«El PP esconde sus siglas por vergüenza»

Tiene un hablar pausado y, en alguna ocasión, hasta sacerdotal. Álvaro Jaén, el líder de Podemos en la región, espera que el próximo día 24 las urnas le coloquen en disposiciòn de exigir el rescate ciudadano de los miles de extremeños víctimas de la crisis. No se extiende mucho en analizar la gestión del PP en la región y señala que ya lo hace Cáritas por él cuando refleja en sus informes «un panorama devastador» con miles de personas en riesgo de pobreza y exclusión. Sí dice que el PP es consciente de esta situación y que por eso está haciendo una campaña en la que le da vergüenza mostrar su siglas. «Se hacen llamar 'Hacemos', como si la gente no tuviera memoria».

¿Sería posible oírle decir que el cambio de imagen, su corte de pelo cuando antes tenía rastas, no tiene nada que ver con el cálculo político? Parece un asunto tonto, pero puede ser importante.

Tan importante como que una tarde me dijo mi cuñada: 'ven, que te voy a hacer un arreglo'. Y me cortó el pelo. Es así de sencillo. El pelo te lo cortas unas veces, otras te lo dejas largo. Lo tendré largo de nuevo. Ahora llega el buen tiempo y hay que aligerarlo...

¿Descartado, entonces, el tratar de aparecer como un chico bueno?

Descartado. No me siento así en absoluto.

Como habrá notado, mis preguntas anteriores implican desconfianza. ¿No cree que Podemos empieza a generar desconfianza debido a que, desde sus inicios hasta ahora, ha cambiado de discurso?

Hay quien dice que hemos perdido una cierta irreverencia que nos caracterizaba al principio, pero creo que mantenemos la frescura en plenitud y, sobre todo, mantenemos algo muy importante: que el proyecto nace desde abajo y conservamos los espacios de intercambio de ideas y propuestas a los que la gente de Podemos acudimos cada semana para debatirlas en sus pueblos y ciudades y que sean vinculantes.

Eso es solo un procedimiento, una manera interna de funcionar..

Pero esa manera de funcionar y de hacer política participativa es la que caracteriza la frescura de Podemos. El 15M enseñó que había que hacer la política de manera distinta. Ahí está la clave de por qué muchísima gente en España y, por supuesto, la que participó en el 15M, no se siente representada por las opciones políticas que hasta entonces había.

Menciona el 15M. ¿Qué queda en Podemos del 15M y de ese 'asalto al cielo' que pedía Pablo Iglesias cuando se constituyó su partido?

Nosotros no somos el 15M, pero Podemos no se entiende sin el 15M. Lo que nos queda de él es la participación y la transparencia. Que significa que lo que queremos para afuera nos lo aplicamos dentro de nuestra organización. Nos creemos la democracia y nos sometemos a lo que los ciudadanos quieran.

Insisto: esos son líneas transversales a los partidos. Este mismo discurso se oye en Ciudadanos. Lo que le pregunto es por sus propuestas. Hace unos días Pablo Iglesias resumió el programa de Podemos para las autonómicas diciendo que lo que quieren es recuperar las esencias de la socialdemocracia. En este sentido, ¿qué se puede esperar de Podemos, una versión nueva del PSOE?

Antes que nada he de decirle que nosotros tenemos poco que ver con Ciudadanos; estamos en sus antípodas. No creemos que las marcas blancas sean una solución. Por otro lado, el artículo 1 de la Constitución señala que España es un Estado social y democrático de Derecho. Pues que se cumpla. El pacto social no lo ha roto la ciudadanía, sino las élites a las que el PSOE pertenece. Este partido reformó la Constitución dando prioridad al pago de la deuda frente al gasto social.

Así que no son una versión nueva del PSOE

No. Al PSOE le suele suceder que es muy diferente lo que plantea en campaña y lo que hace al gobernar. Hay quien defiende, también el PSOE, que la democracia es solo una técnica de selección de gobernantes, que se renueva o no cada cuatro años. Que votamos y después volvemos a nuestras cosas. No es así y lo habíamos olvidado. Podemos ha venido a recordarlo. Esa es una de sus grandes aportaciones.

Al principio, Podemos reivindicaba no pagar la deuda; ahora ya no lo cuestiona. Al principio exigían una renta básica universal; ahora solo a determinados colectivos y lo único que les diferencia con la del PP es su cuantía...Gran viaje hacia la moderación.

No veo ese gran viaje. La deuda, que ha pasado en Extremadura de 900 a 3.000 millones en tres años sin que se sepa en dónde se ha metido ese dinero, hay que auditarla, y la renta básica universal se planteó en las Elecciones Europeas como un viaje a largo plazo, como un concepto de determinados sectores de la intelectualidad de la economía que defienden que toda persona debe tener derecho a una renta cuando vengan mal dadas. ¿Cómo se concreta eso? En que quien agote su prestación por desempleo, tenga garantizada una renta para no caer en la pobreza.

