Karim da alas al Cacereño y deja hundido al Montijo

Matheus volvía a la titularidad acompañando en la zaga a Joserra, Mauro y Pedro. En las huestes cacereñas, subrayar en el once inaugural la caída de Iván Fernández a la banda, dejando a Lolo como referencia para el gol y Sarmiento ejerciendo de 10.

Apareció un Montijo con ímpetu y que a los tres minutos ya se dejó notar en un centro de Runy que no pudo enganchar en boca de gol Matheus. Apenas sesenta segundos después, un movimiento sísmico de piernas de Clausí provocó el remate de Salido contra la madera. Mucho ruido a las primeras de cambio que se fue apagando con el paso del tiempo.

El cuadro de Julio Cobos, impasible, iba creciendo en el juego y al filo del primer cuarto de hora firmó su primer aviso en un centro angulado de Matovu que se fue rozando el larguero. Lo de morder al rival que predica Emilio Tienza pronto se vio que no le va mucho al Montijo, porque su físico es el justo y el rumbo y el dominio del juego derivó en favor de un Cacereño que tuvo en las botas de Iván Fernández un intento fácilmente blocado por Atanes. Contestó minutos después Mauro, en un tiro cándido a las manoplas de Robador en el ecuador del primer acto.

Volvió a enseñar pecho el cuadro de las Vegas Bajas a través de Yaya. Sin jugadas sublimes consumía el reloj el tiempo, más allá de un buen centro del mexicano Telles desde la derecha que obligó al despeje de Joserra para sofocar la amenaza. La réplica la firmó la dupla Salido-Yaya en un tiro de este que Matovu abortó. Expiraba la primera mitad con ambos onces sin ver claro por donde hilar el gol.

El segundo episodio vio luces con el primer cambio en las filas montijanas. Se quedó fuera Justice y entró Abraham Pozo. El Cacereño tuvo la hegemonía de la pelota y en un saque de falta botado por Diego dispuso de su primer acercamiento del segundo acto a la meta de Atanes.

Julio Cobos hizo un doble relevo sin cambiar el esquema, dando entrada a Deco por Sarmiento y al decisivo Karim, que sustituyó a Diego. El Montijo seguía con más sombras que luces, asomando, sí, pero desde lejos. Un tiro de Abraham Pozo a los pies de Robador dio paso a una contra letal del cuadro verdiblanco que definió sutilmente Karim para romper el empate y situar el 0-1. El gol pesó como una losa a un anfitrión que ni con el concurso del ariete Darius enmendó la tragedia. Se protestó en la grada una caída en el área de Runy (min. 71), pero el colegiado no la consideró penalti. Reaccionó el conjunto de Emilio Tienza, aunque casi de manera intrascendente. Restaban diez minutos, pero como si quedase una eternidad. Sin visos de solución, el Montijo fue incapaz de hincarle el diente al Cacereño.