¿Qué ha pasado este viernes, 5 de diciembre, en Extremadura?

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El capitán Nene, sobre el barro abrazado a un chaval al finalizar un encuentro. UP Barbaño
Fútbol

Barbaño, el último reducto de tierra

El modesto equipo de una pedanía de Montijo forjó un ascenso histórico sobre el barro y será el único de toda la Primera Extremeña sin campo de hierba

Javi Pérez

Badajoz

Miércoles, 10 de septiembre 2025

Todavía quedan campos de tierra en Extremadura. El último reducto para nostálgicos de un fútbol de otro siglo, pero del de verdad. El genuino. Y la próxima temporada en la Primera Extremeña se jugará en uno de ellos. Barbaño queda como una especie de aldea gala que resiste a pasar por ese túnel del tiempo, aunque no por gusto o voluntad. Esta pequeña entidad menor pacense, de apenas 650 habitantes, dependiente de Montijo, lleva años reclamando el césped artificial para sus instalaciones. Unas reivindicaciones que de momento han caído en saco roto. Pero ahora que ha logrado un histórico ascenso a Primera Extremeña desde su humilde club esperan que ese éxito sirva para que por fin se haga realidad.

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El Barbaño lograba en mayo dar el salto de categoría 22 años después. Y en la directiva confían en que este hito para la población traiga consigo como premio extra la ansiada superficie sintética. Aunque cuatro meses después de su histórica conquista deportiva no ha servido para que las administraciones llamen a su puerta. «De momento estamos igual que acabamos. Cuando empecemos a competir con equipos que son de otra categoría y pasen por aquí creo que llamará más la atención de los organismos correspondientes. El Ayuntamiento, la Diputación y la Junta tienen que juntarse y echarse hacia adelante», sostiene su presidente, Fran Cantero.

Sus circunstancias son la pescadilla que se muerde la cola. Porque sin cantera, el Barbaño tiene muy difícil contar con las ayudas que la Junta destina al deporte base. Pero es que sin césped artificial sus pequeños buscan en Montijo o en Puebla de la Calzada lo que no tienen al lado de casa. Y en ese círculo vicioso se encuentra atrapado Barbaño y del que siempre sale perdiendo su club y sus vecinos. «Aquí no quiere jugar nadie y los críos se van a Montijo y Puebla, que están a cinco minutos», lamenta Fran Cantero. «Estamos loquitos por hacer una escuela de fútbol, pero con este campo es imposible meter a chavales en tierra», asume el presidente.

En estas condiciones que Barbaño cuente con un equipo de fútbol, y sobre todo que esté a un paso de categoría nacional, es todo un milagro. «Cuesta mucho trabajo hacer un equipo para competir todos los años. Como esto siga así terminará por desaparecer el fútbol en Barbaño», remarca. Pero gracias a la pasión y sobre todo el empeño de este grupo de entusiastas ahora recoge los frutos a tantos sinsabores. «Somos como una pequeña familia. Llevamos un montón de años un grupo entre directivos y jugadores para sacar esto adelante. La directiva hace una labor increíble y los jugadores lo mismo juegan que pintan el campo. El club somos todos», señala Cantero.

Pero más allá de competir, este grupo de quijotes se encuentran otras dificultades en el día a día cuando asoman los nubarrones. «Cuando llega el tiempo malo de lluvias no podemos entrenar y tenemos que pedir favores a poblaciones cercanas o entrenar en pabellones. Lo peor es que no estamos en igualdad de condiciones que los demás porque no podemos llevar una línea de entrenamientos como otros equipos», cuenta Fran Cantero. Además de estos contratiempos, la época dura de lluvias también repercute en el desarrollo de los partidos con el campo impracticable por el barro y provocando una imagen lamentable e impropia del fútbol de hoy en día.

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Reivindación de los jugadores del Barbaño y su equipo rival por un campo de césped artificial. UP Barbaño

Este 14 de septiembre, el Barbaño debutará en Primera Extremeña en casa ante el Lobón, pero la directiva descarta preparar algún movimiento reivindicativo como ha venido haciendo los últimos años. «Ese día será una fiesta del fútbol entre dos localidades vecinas. Queremos disfrutar de la nueva categoría, que es todo un acontecimiento para la localidad. Ya habrá tiempo más adelante», apunta el máximo dirigente. Un estreno muy esperado entre sus vecinos. «Estamos muy contentos de lo que se logró y hay mucha ilusión en todo el pueblo y en el equipo», comenta Cantero. «El objetivo es disfrutar de una temporada tan bonita y competir para evitar esos dos puestos de descenso y mantener la categoría».

El ascenso curiosamente se gestó sobre la tierra, ya que el capricho del sorteo quiso que su rival en el playoff fuera el Jerte, que tampoco dispone de césped artificial y al que venció en los dos partidos por 0-1 y 4-0. «Es un éxito increíble. No hay palabras para valorar lo que ha supuesto este ascenso para un pueblo tan pequeño con 650 habitantes».

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Rivales de la entidad del Racing Valverdeño, Talavera, Sanvicenteño, Valdelacalzada o Badajoz B tendrán que bajarse al barro muchos años después. Pero el de Barbaño no es el único campo de tierra que abre sus puertas para partidos federados, aunque sí en Primera Extremeña. Todavía quedan otros como los del Alconchel, Vadesa, Palazuelo, Puebla de Alcocer, Jerte, Cañaveral, Madroñera, Casas de Don Pedro o Santa Quiteria, en este último caso en La Nava de Santiago ya han comenzado con las tareas para instalar el césped artificial.

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