A veces, señor Jaén, confunde. Hay declaraciones suyas que las suscribirían en el PP. Por ejemplo: el pasado 16 de febrero usted dijo en HOY que estábamos incumpliendo la Ley de estabilidad presupuestaria y, un momento más tarde, que urgía un rescate ciudadano. ¿Con qué Álvaro Jaén nos tenemos que quedar?

No veo contradicción ninguna en esas declaraciones.

Pues Montoro estará muy contento de oírle defender la disciplina presupuestaria.

Uno puede entender, e incluso apoyar, el endeudamiento de una región si es para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. Pero si resulta que ese endeudamiento no sirve para nada de eso, y además, estás incumpliendo la Ley de estabilidad presupuestaria, mi obligación es criticar que en Extremadura ni siquiera estás cumpliendo la ley que ha aprobado tu partido. Quiero reflejar con mi crítica la contradicción en la que incurre el PP. Por eso digo que la deuda hay que auditarla. Porque ni siquiera ha servido para aquello por lo que estaría justificado incurrir en ella: para mejorar la vida de la gente.

Emergencia social

Pero usted sabe que en muchas ocasiones la política es priorizar. En este sentido, ¿qué es primero: controlar la deuda o el rescate ciudadano?

Ya le digo que no están en tensión ambos conceptos. Una vez que sabemos que hay gente en Extremadura en situación de emergencia social es fundamental abordar un rescate ciudadano. Me dirá que eso es gasto. Y yo le diré que entonces tenemos que hablar de ingresos y de qué medidas fiscales o presupuestarias hay que abordar para sufragar esos gastos. Pero mientras tanto se toman estas decisiones, se puede empezar a aplicar el rescate ciudadano, porque hay medidas que no cuestan ni un duro. Un ejemplo que puede sorprender a muchos: acabar con los desahucios no genera ningún gasto. Basta cumplir la ley. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea nos ha dicho hace ya dos años que los desahucios son contrarios a derecho si no se ofrece una alternativa habitacional. Eso cuesta cero euros y bastaría con tener voluntad de cumplir lo que dicta ese tribunal. Si la Administración retirase sus cuentas de los bancos que desahucian el problema estaría resuelto.

Pero sí cuesta dinero dar una renta básica equivalente al salario mínimo a quienes hayan agotado su prestación por desempleo, que es lo que Podemos propone. En Extremadura podrían ser más de 60.000 personas en esa situación.

Efectivamente, pero es un derecho que le corresponde a las personas y, ademas, servirá para reactivar la economía, que es lo que necesitan las pequeñas empresas y el comercio.

¿Proponen la renta básica para 60.000 personas?

Es absolutamente prioritario. Necesitan cobertura social. La gente no puede estar en los comedores sociales. No puede estar pasando frío.

Serían 60.000 salarios mínimos cada mes. A razón de 648 euros cada uno son casi 39 millones de euros ¿De dónde sale el dinero?

Tendremos que priorizar los gastos. Hay que trabajar en esa dirección.

En su programa proponen gravar más a las rentas superiores a los 50.000 euros. Son muy pocos en Extremadura que sobrepasen esos ingresos y no van a poder sufragar esa renta básica ni de lejos. Se tendría que endeudar.

O recaudar mejor. El sindicato de técnicos de Hacienda dice que el 70% del fraude fiscal lo cometen las grandes empresas y las grandes fortunas. Hay que trabajar ahí. También hay que mejorar la gestión. Un ejemplo: el SES gasta el 60% de su presupuesto en medicamentos. ¿Por qué no lo gasta en prevención?

Quizás porque tenemos una población envejecida y los pensionistas gastan 6 veces más en medicamentos que los activos.

Necesitamos incidir en las políticas de prevención de la salud porque con ellas ahorramos. Tenemos un gasto de medicamentos inflado, que beneficia a las farmacéuticas, pero no a la población, que paga ahora más que antes por sus fármacos. Algunos pensionistas no pueden soportar pagar sus medicamentos con las pensiones que tienen.

Ha hablado varias veces del rescate ciudadano, pero no sabemos en qué consiste.

Es sencillo. Es entender dónde está el punto de partida de nuestra política en Extremadura. Si nos dicen que hay 150.000 parados y la mitad sin cobertura; que tenemos 88.000 personas en situación de pobreza severa; que se ha multiplicado por dos el número de familias que no pueden ofrecer cada dos días pollo o pescado a sus hijos; que la mitad de la población llega con dificultad a final de mes... Este es el diagnóstico y, a partir de él, hay que hacer políticas concretas. Nuestro plan de rescate ciudadano tiene tres grandes ejes: el de la renta, el de la vivienda y el de la dependencia. Mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos en razón de esos tres ejes exige voluntad política que de dinero.

Encuestas

Las encuestas apuntan a que Podemos va bajando. La última del CIS es clara. En el conjunto de España bajó 8 puntos.

Las encuestas están bien, pero no es bueno entrar en una especie de carreras de caballos.

