, sin ni siquiera saber cuándo sería», confesó.

Mientras, en unas improvisadas cocinas, ubicadas en la zona de talleres del Hospital Provincial de Badajoz, resonaba el tintineo de platos y vajillas, pero reinaba una sorprendente tranquilidad, teniendo en cuenta que había representantes de ocho restaurantes acabando sus creaciones in situ.La primera en salir fue la ensalada de solomillo marinado con queso fresco, tomate y pesto, de Honky Tonk (Monesterio). Antes, una pizarra con quesos y jamón DOSeñorío de Montanera abrió el apetito. Otra de las tapas frías fue el 'iberomaki' de Restobar 19/91 (Puebla de la Calzada). Sus propietarios y chefs, Aitor Jiménez y Abraham Melitón, contaron que les pareció interesante y divertida la propuesta, así que no dudaron ni un segundo en traer uno de sus platos estrella a Badajoz.

José Luis Entradas, de La Rebotica (Zafra), se quedó el año pasado con ganas de estar presente, así que esta vez lo tuvo claro. Preparó un solomillo curado y ahumado con tierra de aceituna negra y unas gotas de mayonesa de lima que potenciaban el sabor del ibérico. «Es una convivencia muy bonita que nos sirve para darnos a conocer entre otro tipo de público y poner de manifiesto el valor de la gastronomía extremeña», dijo.

Después, llegó el turno del pan bao de carrillera de carne de la Asociación Nacional de Retinto. Elaborado por el equipo de Galaxia (Badajoz), se apoyaba sobre un humus de calabaza y unas aceitunas negras en rodajas. El Laurel, también de Badajoz, deslumbró con su crujiente de cabrito con mayonesa de hoisin y encurtidos que, además de darle vistosidad, le aportaban matices ácidos y picantes al plato, muy crujiente por fuera y jugoso por dentro. Su cocinero, Cecilio Cordero, indicó que le gustan las experiencias nuevas y Badajoz Gastronómica le suponía salirse de la zona de confort, por eso aceptó cocinar en este día especial.

Todos estas delicias estuvieron armonizadas con los vinos de Bodegas Medina, concretamente con un verdejo y un tinto joven. Tuétano, uno de los restaurantes revelación de Mérida, presentó una tapa repleta de texturas. Los canelones de Ábako (Villanueva de la Serena) estaban rellenos de carrillera ibérica estofada al curry rojo y llevaban por encima una bechamel de coco, lo que hizo que más de uno rebañase el plato con los panes caseros de Artesanos Panvira.

El chef Antonio Caro cerró los platos salados con una impresionante caldereta de ventresca de cordero con falso ñoqui de patata. El cocinero de La Bistrológica (Badajoz) se sintió muy satisfecho con su participación en la primera edición de esta cita con la cocina pacense, por eso hizo doblete. Además, reconoció que el año pasado muchas personas conocieron su restaurante por este evento. Esas personas ahora son sus clientes. Por tanto, Badajoz Gastronómica no solo es una oportunidad de degustar un menú de altura, también de abrir nuevas fronteras culinarias entre los restaurantes que participan.

Fueron ocho tapas repletos de sabor y enjundia que dejaron más que saciados a los 300 afortunados que consiguieron entrada. No obstante, el postre, 'Una mijina de bellota', prometía. Por eso siempre hay que guardar hueco para la parte dulce.El pastelero Paco Crespo, de Artesanos Panvira, volvió a triunfar con su bizcocho genovés relleno de licor de bellota. Ypor último, los camareros del cátering Javier Píriz agasajaron a los asistentes con un par de bombones Rabitos Royale, un producto muy gourmet de Almoharín. Una copa de cava de la bodega López Morenas fue el broche de oro a una velada perfecta. Por suerte, ya queda menos para la próxima edición.

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