54 años desde el renacer del fútbol femenino

Este 8 de diciembre no solo se celebra el Día de la Inmaculada Concepción, sino que se conmemora el 54 aniversario de la cita que materializó el renacer del fútbol femenino en España, y que tuvo a un extremeño como maestro de ceremonias. Rafael Muga (Puebla de Alcocer, 1945) fue un estudiante de magisterio que, con solo 17 años, fundó un colegio. Pese a que su vida estaba encaminada a la docencia, el fútbol era una enorme pasión para él. En los años 70, el deporte rey solo pertenecía a la mitad de la población, a lo que no se oponía una Sección Femenina de la Falange que era reticente a la práctica de este deporte para las mujeres.

El fútbol era una actividad «poco estética» para la mujer de la época, opinaban bastantes carcas, como el entonces presidente de la Federación Española de Fútbol, José Luis Pérez Payá, que afirmaba lo siguiente: «No estoy en contra del fútbol femenino, pero tampoco me agrada. La mujer en traje y pantalón no está muy favorecida».

En la misma tónica se pronunciaba la regidora central de Educación Física de la Sección Femenina, Alicia Lage, quien consideraba que había «otros muchos deportes más aconsejables para ellas», porque «por su constitución, en la que hay que buscar también la estética», el fútbol no iba con «su condición física». No era un panorama muy favorable el que encontraban, pero un grupo de disruptoras se atrevió a seguir adelante.

Como decimos, Muga, interesado en la causa, organizó el 8 de diciembre de 1970, en el estadio Boetticher de Villaverde (Madrid), un partido de fútbol femenino entre el Mercacredit –luego Olímpico Villaverde– y el Sizam Paloma Madrid, con entradas a 25 pesetas.

Habría quien pensara que nadie tendría interés en el evento, pero más de 8.000 personas llenaron las gradas para ver este espectáculo más que inédito, casi olvidado, pues ya hubo partidos de fútbol femenino durante los años previos a la dictadura franquista. «Fue un auténtico 'boom', con chicas que querían jugar y no habían tenido esa oportunidad hasta la fecha», contó el extremeño en una entrevista al diario ABC.

Una historia así crea nuevos ídolos, y este partido vio nacer la figura de una niña de 13 años. Conchi Sánchez, que durmió la noche anterior con las botas de fútbol puestas por la ilusión que le invadía, demostró un talento extraordinario y facilidad para el gol al marcar los cinco tantos en la victoria por 5-1 del Mercacredit. Como todo ídolo recibió un apodo, que fue 'la Amancio', en honor al legendario delantero gallego Amancio Amaro, histórico del Deportivo de La Coruña y del Real Madrid en la década de los 60 y los 70.

El espectáculo había sido un éxito en vista del público asistente, aunque para visitas, recuerda Muga la que tuvo que hacer al cuartel de la Guardia Civil después de que una pareja de agentes le cuestionara cómo se le ocurría organizar un partido de mujeres. «Si baja el espíritu santo en forma de paloma, no le causa tanta impresión», ironizaba el extremeño en la entrevista.

Este partido supuso un punto de inflexión para el fútbol femenino en España. Apenas unos meses después, el 2 de febrero de 1971, un grupo de mujeres no reconocidas oficialmente por la Federación conformó la primera selección española femenina, con Rafael Muga como seleccionador nacional.

Contra Portugal, en el estadio de La Condomina en Murcia, el combinado encabezado por Conchi 'Amancio', que hizo carrera en clubes de Inglaterra e Italia, empató a tres goles.

El Stadio Comunale de Turín fue el siguiente escenario de esta selección oficiosa, obligada a jugar sin escudo contra Italia al no disponer del beneplácito de la RFEF. Un largo camino hasta el reconocimiento oficial, en 1983, con partidos entre medias en Padua y Udine (Italia), Córdoba y Badajoz.

El 10 de diciembre de 1972 –un año y dos días después de aquel encuentro entre el Mercacredit y el Sizam Paloma– España se enfrentó de nuevo a Italia en el Trofeo Adriático en El Vivero de Badajoz. Un torneo disputado a cuatro partidos, dos en cada país, y concebido para impulsar el fútbol femenino a nivel europeo con el objetivo de que empezara a ser considerado por las federaciones.

La representación extremeña iba más allá de Muga, pues también participaba Ani, natural de Zafra, una de las más destacadas en estos encuentros según las crónicas de la época.

Sin duda, una larguísima lucha. Más de medio siglo ha pasado desde el que se puede considerar como el renacer del fútbol femenino en España. Más de cincuenta años rompiendo estereotipos y más de cincuenta años formando talento e inspirando a las nuevas generaciones. Desde Conchi 'Amancio' hasta Aitana Bonmatí; desde Boetticher hasta la cima del mundo en Australia.