El Mérida se da una semana más de paciencia
Fran Beltrán reconoce que no están a la altura del proyecto y el partido del próximo domingo ante el Arenas apunta a la primera final del curso
R. P.
Mérida
Lunes, 29 de septiembre 2025, 21:00
El peor inicio liguero del Mérida en Primera Federación ha acarreado que la primera final de la temporada llegue ya este próximo domingo. Final no porque el partido sea definitivo para el transcurrir del equipo esta temporada, sino final porque el club comenzará a replantearse soluciones. No son solo las cuatro derrotas consecutivas y el penúltimo puesto, sino la involución en el juego, los doce goles encajados y la falta de respuestas del equipo. Lo que se ve en el césped y lo que se respira en la grada evoca a los meses de octubre y noviembre de 2023, cuando Ruano ocupaba el banquillo del Romano. Las formas de las dos últimas derrotas han encendido las luces de alarma.
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«Siento absolutamente la confianza del club», reveló Fran Beltrán tras el partido. «La propiedad tiene un equipo en la Premier que ha tenido arranques difíciles, como este mismo año, y el sábado le ganó 3-1 al Manchester United. Y la gente del club aquí me transmite su absoluta confianza. A partir de ahí, no voy a ser nunca un entrenador que se agarre a una silla. Entiendo absolutamente cómo va el fútbol y, cuando pierdes cuatro partidos, no puedes pretender que la gente esté contenta, ni contigo ni con el equipo. Eso lo tenemos que aceptar. Pero hay equipos que empezaron mal las ligas y las acabaron muy bien. Creo que cambiaremos la dinámica. En el momento en que ganemos, ganaremos más de un partido de manera consecutiva y estaremos ahí. Y si eso no pasa, por mucha confianza que tenga en mí quien nos vea trabajar en el día a día, se tendrán que tomar decisiones y lo aceptaremos con total naturalidad».
Ante crisis como las que atraviesa el Mérida, jamás existe un solo responsable, pero sí que se focaliza todo hacia una única dirección. Más allá de la autocrítica de Fran Beltrán en las últimas dos jornadas, la plantilla no está rindiendo al nivel esperado ni está sacando el carácter y la personalidad que requieren partidos como los del Francisco de la Hera o el Ruta de la Plata. «Hay equipos que no tienen alma o sientes que no son una unidad. Pero este no es el caso. No seré nunca el que mate a mis jugadores, porque el equipo entrena y trabaja 'a full', hace lo que le dice el entrenador… pero con eso no nos está dando», se explica el técnico. «Tengo que darle una vuelta. Aunque luego hay cuestiones evidentes: sólo hay que ver los goles que estamos encajando. Tanto en número como en las maneras. Habrá que empezar por ahí».
Explicaciones
Tras el 3-0 en Zamora, le preguntaron a Fran Beltrán por los dos principales reproches que están rodeando al equipo en las últimas semanas. El primero, la bajada de brazos tras el segundo tanto de Kike Márquez: «No tengo esa percepción. Creo que tras el primer gol acabamos bien la primera parte. La sensación al descanso es que, jugando al fútbol, podíamos estar en partido. Lo que pasa es que empiezas a jugar y en el primer minuto de la segunda parte encajas el segundo. Tras el 2-0 tuvimos buenos minutos, estábamos metiendo al Zamora atrás, con situaciones de gol. El equipo respondió, hubo jugadores que mostraron su personalidad, como Lancho en un ambiente hostil, Martín pidiendo todos los balones en todas las salidas, Doncel metiéndose por dentro, Chiqui cuando entra, Beneit cuando pierde unos metros para jugar más atrás, Areso siendo profundo… No es cuestión de falta de rebeldía».
Y el segundo de los reproches atiende a lo tarde que mueve el entrenador el banquillo y lo poco repartidos que están los minutos en una situación tan delicada. «Puede ser», lo reflexiona Fran Beltrán. «Normalmente, cuando se pierde todo lo que se hace está mal y si se hiciera al contrario, estaría bien. Puedo fallar, no digo que mis decisiones sean correctas… evidentemente alguna no lo estará siendo porque no está funcionando. Pero los veo entrenar todos los días y veo lo preparados que están. Tenemos una plantilla larga, pero al final solo puedo alinear a once y hacer cinco cambios. Me cuesta decir esto porque el resultado es el que es, pero en la segunda parte creo que estábamos bien cuando íbamos 2-0. Había sensación de que se podía hacer el 2-1. Aun así, hicimos dos cambios pronto. Y con el 3-0, puedes hacer cambios, pero a veces es mejor proteger al que tiene amarilla, un jugador que lo está pasando mal, alguien que muscularmente pueda tener un déficit, nunca sabes».
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