Barba y Bermu recogen el guante de Oliver Sierra en el Badajoz

Eran las palabras del entrenador del Badajoz cuando el bloqueo en ataque era aún incipiente y se circunscribía al empate a cero ante el Extremadura. Mismo resultado que cosecharon una semana después en el Emilio Macarro frente al Montijo y después llegó la pírrica victoria (0-1) ante el Puebla de la Calzada con un gol de Adán. El lateral leonés rompió el maleficio con un tanto que evitó un problema a los blanquinegros. Por entonces, el preparador aragonés volvía a restar presión a los hombres fuertes de arriba para señalar a futbolistas con capacidad para aportar mucho más en esa labor. Y algunos de ellos recogieron el guante.

Jorge Barba, inédito hasta la fecha en esos menesteres, fue decisivo en las tablas ante el Calamonte, adelantando a los suyos en el minuto 61. Por su parte, Bermúdez, que había mojado en el 3-0 ante el Llerenense y en el 1-1 contra el Moralo, se desencadenó en el duelo del pasado domingo en la goleada endosada al Atlético Pueblonuevo. Eléctrico, incisivo y participativo a la hora de habilitar ocasiones, el entrenador blanquinegro le pedía más verticalidad y que mirara al arco rival y el extremo extremeño respondió con dos tantos y una actuación estelar. Necesitaba redimirse, porque aún rumiaba aquella pena máxima errada ante el Montijo, «quitarme eso era una presión que tenía desde el penalti, se me notaba en el campo en la primera parte y anímicamente tenía la cabeza fastidiada, pero gracias a Dios llegaron los goles».

Ese choque sirvió además para devolver el olfato a Álex Alegría tras más de un mes sin mojar y para que Montori recuperara sensaciones tras un inicio fulgurante que quedó algo estancado sumando dos meses sin celebrar un tanto. Además, regresa tras su lesión Jorge Pérez, otro hombre de segunda línea llamado a aportar mucho en ese ámbito. Sin olvidar que Santi Luque, en un gran estado de forma, aún debe materializar sus prestaciones con alguna diana.