No me refiero tanto a esa carrera de caballos de la que habla, sino a que si no cree que la gente castiga esos cambios de los que hablaba antes; o de que su discurso ya está metabolizado. También está el asunto Monedero. ¿Les están penalizando los electores por el portazo de Monedero?

Juan Carlos es una persona que viene de la Academia, es un verso libre, y a la Academia habría de volver tarde o temprano. Ha tomado la decisión de echarse a un lado. Yo no veo que eso suponga una crisis en Podemos. Veremos qué pasa el domingo. Hay un porcentaje de indecisos enorme y la campaña está resultando fundamental.

¿Qué cree que va a pasar el domingo que viene?

No pierdo un minuto en ello.

¿No le importa?

Claro que me importa, pero por pensar en lo que pueda pasar no va a ocurrir lo que yo desee que pase. En consecuencia, no pierdo mucho tiempo en eso porque no lo tengo; todas mis energías están centradas en trabajar en la campaña.

Las encuestas les otorgan casi indefectiblemente el mismo papel: el de decisivos en la Asamblea. ¿No se sitúan en ese escenario? No es creíble que en su partido no hayan discutido sobre qué pasaría si el 24 se cumplen lo que dicen las encuestas.

Nuestro compromiso es con los ciudadanos. Nos debemos a ellos. Por tanto, pensar antes del domingo en qué vamos a hacer después del domingo... no es nuestra ocupación.

Esa es la respuesta de un político tradicional, casi de 'la casta'. ¿Por cierto, qué fue de 'la casta'? El término que los puso en órbita y que les hizo identificables para la sociedad española, resulta que ha desaparecido de su lenguaje.

No lo sé qué ha sucedido con ese término. Tampoco es una cuestión que tenga mucho recorrido. Si queremos llamar casta a las élites... El concepto puede significar lo mismo. Pero volviendo a los pactos. No hemos venido aquí a reproducir políticas que han fracasado ni a contribuir a que continúen fracasando. Si alguien cree que estamos aquí para ser muleta de los que han llevado a esta situación a nuestra sociedad, es que no han entendido nada de lo que significa Podemos ni de la situación que viven millones de ciudadanos que esperan de nosotros una respuesta.

Muleta de nadie

Pero a veces hay que elegir sin más remedio, porque incluso no hacerlo supone una elección. Y quizás les toque ser muleta de alguien, aunque no quieran.

O también puede ocurrir que alguien apoye a Podemos y sea nuestra muleta. ¿Por qué no se contempla esa posibilidad? Lo que quiero decir es que no sabemos lo que va a pasar y, por tanto, no vamos a hacer cábalas. Pero insisto: ¿muletas Podemos? De nadie. Comprendo que tanto el PP como el PSOE estén incómodos y que no sepan qué hacer con nosotros y cómo reaccionar ante lo que estamos representando. Comprendo también que, por esa incomprensión, el PP repita una y otra vez y que nos digan que ya tenemos un pacto con el PSOE. Les hemos pedido que lo demuestren, que enseñen las pruebas; las fotos. Como no existen no lo pueden demostrar.

Ustedes tienen un código ético del que se sienten orgullosos. La aceptación de ese código por parte de un partido que pretende gobernar, ¿es una condición indispensable para negociar algún tipo de apoyo o para no oponerse a la constitución de un gobierno?

En primer lugar, nosotros no hemos elaborado un código ético que cualquier candidato tiene la obligación de firmar pensando en que sirva de moneda de negociación de apoyos con los partidos. Es un compromiso con la ciudadanía, que es a quien nos debemos y que será la que nos coloque el próximo domingo donde nos tenga que colocar. Pero sea donde sea espera de nosotros que seamos una herramienta fundamental para generar un cambio político en nuestra región. Seguro que si se da una coyuntura en la que no hay mayorías y se nos pide algún tipo de posicionamiento, lo someteremos a los inscritos en Podemos, pero insisto en que en ningún caso estamos dispuestos a apoyar a quienes nos han traído a esta situación de colapso social.

¿Qué le parece la gestión del PP en los últimos cuatro años?

Casi no hace falta opinar. Dejemos que lo diga Cáritas, que no parece sospechosa de estar compinchada con Podemos. Cuando uno lee el informe de esta ONG católica refleja un panorama devastador, con una población que sufre pobreza energética o que la mitad de los extremeños llegan con dificultad a fin de mes. O que 200.000 personas pasan frío y 200 mueren cada invierno directa o indirectamente relacionadas con el frío, según la Asociación de Ciencias Biológicas. Si a todo ello añadimos que más de la mitad de los que no tienen trabajo tampoco tienen prestaciones por desempleo... Como verá ante esta situación de emergencia social, es difícil hablar de la gestión del PP en estos cuatro años como no sea para pedir que acabe ya. Yo creo que el PP esconde sus siglas por vergüenza. Se hacen llamar 'Hacemos', como si la gente no tuviera memoria. Ojalá no tengamos que volver a soportar nada parecido nunca más.