Miguel Narváez: «Me tocó compartir habitación con Cazorla»
El portero pacense se incorporó a las filas del filial asturiano y ha vivido el regreso del Oviedo a Primera División sin dejar sus estudios de lado
Daniel Soleto
Badajoz
Domingo, 31 de agosto 2025, 18:14
En el fútbol no es oro todo lo que reluce, y más aún si se trata de categorías más modestas y humildes, pero aun así, por todo lo que rodea a este deporte, te puede cambiar la vida en apenas unos meses. Todo esto se vuelve mucho más complicado si además de querer dedicarte y vivir del fútbol quieres compaginarlo con tu formación académica.
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Este es el caso de Miguel Narváez, un joven pacense con cierto recorrido en el mundo del fútbol y que va a empezar sexto curso de la carrera de Medicina. El fútbol y la universidad son los dos pilares que sostienen su vida y que le hacen encontrar el equilibrio mental para estar bien. Todo ello a pesar del sacrificio y esfuerzo que requiere a todos los niveles, teniendo en cuenta que tiene 23 años.
Narváez es una cara conocida en Badajoz por su reciente pasado en el club blanquinegro, donde, desde muy pequeño, empezó a practicar este deporte. Siempre es bonito defender los colores del equipo de tu ciudad, aunque el guardameta ha tenido que sufrir una época convulsa en el club con los descensos a Segunda RFEF y Tercera RFEF formando parte de la primera plantilla.
«El fútbol me hace relajarme de los estudios. Y la carrera me hace mantenerme centrado»
Miguel Narváez
Portero del Real Oviedo
Precisamente tras este último descenso a la quinta categoría del fútbol nacional en mayo de 2024, Miguel recibió la llamada de uno de los equipos más históricos del fútbol nacional, el Real Oviedo, para militar en su equipo filial en Tercera RFEF, con el que ha conseguido ascender como campeón. Pero no se queda ahí, ya que Narváez ha ido convocado en varias ocasiones con el primer equipo y estuvo presente en la vuelta del Oviedo a Primera División 24 años después. Y es que aunque fuera una decisión «deportivamente hablando sencilla», según declara, la formación académica siempre ha sido una prioridad para él.
«Es la primera experiencia viviendo fuera de casa y la carrera siempre ha sido prioritaria por encima del fútbol. Había soluciones para compaginarlo y así se ha dado finalmente». No es algo nuevo para él, ya que, durante su etapa en el Badajoz, su rutina era similar. «Mis años anteriores me han ayudado a saber gestionar esta situación. También tuve presente en todo momento la opinión de mis padres para tomar la decisión». Llevar este estilo de vida, y más a su edad, es algo que puede llamar la atención. «Siempre he buscado una balanza lo mas equilibrada posible», expresa.
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Los plazos para solicitar un traslado de expediente a Oviedo o algún programa de movilidad habían pasado hace ya varios meses, por lo que a Miguel le ha tocado cursar quinto de medicina matriculado en la Universidad de Extremadura, con todo lo que ello conlleva. «Me informé sobre quinto de carrera, no había tantas prácticas, que es lo más importante. Con el contrato con el club por delante, las faltas a clases teóricas estaban justificadas. Vi factible hacer la carrera estando matriculado en Extremadura».
2.000 kilómetros a la semana
Tras varias conversaciones con los responsables de las asignaturas, consiguió atar cabos y dejar encauzado todo antes de su marcha definitiva a Oviedo previo al inicio de la competición. A pesar de tener el cuatrimestre más o menos resuelto hasta el período de exámenes, confiesa que tuvo que hacer cuatro o cinco viajes 'exprés' a Badajoz antes de Navidades para algunos seminarios. Otro frente que aún seguía abierto era el de los exámenes, y más teniendo en cuenta que la competición se le solapaba con estas semanas tan intensas de estudio y concentración.
