Un plan para salvar autónomos

Fomentar nuevos autónomos, pero también que los que están en activo no cierren, para lo que se plantea la posibilidad de generar nuevas ayudas que combatan los efectos de la crisis del coronavirus. El nuevo plan de autoempleo de Extremadura, dotado con 165 millones de euros para el periodo 2020-2023, no ignora una crisis que afecta a 80.000 profesionales de la región.

El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, firmó ayer con los responsables de las asociaciones ATA, Opaex y Ceat Badajoz el plan, en el que han participado las consejerías de Educación y Empleo, Economía y Agricultura.

El mandatario extremeño recalcó que nace «con un carácter flexible y permeable, revisable a la vista del contexto socioeconómico de enorme complejidad que estamos viviendo».

La presidenta de ATA Extremadura, Raquel de Prado, recalcó que surge en una situación totalmente distinta al anterior debido a la crisis de la covid y especialmente complicada para los sectores de hostelería y comercio. Por ese motivo, recalcó la importancia de que el plan sea abierto y maleable para que permita adaptarse a la situación actual «con medidas extraordinarias».

Por parte de Ceat Badajoz, Javier Dorado afirmó que la situación actual ha puesto en una situación límite a muchos autónomos. Por eso afirmó que este plan «es más necesario que nunca», ya que tras la crisis económica el autoempleo será una salida muy demandada.

Fernando Segador, de Opaex, coincidió en subrayar que el plan se podrá adaptar a las circunstancias en caso de que sea necesario. A su juicio, las líneas en las que incidir para los 80.000 autónomos de la región son la creación de negocios en zonas rurales, el mantenimiento de las empresas en marcha, el relevo generacional y la segunda oportunidad.

El presupuesto, 165 millones de euros (unos 40 millones por ejercicio), supone destinar 10 millones más que en el plan 2016-2019, dotado inicialmente con 155 millones de euros.

Los objetivos del nuevo plan son favorecer la incorporación al mercado laboral a través del autoempleo, trabajar en la cualificación, incidir en el acompañamiento empresarial, crear empresas innovadoras y de sectores estratégicos, promover los proyectos liderados por mujeres, modernizar el comercio tradicional, afrontar los desafíos demográficos y territoriales, fomentar el relevo empresarial y apostar por jóvenes emprendedores.

De esa forma, se contempla acompañar a los autónomos desde el nacimiento de la actividad al desarrollo de la misma e incluso hasta su traspaso. Para ello, plantea varios ejes de actuación, entre los que se encuentra como acción de carácter transversal la eliminación de burocracia.

Asimismo, se propone que se pueda compatibilizar la cotización en los dos regímenes, el general y el de autónomos, y que los beneficiarios de ayudas no pierdan las subvenciones por modificar su actividad en una situación complicada y cambiante.

También se incluye un plan de consolidación del empleo autónomo a partir del segundo año de alta, cuando suele concluir el plazo de mantenimiento de actividad que exige la concesión de ayudas, y se promoverá la contratación de personas por autónomos asumiendo la Junta la financiación del primer año.

En el ámbito de la formación y el acompañamiento, se pondrá en marcha un plan de digitalización, se fomentará la enseñanza 'online' y se incidirá en la creación de viveros, incubadoras y escuelas de micronegocios. En este ámbito se ampliará la red de puntos de activación empresarial a 24, una herramienta que ha demostrado su utilidad y que ahora solo existe de forma fija en Badajoz, Cáceres, Mérida, Plasencia y Don Benito.

Por último, se seguirá apostando por los microcréditos como fórmula de financiación y se mantendrán las líneas de ayudas actualmente en vigor, a lo que se unirán medidas para el relevo y segunda oportunidad para profesionales en crisis.