A Oviedo para alargar el desenlace

Tras la derrota de entre semana en casa ante el Fuenlabrada, el Cáceres se encuentra a tres victorias de la zona de permanencia. Son cuatro tropiezos seguidos y, tras dar la cara ante los tres primeros, el encuentro ante el Fuenla ha afectado anímicamente a la plantilla. Y también, físicamente. Dani Rodríguez será baja por un golpe y jugadores como Mike Nuga, Pablo Rodríguez o Pau Carreño han estado entre algodones.

«Ante el Fuenlabrada hicimos 20 minutos a un nivel ínfimo, paupérrimo, en comparación a cómo estábamos entrenando y trabajando, pero los jugadores están convencidos de que Oviedo es una nueva oportunidad. Es otro tipo de equipo y otro tipo de juego», decía Arturo Álvarez.

El técnico asturiano regresa a su casa y, como reconoció, está extramotivado por conseguir la victoria ante amigos y familiares: «Incluso, les he transmitido a los jugadores que les daría un pequeño premio si ganamos en mi tierra».

En la grada, tendrán el apoyo de más de un aficionado: «No serán los 'blues' de Asturias, pero serán los mierenses, que por un día serán cacereños. Nos darán mucho cariño y tendremos algo de casa, aunque sea con otro pasaporte».

El desafío también reside en volver a ganar fuera de casa tras más de un año sin hacerlo: «Es una motivación casi personal de todos los jugadores y entrenadores. Vamos a intentar poder doblegar ese dato, por lo menos para dar una alegría a esta afición que tantos disgustos le hemos dado esta temporada».

En la previa del partido también compareció José Manuel Sánchez, presidente del Cáceres, que quiso trasladar el mensaje de que mientras haya vida, hay esperanza: «¿Quién nos dice que no podemos ganar los últimos cinco partidos? Hay muchos partidos que los hemos perdido por verdadera mala suerte. Nada ha salido la cara, siempre cruz».