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«Tanto los contratos con el Badajoz como con el Oviedo actualmente, si tenía examen o práctica indispensable en la carrera podía faltar al entrenamiento. Se han portado fenomenal conmigo. Tenía cinco exámenes en enero y otros cuatro en mayo. Si tenía examen el martes, el lunes después de entrenar iba a Badajoz, llegaba y me ponía a repasar.
Al día siguiente hacía el examen y después de vuelta a Oviedo». Al hilo de esto comenta que «es una paliza de coche (6 horas y pico), juntado con los nervios de un examen y la concentración que hay que conservar». Además, añade que «algunas veces en una misma semana tenía que ir dos veces, por ejemplo si tenía que hacer un examen el lunes y otro el viernes».
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Sorprendentemente y en contra de lo que pueda parecer, no se ha perdido ningún partido y ha conseguido pasar al último curso con todas las asignaturas aprobadas. En cuanto a esta recta final de su carrera comenta que «sexto son todo prácticas y hemos encontrado la fórmula para hacerlas aquí estando vinculado a la UEx.
Conseguimos gestionar un convenio entre la propia Universidad y una clínica de aquí». Sobre si se planteó dejar 'aparcada' su formación: «Es un año que me queda, después de todo, valdrá la pena el sacrificio. El fútbol me hace disfrutar, relajarme de los estudios y estar mejor. Y la carrera me hace mantenerme centrado y no tener tiempo libre en exceso. Lo fácil es decir que dejo las prácticas para otro año, pero no es mi caso. En mi casa me han apretado positivamente hablando».
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Pero no solo ha salido todo a la perfección en el plano académico, en lo deportivo también ha ido en la misma línea. «En el Badajoz parecía que todo salía cruz, y aquí todo fenomenal. En partidos parejos los detalles que iban en tu contra, aquí al contrario. Ha sido increíble».
La vuelta del Oviedo a Primera
El guardameta, además de cumplir con creces los objetivos del filial, también ejerció de tercer portero en el primer equipo y estuvo presente en uno de esos momentos que se quedarán para la historia del equipo asturiano, el día del ascenso: «Poder vivir eso en una ciudad como Oviedo, con el fanatismo que hay aquí, es una locura».
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Como anécdota, también comenta que «en el partido contra el Almería en el playoff me tocó dormir con Cazorla. Es un recuerdo que valoro mucho, como persona es súper humilde y trabajadora a pesar de la edad que tiene, por algo sigue ahí. Es muy difícil por no decir imposible que vuelva a vivir algo así. Lo que se vivió en Oviedo ese fin de semana fue una auténtica barbaridad. No solamente el partido con 30.000 personas, sino lo de después. La rúa, el escenario de la Plaza América, los actos en el Principado y el ayuntamiento... No he visto a más gente junta en mi vida».
Este sueño se ha extendido a la temporada 25/26, en la que Narváez fue convocado para la primera jornada de LaLiga donde el Oviedo visitaba al Villarreal. «Te malacostumbras y le das normalidad. Aunque de vez en cuando miras alrededor, te paras y ves a jugadores con los que has jugado en la 'play' y te empiezas a fijar en los pequeños detalles».
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Tras un año viviendo fuera de casa, expresa que echa de menos Badajoz, pero que le ha encontrado a Oviedo «cierto parecido en cuanto al tamaño y la comodidad en el día a día». Una de las cosas que no añora de las tierras extremeñas son sus altas temperaturas: «El calor no se nota, es un clima de febrero/marzo durante todo el año».
Por último, también confiesa que ha seguido la actualidad del Badajoz a distancia a través de las noticias y de amigos. Además, sobre un posible regreso a la entidad pacense reconoce que «el fútbol da muchas vueltas. Me gustaría volver al Badajoz, soy canterano y de allí. Ahora el club no acaba de salir del pozo, pero habrá un día que saldrá, igual que salió el Oviedo, y ojalá estar ahí», concluye.
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